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—No sabía que te llevaras así de bien con Rafe, [__]. 

Sam pretendía ser gracioso por el auricular tras haber presenciado la conversación de aquellos dos. No le quedó otra que rodar sus ojos mientras miraba a su alrededor con un gesto molesto evidente en su rostro.

—Por favor, prefiero que me maten antes de seguir otro segundo más con ese niño mimado gilipollas. –masculló entre dientes, evitando que la gente mirara en su dirección.

Sam volvió a reír, pero a ella no le había causado ninguna gracia. Rafe era la perfecta manera de hacer que a [__] se le explotaran los sesos ante tan alto ego.
Entre ellos dos hubo sonrisas, risas y cumplidos bastante forzados, lo habitual, no se llevaron bien al principio y no lo iban a hacer ahora.

Lo gracioso era que él también estaba tras la cruz de Avery y lo daría todo por tenerla en sus manos. Mala suerte que el ejército de mercenarios de Shoreline y Nadine Ross trabajaban con él. Cómo olvidar aquella mujer que había invitado una copa a Victor Sullivan y cómo olvidar las ganas que tenía [__] de patear la cara a Rafe cuándo amenazó de muerte a Sully.

—No tenemos un minuto. Rafe está a punto de largarse de aquí con tu cruz.

—Espera, ¿Rafe? –preguntó Nathan con incredulidad. —¿Rafe está aquí?

—Sí, y digamos que su puja es la más alta, yo que tú me daba prisa Nate. –intervino [__].

Céntimo más, céntimo menos, todo fue cuestión de segundos cuando las luces se apagaron y los jadeos de sorpresa llenaron la sala. Sintió la mano de Sully agarrar su brazo y ambos caminaron con un paso apresurado en dirección a la puerta que anteriormente habían abierto, pero fue incontrolable ver la cantidad de gente que se movía asustada y nerviosa por ver a varios hombres armados rondando las salas. Algo le decía que no iban a salir limpios de aquel lugar, no conociendo cómo es Nathan y estando junto con Sam peor.

—Tendremos que salir de aquí cuanto antes e ir a por el coche. –Sully comentó a [__], lo cual ella asintió.

Pero los minutos eran eternos y la gente no parecía colaborar en cuanto salir del edificio. Mordió su labio inferior cuando escuchó los disparos a través de su auricular cuando Sam pedía refuerzos de Nathan. Sintió el impulso de salir de allí e ir a socorrerlos, tal y como solía hacerlo en los antiguos viajes con el menor de los Drake.

Quería sentir el tacto de un arma en sus manos y la adrenalina recorrer su cuerpo, aunque parecía que aún no llegaría su turno.

—Está bien, cambio de planes. –ella miró a Sully que empezó a caminar en otra dirección y no dudó en seguirlo. —Hay una fuente fuera de la sala de baile, ¡nos vemos allí!

Nunca sintió más terror que ver al viejo hombre conducir audazmente hasta llegar al punto dónde habían quedado. Se agarró fuertemente al asiento del copiloto mientras veía que su intención era arrasar la valla de arbustos hasta que tuvo visión de los hermanos Drake peleando a disparos con los guardias. Sintió a Sully soltar una carcajada.

—¿Alguien ha pedido una limusina? –cuesta creer que este hombre consiga ver el humor con toda esta presión de sentir los disparos en dirección al coche en el que iban.

Todo iba tan rápido que en un parpadeo los dos Drake ya estaban en el asiento trasero y Sully se dispuso a acelerar como si la vida le dependiera de ello, y nunca mejor dicho, porque las balas ya atravesaban el cristal, por lo que [__] tuvo que agacharse y cubrirse la cabeza como pudo para evitar ser testigo de una bala en su cuerpo. 

—¡Dale, dale, dale! –alcanzó oír a Sam gritar.

—¡Agarraos!

En ese momento, realmente sentía que su corazón iba a salir en cualquier momento de su pecho y que la adrenalina corría por todo su cuerpo sin un parar. Fue bastante increíble sentir aquello de nuevo.

Por sensación alguna, sabía que la aventura no acabaría aquí. 

Pero no sabía si quería volver a los viejos hábitos de nuevo.

Truthseeker » Sam Drake x lectora.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora