En Mis Sueños (Historia Completa)

Capítulo 26

-Yo te quiero Laura, te amo en mis sueños, y te quiero aquí por como te he visto tratar a mi hijo. Pero no me contestes, solo escúchame.
Laura no podía creerselo, había dicho que la amaba.
Sí, debía estar muy borracha, eso era, seguro que se despertaría con un terrible dolor de cabeza, y este momento con Malcom era otro sueño, una ilusión.
-Conforme pasaba el tiempo y soñaba contigo, me sentía más atraído por ti. No eran sueños normales. Todo parecía tan real, que no sabía como afrontarlo. No hablé nunca con nadie de mis sueños ni de ti. Me sentía desconcertado.
Trabajaba como un loco, para que mis ansias de dormir y soñar contigo no afectaran a mi vida real. Muchas personas dependen de mi trabajo. Me sentía abrumado. Y entonces te ví.
¿Sabes? Nunca pensé que el tiempo pudiera detenerse en un instante, pero lo hizo.
Viajé a España para establecer relaciones comerciales con una empresa del país y al entrar en un despacho allí estabas tu.
-¿Yo?, pues te habrás equivocado, yo soy una ama de casa corriente y moliente.
Malcom sonrió.
-Era una fotografía encima de una de las mesas. Una familia sonriente, eras tu. La empresa consiguió el contrato porque te ví. Y todo lo que he hecho desde entonces ha sido para acercarte a mí.
-Vaya...esto..todo esto...estoy un poco confusa. No me mal intérpretes. Yo te abandoné en mis sueños. ¿No me odias?.
-Dejé de soñar en el momento en que te fuiste, no, no te odio. Me costó mucho entenderlo, pero lo entendí, el amor es sacrificio.

Malcom se acercó hasta quedar frente a ella. Le acarició el pelo con cuidado. No quería asustarla. Había trabajado tanto. Y ella estaba allí. Tenía que besarla. Y lo hizo.

Era su Malcom, la estaba besando y el fuego la consumía. Se apretó contra él. ¡Madre mía!, sentía que se derretía, no podía dejar más manos quietas. Era él. Olía a él. Le amaba.
A lo lejos oía el rugido del mar y los ladridos del perro. Solo podía concentrarse en Malcom, estaba deseando tumbarlo en la arena y arrancarle la ropa...era el paraíso.

-¡Lauraaaaaa!, ¡Lauraaaaa!...¿Que haces?....¡suelta a ese hombre!....¡suelta a mi esposa!....

Laura notó que Malcom se quedaba rígido, y se apartaba suavemente.
Suspiró con pesar. Se encontraba en las nubes y le molestó sobremanera la voz estridente de Miguel. Se giró para enfrentarle.
Malcom la agarró del brazo para pararla.
-Malcom, esto tengo que solucionarlo yo. Déjame que hable con él un minuto por favor.
-Muy bien, pero como te ponga un dedo encima...

Laura dió un par de pasos hacia Miguel.

-¿Que quieres Miguel?, le preguntó a su marido.
-¿Que estás haciendo con ese...ese?....es el señor Haffer...¿que haces con mi cliente?, seguro que lo estás molestando...
Señor Haffer, señor...disculpe a mi esposa seguro que ha bebido mucho. No quería, seguro que no, lanzarse encima de usted, me la llevo.

Dió un paso alante para coger el brazo de Laura.
-¡No me toques!. Yo no estoy borracha, y no me he lanzado encima de Malcom, bueno, tal vez si, pero eso solo nos incumbe a mí y a él. Tu ya no formas parte de mi vida. Estoy aquí para que firmes el divorcio y te puedas ir con tu amiguita.
-Pero Laura cariño...
-Ni cariño ni nada, firmas y me liberas. Yo no te quiero, y casi no te tolero. Si quieres saberlo amo a Malcom, sí, hace años que lo amo, lo amo antes de conocerlo. Estoy cansada de ti, vete. Y firma los papeles. Se giró hacia Malcom y le dió la mano.
-PE...PE..pero...los niños...nosotros...
-Firma los papeles. Y agarró con fuerza a Malcom para alejarse de allí.

Malcom la miraba con asombro.
-No me mires con esa cara. Siempre me costó mucho no decirte que estaba casada, no me gustan las mentiras. Tu eras mi deseo, mi felicidad.
-¿No te doy miedo?¿Todo esto?, le dijo mientras con el brazo indicaba hacia el castillo.
- Malcom, hemos perdido muchos años soñando, ¿porqué no arriesgarnos un poco?¿porqué no soñar?.
Él la abrazó con gran ímpetu, y la alzó haciéndola girar.
-Tenía miedo de asustarte, todo esto lo he hecho por ti, todos los pasos de mi vida los he hecho por ti, te amo Laura.
Laura lo abrazó fuerte por el cuello.
-¿Y tus hijos?¿Y tu vida?¿Lo dejarías todo por venir a vivir aquí conmigo? Le dijo a su amada.
-Malcom, aún no lo has entendido ¿verdad?, tu eres mi vida. Mis hijos son mayores, podrán elegir dónde vivir si a ti no te molesta tener un par de adolescentes por aquí. Yo estaré donde tu estés.
-Me encantará que vivan aquí, y creo que a Marc también. Trabajaré menos. En cuanto Miguel firme nos casaremos. Esta vez nadie nos va a separar.
-Te amo Malcom.
-Te amo Laura.

Y cogidos de la mano volvieron a pasear por la orilla del mar, ahora podrían vivir en un sueño infinito que sería su realidad.

                                                                                            FIN