No me bajes de esta nube

Tú

Era el medio día del lunes. Alex iba manejando rumbo al restaurante. Aunque no trabajaría ese día, necesitaba revisar las cuentas de los últimos días. El clima era un poco frío y unas grandes nubes lograban tapar por completo el sol... días nublados, los favoritos de Alex. Encendió el radio. Comenzó a sonar "Glycerine" y se dejó envolver por el ritmo de esa canción que le gustaba. Necesitaba algo para complementar el buen momento que estaba viviendo. Por ello, tomó la ruta cercana a la casa de Piper. Necesitaba verla nuevamente.

Exactamente cuando iba llegando a la casa, vio a Piper saliendo sin percatarse de que Alex se estaba acercando. Estacionó el Jeep justo frente a ella. De pronto Piper giró al notar que alguien había llegado, recibiendo con alegría la presencia de ese Jeep que tanto conocía. Alex bajó el vidrio del copiloto.

-Hola. ¿No deberías estar reposando?
-Debería, pero ya no quiero.
-Oh ya veo, tenemos una Piper rebelde... - Piper rió, mientras se acercaba a la puerta del Jeep.
-Iré a revisar mi oficina, siento que es más productivo que estar todo el tiempo aquí.
-Pero Piper, tienes que estar acostada... al menos unos días más - dijo Alex con preocupación.
-Me cuidaré, no andaré haciendo movimientos bruscos, lo prometo.
-Mmm de acuerdo. Sube. Yo voy al restaurante.
-Gracias Alex, pero pedí un Uber.
-Es tu día de suerte. Hoy seré tu Uber.

Piper no dejaba de sonreír. Alex se bajó del Jeep para poder ayudarla a subir cuidadosamente para que no se lastimara. Abrió la puerta del copiloto, dirigiendo a Piper lentamente al interior.
-Gracias...- Alex sonrió
-Será mejor que vayas cancelando el otro viaje...
-Oh, sí. - Piper sacó su celular mientras Alex cerró la puerta.
-Muy bien... - decía Alex subiendo al Jeep- ¿Alguna estación de radio o música en especial? ¿Le ofrezco algo de beber?
-Te tomas muy enserio tu papel...
-Sólo me gusta hacer la diferencia - guiñó un ojo.

Ambas estaban emocionadas. Era la primera vez que viajaban juntas aunque sea unas cuantas calles. Definitivamente el estar cerca la una de la otra lograba hacer el momento más agradable.

-¿Mamá Polly sabe que irás a la oficina hoy? - preguntaba mientras conducía.
-Mmm... no.
-Vaya que sí te has convertido en una Piper rebelde eh...
-Jajaja... los golpes que me ha dado la vida, supongo.

Se quedaron en silencio unos segundos recordando lo que había ocurrido hace unos días.

-Polly no estará en la oficina hasta más tarde, por eso aprovecho a ir. Necesito ver... cómo quedó mi oficina. - decía mientras veía por la ventana.
-Sí... - Alex notó la tristeza en la voz de Piper. Le preocupaba que al ver su oficina, volviera a revivir ese momento tan amargo y no quería dejarla sola. -¿Quires que te acompañe? - Piper volteó a ver a Alex, quien la veía de una manera tierna como alguien que busca dar apoyo incondicional.

-Por favor... ¿podrías?
-Claro que sí Piper. -sonrió- Lo que necesite. Sólo debes entender que... -Piper la veía fijamente- ...ningún chofer de Uber se habría ofrecido eh... - Piper rió.
-Definitivamente supe elegir mi viaje... - Alex sonreía- me encanta...

Voltearon a verse, dejando que sus ojos transmitieran el cariño que comenzaba a crecer entre ellas, donde ambas sentían la tranquilidad y confianza que nadie más les daba.

Llegaron al local. Lorna estaba sentada detrás del escritorio en la recepción cortando unas hojas. Se levantó en cuanto vio a Piper entrar para dirigirse a ella.

-¡Piper! - la abrazó- ¿Cómo estás?
-Mucho mejor Lorna. ¿Y tu?
-También. ¡Hola Alex! ¿Cómo estás?
-Muy bien, gracias...
-Lorna, revisaré unas cosas en mi oficina, no le digas a Polly que estoy aquí, por favor. -decía preocupada.
-Claro Piper, no te preocupes. Pasen... -Lorna les dejó el camino libre.
-Gracias - respondió Piper mientras caminaba hacia su oficina, seguida de Alex.