| Historia publicada con Novacasa Editorial |
En Denver High se dice que si pones tu nombre en el casillero 420, Cupido encontrará a tu pareja ideal. Y ahí es donde entra April Jones.
April es alguien invisible para las personas y con pocos amigos...
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APRIL
Inmediatamente comenzó a retroceder.
━Um... bueno, fue... ━balbuceó. ━Un impulso del momento, eh...
━Alan, cállate, ━espeté. Él cerró la boca obedientemente. Una débil risa emanó del chico detrás de mí. ━¿Estoy equivocada, o había una cláusula distinta en nuestro contrato el cual decía que me tenías que informar de todas las fiestas que tenías pensado hacer?
━¿Tenemos un contrato? ━preguntó Allan, desviado momentáneamente por la confusión.
━No escrito, ━expliqué con impaciencia. ━Pero supuse que se entendían algunas cosas, y esa era una de ellas.
Pude sentir a Darren escuchando. Maldita sea. Tendría que censurar lo que iba a decir, ya que no desperdiciaría mis mejores insultos en alguien que no los entendería, sobre todo si no quería que Darren descubriera la relación entre Allan y yo. Estaba realmente sorprendida de que él no lo hubiera descubierto aún, pero tal vez su esnobismo y la seguridad de su inteligencia lo cegaban. Pero aún así, sería difícil discutir con Allan sin decir nada.
━Sí, supongo, ━dijo Allan. ━Y la verdad es que te lo iba a decir...
Lo miré con incredulidad. Por ahora, debería haber pasado por su mente opaca que no me importaban las excusas a menos que fueran extremadamente válidas, lo que ciertamente no era. Debería haberse dado cuenta de que cada palabra que decía solo estaba haciendo crecer mi ira.
━Amigo, cállate, ━aconsejó Darren, aunque por debajo de su tono aburrido pude detectar un atisbo de interés divertido. ━No creo que esté funcionando.
━Puedo manejar esto yo sola, McGavern, ━escupí, sin dignarme a mover mi mirada de Allan, que estaba mirando a su alrededor en busca de una ruta de escape. ━Muchas gracias. Allan. ¿Cuándo y dónde?
━El sábado, ━murmuró avergonzado, mirándose los pies, no es que hubiera una gran diferencia entre eso y mirarme, Lex era obscenamente alto. ━En casa, a las ocho.
Gruñí, no es que hubiera esperado menos. Allan era un buen chico, pero no entendía eso, él lo encontraba divertido, otros no. Esto significaba que todo el sábado por la mañana me lo pasaría ayudándolo a montar todo, durante la noche estaría recluida en mi habitación, y el domingo por la tarde estaría limpiando. Ni siquiera incluyo el tiempo invertido en convencer a Jack y a mamá para que se vayan de la casa, eso me quitaba todo el fin de semana: ni siquiera tendría tiempo de ir al gimnasio como lo había estado planeando.
━Allan, ━le regañé con resignación. ━Sabes que Jack dijo que se suponía que ahora me debías preguntar.
━¿Por qué habría de...? ━preguntó Darren, pero lo interrumpí, girando sobre la punta de mis pies para mirarlo con una dulce y enfermiza mirada.
━Darren, por favor, ¿no ves que estoy hablando? ━dije con una sonrisa falsamente congraciada. ━El tiempo de las preguntas será más tarde. Tal vez.
