Carta n° 22

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Naces, creces, te enamoras, todo es genial, todo es mentira, una decepción, lo mandas a la mierda, y vuelta a empezar, una y otra vez, hasta que estiras la pata supongo. Eso es el amor, una mezcla de sentimientos que sabe bien pero acaba pegando fuerte. Acaba pegando lo más fuerte que puede y no te queda otra que elegir entre llorar por las esquinas como si te hubiera pasado lo peor del mundo, quejándote una y otra vez, deseando no haberle conocido... o asumirlo y recordarle bien, con quizá una falsa felicidad, pero bien.
Entre personas que lo pasan mal (y recalco que pasarlo mal no es lo mismo que llorar por todo) es jodido saber como acabar todo. Al principio era de esos que lloraban cuando a ella le había ido mucho peor que a mi, me llamaba débil a mi mismo, idiota, no sabes hacer nada, le vas a acabar jodiendo... esas mierdas, pero ella había sufrido peores cosas y en parte supongo que hice bien en enamorarme. Me hizo fuerte, ya no voy llorando por las esquinas, voy haciendo fuertes a los demás, pero por muy fuerte que sea sigue taladrándome la cabeza el pensamiento de que mentía, la decepción que me causó. No podía seguir, tenía miedo, decía que no podía, y yo solo podía decir que le ayudaría, que estariamos juntos para siempre porque me lo había prometido yo mismo. Y justo ahí se fue, y... me quedé solo, pensando, y... me vino un pensamiento a la cabeza...
Si tan fuerte es, si me ha hecho fuerte, por qué se ha ido... yo estaba para ayudarla pero igualmente dijo que no podía... no logré entenderlo, ella era fuerte, solo estaba aislada en esa mierda de pensamiento que nos terminó separando. Lo habría dado todo por ella... lo daba todo por ella, costase lo que me costase, decía que no quería eso, no quería que me hiciera daño por ella... no sé cuál de los dos tenía que entender, si ella que yo daría todo por ella porque era lo que me hacía feliz, o yo que ella no quería que me hiciera daño porque eso le apenaba... no quería que siguiera haciéndome daño por ella, o quizás solo no quería verlo... no sé, solo pude quedarme con una gran decepción, y aún así, aún pensando en increparle que ahora ella era la débil, no lo hice porque le seguía amando, sabía que eso le iba a hacer daño y que no quería recibir ese daño de mi... y dejé que se fuera, y aun así la sigo amando, y aun así me sigue decepcionando esa mierda y no puedo dejar de pensar en ella...
Supongo que ya lo único que me calma es hacer lo que me enseñó, hacer fuerte a la gente, pero no pienso decepcuonar a nadie...
Solo puedo seguir pensando en ella cada vez que ayudo a alguien, y, cuando estoy solo, llorar sin parar porque la sigo amando y porque sé que ella podía seguir... ella me cambió haciendo que yo pudiera seguir, y si he podido... ¡¿Porqué no ella!? Joder... no sé si lloro porque la perdí, porque me decepcionó, porque le hecho de menos... o supongo que por todo ello junto...
Ella era la razón por la que me estaba esforzando en todo y ahora sigue siéndolo, creo que de alguna manera me esfuerzo por ella, haciendo a la gente fuerte, como ella a mi... o supongo que solo es que la amo...
Supongo que desearía tenerla conmigo...
Supongo que querría acariciar su pelo...
Supongo que querría intentar hacerle fuerte costase lo que me costase...
Supongo que me encantaría besarle...
Supongo... sé que sigo amandola y la quiero amar...

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⏰ Última actualización: Dec 05, 2017 ⏰

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