Capítulo 16: traicionado

208 13 0
                                    

-¿Y qué vamos a decirle a tu hermana?

-preguntó Julia mientras volvían hacia la base.

Deja que lo averigüe por su cuenta, siempre está husmeando en mi negocio.

-replicó Lena, riéndose.

-Oh, sí, deja que tu hermana nos vea besar o algo así y luego volverse loco.

Julia replicó justo cuando su teléfono móvil sonó.

Gimiendo, la abrió y contestó.

"¿Qué es Iván, Anaya hizo qué? ¿Qué diablos demonios? Está bien ... Lena y yo estamos en camino."

Después de colgar Julia se volvió hacia Lena.

"Tienes dos opciones: déjame conducir o puedes entrar en la acción".

-preguntó Julia, preocupada por lavarse la cara mientras Lena apenas suspiraba.

-No hay manera de que en el infierno te deje entrar por tu cuenta, además no confío en Anya.

Cuando entraron en el edificio, Lena tuvo cuidado de sacar su arma, y ​​las gafas tecnológicas inferidas recogieron con facilidad el calor del cuerpo en la habitación de al lado.

-Tres ... En la habitación de al lado.

Dijo Lena, obteniendo una sonrisa.

"Tres? Realmente, podemos salir de este lío sin matar ... si tenemos suerte".

Julia susurró mientras caminaba Lentamente hacia la puerta, lanzando un objeto tipo bomba que soltó instantáneamente un gas azul brillante.

Date prisa, vete afuera.

-ordenó Julia, prácticamente tirando de Lena.

Una vez fuera, Lena miró a Julia, jadeando.

"¿Qué fue eso?"

Ella preguntó, ganando una sonrisa

"Gas del sueño, el color de Pari codifica todo, ayuda con su TOC, si era de gas rosado, entonces se podría decir que estaban muertos".

Al cabo de unos minutos, volvieron a entrar, aunque Julia se quedó inmóvil cuando vio que estaba tumbada en el suelo.

-Lena, ayúdame a sacar a Anya y arrastra el trasero de aquí antes de que haga algo de lo que me arrepentiré.

Julia comentó que levantó la parte superior de Anya.

Después de cargar a Anya en la parte trasera del coche de Julia, Julia se metió en el asiento del conductor.

"Espero que no te pongas enfermo."

Lena nunca había visto a alguien ser capaz de conducir tan rápido y permanecer en el carril derecho de la carretera. Pero Julia podía, aunque por la tensión que sentía en su mandíbula había algo malo.

-¿Julia, estás bien?

Ella preguntó más tarde esa noche después de Katya estaba en la cama y los dos mayores adolescentes donde sentados en medio de la habitación que todos comparten.

"¿Has visto al tipo alto con el pelo rubio?"

Julia respondió, su voz se quebró ligeramente.

-Sí, ¿quién es?

Lena respondió, tomando la mano de Julia.

Julia permaneció en silencio durante algún tiempo antes de hablar por fin, su voz casi demasiado baja para oírla cuando lo hizo

-Él es mi padre, Anya iba a decirle dónde estaba.

Un ángel y un diabloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora