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Omegle es una página para hablar con el mundo de lo desconocido, donde todos a veces desean tener un juego sexual, también donde realmente quieres conocer a personas que piensen o sienten igual que tú.
Solo fue por diversión que...
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Los días se estaban pasando realmente lentos, osea, aún el verano no hacia su llegada. Pero aún así yo estaba realmente ansiosa por eso pero, faltaban pocos meses para las vacaciones y se dice de hacer calor, por supuesto.
Todos estos días que he estado hablando con Yoongi y si lo digo todo, es todo. Él de estaba convirtiendo realmente especial para mi, realmente me gustaba y tenia miedo de que siento por el. Pero algo también me decía que el tenia un gran sentimiento hacia a mi, no sé, su manera de actuar, de preocuparse por mi, de cuidarme aunque estemos muy lejos. Digo, a mandado a su pobre amigo de chofer a todas las fiesta que he ido con Irene. Queda decir que ellos se coquetean así que no creó que sea tan pobre. Okay, volviendo al tema.
Yoongi estaba siendo malditamente dulce conmigo, y no sé pero no me quiero hacer ilusiones.
Últimamente las llamadas han sido nuestro medio de comunicaciones. Me refiero a las llamadas por skype, o llamadas normales. Donde puedo escuchar y ver todo lo que el hace y creanme, es un show que todos deben de presenciar, Él es jodidamente hermoso. Y ese, es un pecado.
Ahora estaba sentada en mi escritorio, con una remera de mangas largas, pero esta era fina. Unos pantalones sueltos para estar más cómoda y mis zapatillas.
Yoongi estaba con una remera roja, un gorro de lana cubriendo su cabello, unos jeans, creo. Y una mirada y sonrisa maravillosas.
– ¿No has estado saliendo últimamente?
Pregunté. El fruncido su ceño y de un momento a otro, se vio desconcentrado.
– No, no lo he hecho.
Su ceño lucia fruncido, ¿había algo qué le estaba molestando?
– ¿Qué pasa?
Él me miró por medio de la cámara y su mirada se hizo más suave.
– Nada, nada. No te preocupes sweetie, solo estaba pensando en que no he salido últimamente.
– ¡Vamos! Eso no es un crimen.
Él me miró y río negando con la cabeza.
– Sí para el break pussies.
Comentó bajo para que yo no lo pudiese oír pero, sí lo hice.
– ¿Q-qué dijiste?
Pregunté un poco sorprendida. El me miro igual y después su rostro se volvió horrorizado.
– ¿Qué escuchaste?
– Escuche algo como... break puss...
Me detuve. Realmente no podía decirlo, ese era un vocabulario que realmente no me gustaba utilizar y me sentía incomoda y más con un chico.
