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08

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Salgo silenciosa de casa, procurando de que mi madre no se de cuenta de que estoy abandonando la casa sin desayunar. Hace más de una semana desde que Acacia me dijo que ella comenzaba a sospechar y ha preocuparse de mi pérdida de peso.

– Te juro foquita que como tú madre se entere de esto, estamos acabadas. Las dos. —Me había dicho por la noche para después llevarme a vomitar.

Sigo caminando rumbo al instituto cuando siento como si alguien me siguiese, me doy la vuelta millones de veces pero no veo a nadie. A pesar de todo empiezo a tener miedo. Sé que alguien me sigue. Comienzo a correr, porque sigo escuchando los pasos detrás mía. Pero no hay nadie, absolutamente nadie. De repente un coche para a mi lado, es un Jeep muy antiguo sin capota y no me sorprende que sea de Brittany.

– ¿Por qué corres tanto, Faith?

Utiliza esa voz dulce que lleva utilizando conmigo desde el otro día y esa bonita sonrisa, mientras se levanta sus gafas al estilo aviador.

– Dios, esta perra anorexica está hasta en la sopa. Mándala a la mierda ya Faith.

Giró mi cabeza buscando a Acacia, probablemente es ella la que me estaba siguiendo. Mi pecho late rápidamente y doy vueltas sobre mí misma hasta que noto la mano de Britt parándome.

– Faith, cielo, ¿qué pasa?

– ¡Oh venga ya Britt! ¡La zorra de Acacia me lleva siguiendo todo este tiempo! Estaba asustada como la mierda.

– No me cae bien Acacia, sube al coche.

– Bueno, ella te odia. Es justo, supongo. —Subo rápidamente al coche y por el rabillo del ojo veo como Acacia corre en dirección a mi casa– ¿Por qué conduces hacia mi casa?

– Tu madre me ha llamado, un amigo vendrá para hablar contigo.

Llego a mi casa en menos de diez minutos y Brittany se va con la misma, mi madre me presenta a un hombre muy elegantemente vestido que dice ser un gran amigo de la familia, alaba cuánto he crecido y me acompaña a mi cuarto.

– No te veía desde hacía mucho tiempo Faith. Tu madre me ha hablado de Acacia, ¿desde cuando la conoces?

– ¿Por qué Acacia es tan important...? —No termino la frase, porque veo a Acacia a mi lado, golpeando mi hombro.

– Este hombre quiere probar los métodos que estamos utilizando para verte más guapa, por favor Faith, no le hables nada sobre mi. Faith quiere estropearlo todo. —Acacia está aterrorizada— Por favor.

– Yo controlo. Tranquila. —Susurro.

– ¿Ella es Acacia?

– Sí.

– Háblame sobre ella.

– Dile que no, dile que se vaya a la mierda.

– ¿Eres consiente de que te está escuchando? —Ella me pega en un costado— Dice Acacia que te vayas a la mierda.

El hombre me mira consternado.

– Dile a Acacia que necesito hablar contigo a solas, Faith.

– Enteraros los dos, no voy a hacer de paloma mensajera. Vete ya, Acacia.

Acacia se marcha por la ventana, con los ojos llorosos y temblando, y aquel elegante hombre me pregunta millones de cosas sobre ella. ¿Cómo entra en casa? ¿De qué hablamos? ¿Me trata bien? ¿Cómo es? ¿Me obliga a hacer cosas? Después comienza a preguntarme cosas sobre mí, ¿alguien me ha seguido o hablado de mi mal? ¿he visto cosas raras últimamente?

– Dile que pare ya, dile que se vaya de casa ya Faith. Joder, no seas zorra y dilo ya. ¡Ten ovarios!

Sé que el amigo de mi madre me habla, mas yo solo puedo mover mi cabeza por la habitación buscando a Acacia.

– Faith, estoy hablando contigo.

Cuando el hombre se marcha de mi habitación sé que ha pasado algo malo por el tono con el que le susurra a mis padres.

nota de autora
Capítulo mierda, lo siento. Comenten anda, háganme feliz hoy.
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