Un ángel y un diablo

Capítulo 10: petición

Lena suspiró cuando se metió en el asiento del pasajero del convertible de Julia, que ella notó que ahora estaba pintada de un azul eléctrico brillante y reluciente en lugar de un negro fucsia.

"¿Estás tratando de cegar a alguien con este trabajo de pintura?"

Ella comentó, ganando una sonrisa de Julia que sólo replicó.

Estoy muy seguro de que preferirías montar en éste más que en el otro.

Lena arqueó una ceja al oír a Katya entrar por la espalda.

-¿Cuántos coches tienes?

Julia solo sonrió con aire sarcástico

"Tres."

Manejaron en silencio durante algún tiempo cuando Lena miró al espejo de revisión, viendo que Katya estaba ocupada con algo en el teléfono de Julia con los auriculares antes de volverse hacia Julia.

-¿Estás seguro de que es seguro que salgamos así, quiero decir, si están tratando de obtener un rescate de mi papá, entonces no habrá más de ellos?

Ella preguntó, su voz era demasiado baja para que su hermana oyera aunque Julia apenas suspiró, una mano moviéndose del volante y tomando la mano de Lena.

"Vas a tener que confiar en mí en esto, saben que alguien tan poderoso como ellos está ayudando a tu familia y no pensará en hacer mierda por un tiempo. Te juro que preferiría morir que dejar que nada suceda Para ti o para Katya.

La seriedad de la voz de Julia atrapó a Lena con la guardia baja.

Sólo nos conoce desde hace una semana ... ¿por qué estaría tan dispuesta a morir por gente al azar?

-preguntó Lena, aunque la brutal honestidad de las palabras de Julia causó que algo dentro de Lena se rompiera.

-No. Nadie va a morir por este lío.

Dijo ella, apretando los dedos alrededor de Julia.

No hay manera de que les deje hacer daño a mí oa mi familia. No me importa qué o quiénes sean ... Incluso si tengo que aprender a luchar para protegerla.

Lena

Julia comenzó, los ojos se dilataron cuando ella se detuvo ante una luz roja, volviéndose hacia la pelirroja que sólo negó con la cabeza.

No lo hagas.

Fue todo lo que Lena respondió.

No estaban seguros de cuánto tiempo se habían mirado el uno al otro sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos repentinamente por la voz de Katya que pedía del asiento trasero

-¿Se van a besar los dos?

Ambos adolescentes luego se sonrojaron, separándose rápidamente mientras gritaban al mismo tiempo

"¡No!"

¡Cállate Katya!