Nunca pensé que se acabaría, pero se acabó. En tan solo un momento... un maldito instante...
Por unos momentos me culpaba de todo haciéndome creer que tenía razón, que todo era culpa mía, en otros momentos solo pensaba en que ya no podría tener eso que tanto deseé, tus manos en las mías, tampoco podía creer que ya no fuera a probar tus labios algún día... Solo quedaba lamentarme, pero decidí llorar, que las lágrimas me limpiaran por dentro porque sabía que tu no querrías verme lamentandome sin hacer nada... sentado... sin levantarme... Pero aunque todo se acabara no te olvidaré jamás, siempre te amaré, porque gracias a ti pude seguir adelante cuando no podía, me ayudaste a levantarme y dejar de estar sentado.
Las lágrimas fueron dejando de caer mientras hablaba contigo, mientras me levantabas después de quitarme la silla, porque sabías que era la única forma.
Ahora gracias a ti sé que soy capaz de ser feliz, de salir adelante, y hacer lo que me habías dicho: empezar de nuevo. Y así lo haré, empiezo de nuevo, voy a comerme el mundo, y todo gracias a que me cambiaste.
Empezar de nuevo no significa olvidar lo pasado, no significa olvidar las cosas buenas que estuvieron y se fueron, no significa olvidarte.
Gracias por hacerte inolvidable, por levantarme, por ayudarme a ser feliz, por estar ahí... Gracias.
Siempre, quien nunca te olvidará.
