¿Un amor genuino se puede convertir en una obsesión?
•Hey! Esta novela fue editada y casi que reescrita, así que te puedes encontrar con muchos comentarios fuera de contexto porque quité muchas escenas y puse otras.
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Pov's Adeline.
Cayden, me observa fijamente sin decir nada, su rostro tiene la expresión de incredulidad, asombro, confusión y miedo.
— ¡Contesta!- Grito sin poder contener más mis lágrimas. Inna, me mira divertida desde atrás.
— Tú me dijiste que querías terminar esto, Adeline.- Dice con frialdad. No es para nada la explicación que esperaba.— Todo tiene explicación, déjame...- Dice, pero la bofetada que le doy interrumpe sus palabras.
— ¡Eres un desgraciado!- Grité con cólera.
— Por favor, vamos a hablar en otra parte.- Dice acercándose a mi.
— ¡No! ¡No quiero volver a verte en mi vida!- Digo empujandolo y me volteo para salir de esa casa.
Camino rápido, pero unos fuertes brazos detienen mi caminata.
— Por favor, tienes que escucharme.- susurra, esta vez con miedo en su voz.— No puedes irte así sin escucharme.
— ¡Sueltame!- Grito removiendome en sus brazos.— ¡No quiero escucharte, no quiero verte! ¡No me toques después de haber tocado a esa zorra!- Grito tratando de pegarle, pero él es más fuerte.
Por la puerta entran los guardas que estaban en la entrada de la casa y atrás viene Charlotte.
— Calmate, Adeline.- vuelve a pedir.— No te voy a dejar ir.
Charlotte, mira la escena asombrada y después sus ojos se trasladan hacia Inna, su expresión cambia a una furiosa y supongo que es porque ya dedujo por ella misma lo que descubrí.
— ¡Déjala, Cayden!- Grita Char, acercándose a nosotros.
— Tú no te metas en esto.- habló entre dientes.
— Me meto porque puedo y quiero.- Contesta mi amiga furiosa.
Aprovecho su pequeña discusión y lo golpeo con mi codo con todas mis fuerzas en su estómago. Inmediatamente me suelta para coger su abdomen y salgo corriendo sin mirar atrás. Me paso los guardas y salgo de la mansión. Atrás escucho los gritos de Charlotte y Cayden, pero hago caso omiso. Salgo por la puerta pequeña que tiene el portón y corro hacia el taxi.
— Saqueme de aquí por favor.- Digo agitada en cuando me subo en el.
El señor capta rápido y arranca.
— ¿Se encuentra bien, señorita?- Pregunta mirándome a través del espejo retrovisor.
— No, sólo llevame a el bar más lejos de aquí que esté abierto.- Digo entre lágrimas.
— ¿Le hicieron algo? ¿Quiere que llame a la policía?- Pregunta el señor.
— No, sólo fue que mi novio me traicionó.- Respondí.— No me hicieron nada. Sólo lleveme al bar más lejos.
