No me bajes de esta nube

Tan cerca y tan lejos a la vez

-Hola chica linda, ¿cómo te va? -dijo Nicky acercándose a Lorna.
-¡Nicky!- respondió Lorna con una enorme sonrisa- muy bien... ¿y tú?
-Yo estoy perfectamente bien - guiñó un ojo - vine por mis tarjetas y menús...
-¡Oh sí, tu pedido! Permíteme...-Lorna se levantó, se dirigió a la oficina del lado derecho en donde se encontraba Polly, quien estaba revisando unos diseños en su Mac.
-Polly-dijo acercándose lentamente por la entrada de la oficina- Aquí está Nicky, viene por las tarjetas y menús...- Polly volteó a ver a Nicky, quien le regaló una sonrisa a lo cual ella correspondió.
-Creo que tenemos un ligero atraso. Piper era la encargada de ese pedido. Mmm... -Polly se levantó y se dirigió junto con Lorna, a Nicky.
-Hola Nicky, qué tal. Tenemos un ligero contratiempo con la entrega de tu pedido. Piper es la encargada de tu pedido pero no ha venido a trabajar desde hace días... por lo cual te ofrezco una disculpa. Hoy revisaré estos detalles con ella para poder entregarte todo en estos días.
-Está bien, pero, ¿puede ser antes del viernes? Ya que es la inauguración ese día y necesitamos de los menús.
-Por supuesto que sí, ante del viernes tendremos tu pedido sin falta.
-Si gustas yo puedo ir a llevarlo- interrumpió Lorna - Digo, ya que viniste hasta acá ... -Polly volteó a ver a Lorna con cara de confusión...¿Qué le pasaba?
-Perfecto, me gusta esa idea- Polly se sorprendió por el comentario de Nicky y entendió lo que pasaba...
-Muy bien... entonces... así quedamos - dijo sonriendo viendo sus miradas- yo regresaré a mi trabajo- se fue despacio pero al parecer ninguna de las dos notó que se había alejado...

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-¿Sigues pensando en él? - preguntó Polly mientras veía a Piper recostada en el sillón.
-No. Bueno, en ocasiones pero no de la manera que crees.
-¿Hay diferentes maneras?
-Sí, mira, no es recordarlo con cariño ni con odio. Mis recuerdos son de tristeza por haberme permitido soportar sus ataques de celos, sus gritos...
-Siempre te lo dije... nunca me cayó bien - dio un sorbo a la copa de vino.
-Lo sé... pero cómo tuve que esperarme hasta llegar a una discusión más fuerte, donde me golpeó ...
-Mira Piper, a veces las personas no queremos aceptar la realidad porque nos da miedo estar solas, pero la mayoría de las veces la soledad nos trata mejor que cuando tienes compañía.- Piper suspiró.
Polly tenía razón, a las personas les da miedo estar solas y se aferran a otras sólo para no sentir ese amargo sentimiento a soledad que muchos llamaban "depresión" .
-Pues sí...
-Aunque la compañía no es mala, es bueno compartir con alguien. Sólo no perder tu dignidad, ni dejar de ser tú a pesar de todo.
Piper no se explicaba por qué cambió tanto mientras estuvo con Larry. Era tan posesivo, manipulador, celoso... infinidad de problemas había tenido con su familia y con sus amigos sólo porque a él no le parecía que Piper les hablara a tal grado que se alejó de todos, en especial de Polly, su mejor amiga quien a pesar de todo, siempre siguió ahí para ella.
-Prometo no volver a hacerlo. Perdón por todo Polly- se sentó y comenzó a llorar - Perdón por haberte gritado, insultado... no era yo.- su voz se cortó.
Polly se levantó para acercarse a Piper y darle un fuerte abrazo.
-Lo sé Piper, lo sé.

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-¡Wow! ¡Qué buen diseño Piper! - comentó Lorna revisando las impresiones que acababa de sacar Piper
-Gracias Lorna- dijo Piper sin dejar de sonreír- tenía que enfocarme mucho en este diseño después del atraso que les hice pasar. Tendré que disculparme personalmente con Nicky
-Podríamos ir las dos... - dijo Lorna en voz baja a lo cual a Piper le extrañó.
-¿Tú también?
-Es por tu protección... ¿que tal si te comienzan a reprochar por el atraso en el trabajo y no hay nadie quien te defienda?
-Okay... pero conociendo a Nicky no se ve de ese tipo de persona
-¿Pero qué tal si... -tomó una de las tarjetas de presentación y leyó- Alexandra Vause está enojada y comienza a reprocharte? Ese nombre suena a que debemos tener cuidado.
-Jajaja Lorna... mejor hablamos de otros intereses...
-¿Qué intereses?- preguntó Lorna asustada
-Jajaja creo que es demasiado obvio...
-No... no sé a qué te refieres...
-Lorna, está bien. Vamos - dijo Piper sonriendo notando la cara de felicidad que acababa de provocarle a Lorna.

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-¡Este lugar es impresionante!
-¡Sí! ¡Me encanta la distribución de los espacios, las imágenes....!
-¡Hola chicas! - dijo Nicky acercándose a Lorna y Piper quienes respondieron con una sonrisa.
- Y bien... ¿qué les parece? -comentó Nicky señalando el restaurante.
-¡Es maravilloso Nicky! Me gustará venir a cenar aquí.
-Cuando gustes nena- le regaló una sonrisa a Lorna
-Mmm... Nicky - dijo Piper interrumpiendo - Aquí tienes las tarjetas y los menús. Si gustas revisarlos- le mostró las impresiones a lo cual Nicky las tomó para inspeccionar
-Wow, definitivamente hicimos una buena inversión con ustedes- guiñó un ojo a Lorna- Me gusta el acabado mate, los colores, todo quedó mucho mejor que en digital.
- Gracias- respondió Piper sonriendo- también quería disculparme por no haberlo tenido a tiempo.
-Tranquila Piper, no es problema, lo importante es que aquí están. Por cierto aprovecho para invitarlas mañana a la inauguración. Las bebidas serán gratis.
-¡Muchas gracias! - respondieron al unisono

"¿Con quien platica Nicky?"
Alex salió de la cocina para dirigirse con Nicky. En cuanto reconoció a una de las dos chicas que estaban con ella. Era la rubia del centro comercial. ¿Conoce a Nicky? Su corazón extrañamente comenzó a latir más rápido.
-Señorita Vause, no encuentro la caja de aceites... creo que la olvidaron.- Dijo una chica morena, quien interrumpió a Alex de sus pensamientos.
-Aaah.. vamos a revisar...- mientras volvían a la cocina, Alex volteó a ver a la chica rubia, quien sonreía y la otra chica que al parecer se derretía por Nicky.

-No, no la mandaron. Tendremos que llamar o ir por esa caja. -comentó la morena exhausta.
-¿Podrías llamar y confirmarlo? Iré con Nicky.
-Claro.
Alex salió de la cocina, era su oportunidad de volver a ver a esa chica rubia, ver sus ojos. Le resultaba confuso la fuerte atracción que le marcó desde ese día del centro comercial. No la conocía y su primera impresión fue tan graciosa para ella por haberle ganado el lugar en el estacionamiento. Aún así, cuando la volvió a encontrar en el Starbucks o H&M sentía que la conocía de hacía tiempo. Sentía cierto tipo de cariño al observarla y no se explicaba por qué. Ahora sabiendo que estaban bajo el mismo techo, de su propio restaurante, le provocaba muchas sensaciones que jamás había experimentado. Era esa emoción que comenzaba en su estómago y viajaba por todo su cuerpo, provocando que aumentara su ritmo cardiaco.
Salió de la cocina.... pero ya se había ido.
Ni rastro de la rubia ni de su acompañante. Sintió una leve opresión en su pecho que a la vez se transformó en enfado.
-Mierda.