Capítulo 4

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Entré al baño de la escuela y peine mi cabello. La puerta se abrió y dejó visible a Sofía. Aquella chica que solía maquillarse hasta que no cupiera un gramo más. Aquella que humilla y es soberbia.

-Oh, pero miren aquí tenemos a la monjita.

-Oh miren aquí tenemos a la zorra.- respondí. Guardé mi cepillo y agarré la mochila para luego dirigirme a la salida, pero Sofía me agarró del pelo y me empujó.

-A mi no me hablas así.- dijo airada.

-Escucha Sofía no eres la reina de la escuela. Deja de molestarme.- la empujé y salí del baño. Me dirigí al patio trasero y caminé en silencio hasta que Josh apareció acompañado de sus secuaces.

-¿Ibas a alguna parte?-

-¿Tú ibas alguna parte?- le pregunté.

-Mira estúpida naca me golpeaste y partiste mi labio así que pagarás por eso.- Levantó su mano y me empujo fuerte. Cai al suelo y todos comenzaron a reír y Josh dijo:

-Vamos levántate y golpeame otra vez. Perra.- se fueron y me hice un ovillo al lado de un árbol. Comencé a llorar de coraje Escuché pisadas y sentí miedo. Me puse de pie de apresuradamente y divisé a Dereck.

-Aléjate. No me toques.- agarré la mochila y Dereck frunció el entrecejo. Corrí lejos de allí me dirigí a otra clase.

El día culminó y cada vez me sentía más agotada de la constante situación. Rafa conducía en silencio y dije:

-Llévame a la oficina de mamá.-

-¿Está segura?-

-Llévame- pedí. Bajé luego de que Rafa aparcara el auto y me adentré a la oficina de mi madre.

-Hija ¿Qué haces aquí?-

-Quise venir a verte.- sonreí.

-Genial ahora verás a los cachorros.-

-Y ese milagro.- dije sarcástica. Besé su mejilla y comenzó a mostrarme los cachorros. Habian de diferentes razas. Me detuve en un husky siberiano muy hermoso.

-Hay mamá yo quiero este.- abrí a jaula y lo sostuve en mis brazos.

-Su dueño vendrá dentro de media hora.-

-No importa me lo quedaré mientras espero que llegue.

-Hija no puedes estar con el perro ta...

-Avisame cuando llegue. - Acaricié el pelaje del cachorro. - Esos ojitos tan hermosos. De seguro tú dueño es igual de guapo que tú.- el cachorro lamió mi manos y reí. Fui hasta otra sala donde algunos cachorros jugaban. Amaba aquel lugar las paredes eran tan coloridas. Busqué mis libretas y dejé al cachorro en mi falda. De vez en cuando mordía la tela. Comencé hacer una tarea y antes de terminar la puerta de la oficina se abrió dejándome ver a...¿Dereck?Se dirigió al mostrador y yo seguí jugando con el cachorro. Se me fue de las manos y se dirigió a Dereck.

-No. Ven aquí.- corrí hasta el y lo agarré. Dereck observó a mi dirección y el cachorro mordió mis pulseras.

-No hagas eso.-

-Ah ella lo tiene.- me señaló Gabriela la ayudante de mi madre.- Zaphira el cachorro es de él.-

-¿Qué?- puse el grito en el cielo. -¿Es una broma?-

-No es ninguna broma.- Dereck se acercó sonriendo y cuando intentó quitarme al cachorro le mostró sus dientes. Retrocedí.- Ah genial ahora no quiere irse con su dueño.

-Debería alegrarme. ¿Cómo se llama?- acaricié el pelaje del cachorro que seguía mordiendo mis pulseras.

-No tiene nombre.-  le miré incredula.

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora