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Omegle es una página para hablar con el mundo de lo desconocido, donde todos a veces desean tener un juego sexual, también donde realmente quieres conocer a personas que piensen o sienten igual que tú.
Solo fue por diversión que...
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Caminé donde el aún estaba en el suelo tapando sus ojos, me puse de cuchillas y me acerqué a su rostro.
– Hueles asqueroso.
Dije arrugando la nariz, solo había olor a alcohol en su rostro.
Yoongi río.
– Gracias.
Dijo con la voz ahora ronca. Miré su pijama, pantalón gris que caía sensualmente de su cadera. Suspire tratando de no concentrarme en otra cosa.
– Vamos, levantate.
Dije mientras tomaba sus manos, él las aceptó y empezó a acariciarlas. Rodé los ojos.
– Yoongi, ¡ayudame y levantate!
Le dije molesta, no quería que me hiciera cariño cuando yo solo venia a hablar.
Se levantó lentamente y se tambaleo un poco, suspire frustamdome. Nunca había liado con un borracho, me puse a su lado, con mi brazo derecho rodee su cintura, y con la otra mano pasé mi brazo izquierdo por mis hombros. Y lo ayudé a caminar hacia el baño, ahí se iba a quedar hasta que vomitara todo el puto alcohol.
Lo senté en el mueble al frente del espejo y tomé un paño, lo mojé y volví hacia Yoongi, quien no dejaba de mirarme en el espejo con el ceño fruncido. Suspire y me puse delante de el para que dejara de verse, puse mi mano en su mentón para que mirara hacia a mi y empecé a pasarle el paño por su rostro. Y el solo me veía a mi.
Mire sus ojos, sin brillo, sin ese brillo en particular que lo caracterizaba, pero él me miraba y sus pupilas se dilataban. Comencé a pasar el paño por su mentón, luego por sus labios, sus mejillas y terminando por su frente.
– Ahora te pararas y vomitaras todo el alcohol.
Dije. Yoongi me miró confundido entonces ahí estaba, la borrachera.
De inmediato se volvió mirando en donde poner todo lo que tenía que botar. Lo guíe rápido hacia la taza y el comenzó a vomitar, puse mi mano en su espalda y solo la acariciaba. El dolor era insoportable pero no me iría de ahí hasta que estuviera bien.
Busque una toalla en el baño para pasársela y que se secara. Eso hizo al momento de detenerse por completo y dejar las arcadas atrás. Se sentó en la taza y se paso la toalla por su rostro cerrando sus ojos.
Fui hacia la ducha y puse el agua, puse la temperatura apropiada, me paré enfrente de él, Yoongi me miró entrecerrando los ojos, no me gustaba verlo así.
– ¿Cuántas latas de cerveza te tomaste?
Dije al momento de poner mis manos en su torso para mover hacia abajo.
– No sé.
Dijo hablando despacio, lento. Suspiro en el momento en el que puse mis manos en el elástico de su pijama. Él sonrió pícaramente mientras negaba con la cabeza.