Guardian of my soul (Au's Sans x Lectora)

Capítulo 4: Almas Sincronizadas

WARNING

Este capítulo contiene escenas sexuales explícitas, no aptas para un público sensible.

¿Deseas continuar?

SI❤ NO

Y...¿Si te corto un brazo te vuelve a crecer? ¿Eres una lagartija?-.Golpeaste tu frente contra la mesa por décima vez al escuchar las estúpidas preguntas que formulaba Sans desde el otro lado de la cocina, estaba bien que sintiera interés por ti pero no era necesario ESE INTERÉS TAN RARO.-Puedo destrozar tu cuerpo y te regenerarías como si nada, me gustaría probar unas cosas contigo.-El esqueleto formó una sonrisa sádica mientras agarraba con su mano libre el bote de mostaza que había estado minutos antes en el salón.-¿Qué me dices niña? Seguro que mi copia barata ya ha disfrutado de tu cuerpo.-Dio un sorbo a su asquerosa bebida sin apartar aquella mirada de ti, te observaba como si fueras la mejor presa que ese cazador iba a cazar.

Por décima vez Sans, no me compares con una lagartija, no voy a tener relaciones sexuales contigo y no pienso dejarme hacer nada por ti que implique un daño físico.-Hablaste mientras permanecía tu frente contra la fría mesa, realmente a estas alturas te lamentabas de no haber ido con Frisk y Papyrus a entrenar con Undyne, estabas segura que sería más agradable soportar sus entrenamientos y clases de cocina que soportar las preguntas más estúpidas por parte del esqueleto mayor.

El esqueleto dejó aquel bote de mostaza en la mesa y sin ninguna delicadeza por parte de él agarró de improviso tu bufanda haciendo que despegaras tu frente de la mesa para poder verlo a los ojos, ese monstruo se encontraba aún sonriendo y aquellas pupilas que poseía tenían un brillo que no lograbas identificar ¿Qué estaría pasando por su mente?.-Quiero ser el primero

Quedaste unos segundos en silencio analizando lo que había dicho ¿El primero? ¿En qué deseaba ser el primero ese esqueleto?.-No entiendo...-.No te esperabas que nada más terminar de hablar las manos esqueléticas de Sans te sujetaran con firmeza de los brazos empujándote contra la mesa, quedando ambos en una posición bastante incómoda, especialmente para ti. Tu espalda se encontraba sobre la mesa mientras tus piernas colgaban sin poder llegar a tocar el suelo, estar mucho tiempo así lograría que se te acalambraran las piernas en pocos minutos.

Niña no te hagas la tonta, sabes perfectamente a lo que me refiero.-Sans liberó uno de tus brazos y con aquella mano libre agarró sin previo aviso tu pierna haciéndola descansar sobre su hombro, esa postura estaba volviéndose cada vez más incómoda y poco a poco ibas entendiendo a que se refería el esqueleto.-Estoy seguro que mi copia barata ya disfruto de ti-.Sentiste tus mejillas arder al recordar lo que habías hecho la otra noche con tu Sans, realmente había sido un momento hermoso y estarías encantada de poder repetirlo ¿Pero lo harías con Underfell!Sans en vez del Sans de tu mundo? ¿Sería engañarlo?.-Él habrá sido el primero para ti pero yo también puedo serlo-.En un descuido tuyo ese esqueleto ya intentaba desabrochar tus pantalones para desvirgar aquella lugar que tu Sans no había tocado aun...

¡ESE LUGAR NO SE TOCA!.-Agarraste tu pantalón justo en el momento en que Sans comenzaba a bajártelo para poder quitártelo y en un rápido movimiento te giraste por la mesa rodando hasta que caíste de ella. Era mejor que te cayeras de allí a que ese esqueleto te violara el trasero en la cocina.-¡ES SOLO DE SALIDA!.-Tus mejillas no podían estar más rojas que un tomate, estabas muriendo de la vergüenza mientras te abrochabas el pantalón con tus sentidos agudizados para prevenir que tu compañero no siguiera insistiendo.

¿Realmente pensabas que te iba a dar duro contra la mesa por el culo? Que mala reputación debo de tener para que piense así de mí la nueva guardiana de los Au's.-El rostro de Sans no expresaba ni un rastro de molestia, todo lo contrario, su sonrisa arrogante se había ampliado mientras se sentaba en la silla que habías estado ocupando anteriormente, disfrutando mejor de tu sonrojado rostro.-Me rompes el corazón pequeña ladrona