Laura y Miguel comenzaron como casi todas las parejas comienzan, un día de discoteca chico ve a chica, chica ve a chico, yuhu!!!, salta una pequeña chispa. Un acercamiento, unos ojitos brillantes, y de que te das cuenta ya sois novios.
Durante su adolescencia y hasta el día de su boda hicieron lo que todos, estudiar, salir, conocer gente, reuniones familiares, complicidad...
El día que Miguel con 20 años decidió dejar los estudios y ponerse a trabajar, también comenzaron los planes de futuro.
Laura continuó con sus estudios de auxiliar de enfermería mientras Miguel trabajaba y comenzaba a viajar.
Todo normal, todo standard.El amor siempre formó parte de la vida de ambos. Estaban enamorados el día de su boda, se amaban con locura cuando nació el primer bebé, y cuando llegó la segunda, y seguían queriéndose, pero la rutina y los viajes de Miguel, hacían que la pasión se fuera diluyendo, aún quedaba complicidad, pero la magia del principio fue desapareciendo, igual que desaparecen los sueños, las esperanzas de un futuro perfecto, todo envuelto en una monocorde rutina que suele envolver a muchos matrimonios casados casi 20 años. Pero se acepta, y la monotonía envuelve tu vida con un pesado manto que a veces piensas que te asfixia.
Cuando tuvieron el primer hijo decidieron entre ambos que ella se quedaría en casa aunque tuviera un buen puesto en una clínica cercana a su casa, para dedicarle mas tiempo a su bebé, cuando llegó la segunda, ya no se plantearon que Laura volviera a trabajar.
Laura comenzó a evadirse de su vida leyendo.
Probó con varios géneros literarios pero algunos necesitaban de concentración para seguir la trama, cosa imposible con dos niños pequeños gritando por la casa, por lo que decidió leer literatura romántica. Con este tipo de libros disfrutaba muchísimo, reía y lloraba con los diálogos, las tramas eran interesantes pero no enrevesadas, por lo que le resultaba sencilla la lectura y podía evadirse de algunos aspectos de su vida.Y entonces comenzaron los sueños.
No pasó nada especial, fue algo progresivo, leía un libro, y al final del día cuando se iba a dormir ( generalmente sola porque Miguel siempre viajaba), comenzaba a pensar en como seria su vida como protagonista de esas historias. Pero como suele pasar al caer en el sueño profundo, la historia se acababa, y ya era el día siguiente.
Fue un día normal, típico de un ama de casa, Miguel estaba en Dublín por negocios, y la llamó por teléfono para contarle como le había ido la reunión, y se le oía emocionado explicándole que estaba alojado en un castillo medieval que pertenecía al jefe de la empresa con la que estaba manteniendo negociaciones. Así que ya no estaba en su hotel.
Hablaron cerca de una hora, Miguel le habló de los paisajes, de la comida, de las costumbres, de lo bien que le estaba yendo el viaje, de que la echaba de menos, de cuanto disfrutaría ella allí. Se despidieron deseando volver a verse en unos días.Laura acostó a los niños y se preparó para irse a dormir, fue la primera vez que lo vio en sus sueños, fue la primera vez que soñó con Malcom.
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En Mis Sueños (Historia Completa)
Ficción históricaLaura se siente atrapada en un matrimonio convencional y en una rutina aburrida, el único medio de escape que tiene son sus sueños. Con ellos se traslada a la Escocia Medieval, donde intentará conquistar a un guerrero hosco y taciturno. ¿Logrará Lau...