Carta noº14

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Tan solo un triste mortal, tan solo el sufre con placer la esclavitud, siendo solamente un siervo del amor. Y todo esto por el anhelo del propio amor, de su amor. 

Mi flor, tan bella, tan solo puedo rogar a todos y cada uno de los dioses que hay, tan solo puedo pedirles que me obsequien con el valor, o al menos poder encontrarlo, por yo, sin ti, nada seré ni tendré, estaré vacío, estaré lleno de un profundo vacío.

Día tras día, hoy, te volví a buscar, y tan solo pude hallar tu cuerpo en aquel lugar, en mis sueños. Los sueños de este pobre amante de lo ajeno, de este ladrón que pretende robar algo tan simple y tan apreciado por él... pretende robarte un beso.

Mi bella flor, hoy volveré a implorar a los dioses para que me den el valor que consiga hacerme lo suficientemente fuerte como para cumplir mi cometido, para robarte ese beso. Y aunque ese beso, tan solo un beso sea el que selle mi fin, no me importará, pues sé que ese beso es para mi una razón, la razón de mi ser, de todo lo que hago, por lo que consigo hacerme fuerte... es la razón de mi vida.

-Este pobre ladrón.

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