Carta no° 12

7 2 2
                                    

Ahora que el silencio destierra cada palabra que te dije y el dolor anestesia mi corazón, tan solo aprovecho este momento para decire adiós. Tras tanto tiempo pasado es hora de que continúes ya sin mi, y más sabiendo que hay tantas razones para vivir...
No quiero que llores por mí, quiero que te alegres por ti, quiero que te vuelvas a enamorar, quiero volver a verte ser feliz...
Aunque ya sabes que yo jamás podre olvidarte, y tan solo ese tiempo que gastamos conoce el dolor que te produjo amarme.
Son tantas las cosas que me quedaron por decirte mientras aún podía... quizás todo se resume en que eres todo cuanto he amado, y aunque ya no estoy aquí, quiero que tu corazón sepa que te cuidaré, te protegeré y te seguiré amando desde aquí.
Sé que en ti hay momentos de culpa, en los que tu mente te acusa de no haber podido hacer más cuando lo hiciste todo, cuando no hay nada por lo que se te pueda culpar. Ya no queda ningún mal en las ruinas de este amor, pues me alimente de tus besos para conseguir la fuerza que los desterrara a todos...
Y aunque ya no esté, sigo aquí, pues vivo si hablas de mi, vivo en el viento que te peina cada mañana, en la luz que entra cada noche por tu ventana pasándose en ti, vivo en ti y muero en ti, pues muero cada vez que las lágrimas rasgan tu piel, muero por cada vez que te derrumbas, muero si crees que no vivo en ti...
Pero gracias a ti he aprendido a amar, he aprendido a guardar algo tan dentro de mi y he aprendido a no perderlo nunca, y he conseguido que ni la misma muerte lo haya marchitado. Y tras todo lo que me has enseñado, tras todo lo que me has hecho vivir, ahora me toca decirte con una fugaz sonrisa que soy feliz, que estoy aquí, y estoy para que tu también lo seas...
Desde aquí te protegeré cada día u cada noche cuidaré de ti colándome en tus sueños, apartando todo mal tan solo para susurrarte al oído mientras duermes... que te amo.
Desde aquí te esperaré por siempre, escribiendo letra tras letra todo aquel tiempo que ya no volverá, aquellos recuerdos ya marchitados y este sentimiento que sigue ardiendo desde la fría oscuridad.
Os esperaré acompañado en mi soledad, sin estar solo en la oscuridad que me cubre, pues me cuidan el amor y la esperanza, y mis compañeros son el recuerdo y el llanto con el que vivo en ti.
Y tan solo le digo al tiempo que quiere dejar de existir que nunca te olvidaré

Tan solo un alma que descansa ya en su eterno sueño.

El Amor En CartasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora