Un ángel y un diablo

Capítulo 13: deseo borracho

"Sabes que beber esa mierda no ayudará, ¿verdad?"

Iván suspiró mientras se sentaba al lado de Julia, que sólo miraba.

"Cierra el viejo. Anya es un jodido coño ... y no cree que no sé dónde estaría si no fuera por ti?"

Julia dijo, ganando un suspiro.

"Todavía quiero poner mi pie en el culo de ese hombre por hacerte eso a ti".

Iván comentó, ganando un suspiro.

-¿Dónde está Lena?

Esto sorprendió a Ivan sin fin, aunque un Julia medio ebrio alrededor de armas o cuchillos no era una buena idea.

"Aquí está el trato, te pones el vodka y voy a ir a buscarla. Lo último que necesito es que dos adolescentes deprimidos se emborrachen".

No estoy deprimido.

Julia se arrastró, ganando una sonrisa.

Y supongo que tampoco estás borracha.

Reprendió antes de tomar la botella y salir de la habitación.

"Wow, estas gafas realmente actúan mejor que un alcance. ¿Cómo diablos haces estas cosas?"

Dijo Lena, obteniendo una sonrisa de Pari.

"Tengo mucho tiempo en mis manos, además tengo trastorno hiperactivo deficiente de atención, tengo que hacer algo para mantener mi cerebro y manos ocupadas".

-Lena, Julia te está pidiendo ... Palabra de advertencia ... Está tan borracha como un marinero.

Iván llamó desde la puerta antes de añadir con una sonrisa

"Antes de irte ... ¿puedes convencer a Katya de que no hay tal cosa como hombres lobo?" Ella encontró la colección de películas de terror de Anya. "

Lena gimió y entregó las gafas de nuevo a Pari que sólo sacudió la cabeza.

Si quieres protegerte a ti ya tu hermana, podrían ser útiles.

Lena no estaba segura de lo que ella esperaba cuando entró en la habitación que tenía el nombre de Julia colgado en la puerta en letras de graffiti, pero una habitación llena de no sólo carteles de la banda, sino también un pequeño estante lleno de beanie bebés no lo era.

Julia estaba tendida en su cama, con los ojos cerrados, pero cuando Lena entró, miró hacia arriba.

-¿Estabas donde estás? Ella preguntó, el discurso pesadamente arrastrado.

"En el área de tiro con Pari. ¿Qué demonios te pasó?"

Lena respondió, oyendo a Julia reír ligeramente

"nada."

Lena rodó los ojos mientras se dirigía hacia la cama.

Sabes que Anya está llena de mierda.

Lena dijo ganando un suspiro.

Iván también lo dice.

Se sentaron en silencio durante un rato, antes de que Julia

"Así que usted está aprendiendo a disparar, ¿por qué? Podemos cuidar de usted y Katya muy bien."

Lena suspiró entonces mientras se recostaba en la cama al lado de ella.

"Lo pondré de esta manera ... No quiero ser una damisela en el desierto."

Julia asintió y se volvió hacia ella, sonriendo ligeramente

"Si yo entiendo."

Permanecieron en silencio durante un rato, Julia mirando el techo cuando de repente dijo

Sabes que eres muy guapa.

Lena sintió que su cara hacía calor al oír eso.

"No soy."

Julia se volvió hacia ella.

Tú eres, eres muy guapa, quien te dijera que no lo eres, es una cueva de mierda.

"Ve a dormir Julia, estás borracha."

Ese día, Julia se despertó con un mal sabor en la boca y un golpeteo en la cabeza, aunque lo que la sorprendió fue el hecho de que Lena estaba tendida al lado de ella.

"Maldita sea ... Espero no haber hecho nada extraño."

Ella murmuró cuando se levantó y tropezó con el baño, enjuagándose la boca con enjuague bucal antes de agarrar una botella de analgésicos del gabinete.

Nota a sí mismo, la próxima vez que desee obtener desperdiciado ... Tómelo con calma y no beba Vodka derecho.

Pensó mientras caminaba hacia la cama.

Hizo una pausa cuando vio cuán pacífica estaba Lena.

Esta es la primera vez que duerme profundamente desde que ha estado aquí. ¿Que demonios?

Se preguntó antes de recordar el sueño que la había despertado.

Maldita sea ... Por favor, dime que no estoy empezando a aplastar a mi maldita sala.

Ella se preguntó.

Hundida lentamente en la cama, Julia se permitió contemplar esto durante algún tiempo antes de que finalmente suspirara.

"Joder ... si lo soy, lo soy."

Pensó mientras miraba la forma dormida de Lena, bajándose lentamente hasta que sus labios apenas se rozaron.

Alejándose, Julia trató de ignorar el revoloteo de la sacudida que le dio el estómago y suspiró.

'maldito mierda'