09

1.6K 215 47
                                    

09

Diez días. Esos son los días que llevo tomándome pastillas de colores. Esos son los días que llevo sin ver a Acacia. Los días en los que a pesar de que ella no me esté obligando sigo vomitando. Ahora me encuentro en el sillón del salón, todo está nublado y mi madre me está hablando, tiene ojeras bajo sus ojos y el pelo recogido en un moño.

– Faith, déjame ponerte el termómetro.

Comienzo a reírme.

– Faith cielo, levanta el brazo.

Más risas.

– ¡Santo dios Faith!

Mis manos están en mi estómago y estoy llorando de la risa, no tengo ni idea de por qué pero no puedo parar. No pasan más de cinco minutos cuando me duermo.

* * *

Estoy despierta en mi cuarto mirando al techo mientras mi móvil suena. Sé que es Brittany, porque es la única que me manda mensajes. Acacia no aparece por ningún lado y me estoy empezando a enfadar. ¿Quién coño se cree qué es para dejarme sola?

– ¡Te odio tanto, Acacia! —Grito.

Me encuentro totalmente irritada, el sonido del móvil me molesta hasta tal punto que lo cojo y desbloqueándolo rápidamente llamó a Brittany, nada más contestar hablo rápidamente.

– Te juro que como vuelva a recibir un puto mensaje o llamada tuyo voy a estrangularte y luego me suicidaré.

– Santo dios Faith, ¿dónde está tu madre? ¿estás sola?

– Sí.

– ¿Cuánto hace que te tomaste las pastillas? —Pregunta, intentando ocultar su nerviosismo.

No contesto, porque delante mía aparece Acacia, con su carita de angelito llena de maquillaje corrido. Cuelgo la llamada y dejo el móvil caer, para abrazar rápidamente a Acacia.

– ¿Dónde estabas? Me tenías tan preocupada, Acacia.

Llora entre mis brazos, siento como los huesos de mis caderas chocan* contra los suyos y le acaricio el pelo.

Fa-aith, estás aquí.

– Claro que estoy aquí, tonta.

Me mira con sus ojos brillosos y sonríe.

– Estás aquí, foquita. —Su cara pasa de la felicidad al terror— ¡No puedes tomar las pastillas! ¡No puedes, no puedes, no puedes! Prométeme que no las tomarás Faith. Promételo.

– Pero mamá dice...

Tu madre está mintiendo, las pastillas son para controlar si estás comiendo. Nos descubrirán y mandarán el trabajo nuestro a la mierda. Mírate, estás preciosa.

Escucho como la puerta principal es abierta y como Brittany comienza a gritar mi nombre seguido de la voz de mi madre.

Acacia vuelve a llorar.

Promételo. Promete que no tomarás la pastilla, y que harás como si estuvieras aturdida tras tomarla. Tienes que hacerlo Faith, por ti, para dejar de ser una bola asquerosa de grasa. Por mí. Por nosotras, no puedo estar más sin ti.

La puerta está siendo abierta y sé que solo tengo pocos segundos. No sé que me lleva a hacerlo pero beso a Acacia. Sus labios son salados y ásperos, pero me gusta, es agresiva y posesiva.

– Te lo prometo.

Y esta vez, es ella la que me besa antes de que mi madre y Brittany entren en la habitación con las pastillas en la mano.

nota de autora

*Faith ya está adelgazando perjudicialmente. ¡Voten y comenten!

instagram: nayaftyou

faith » lesbianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora