Capítulo 25

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DERECK

Cuando estoy junto a Zaphira el tiempo no pasa. El mundo se detiene y solo existimos ella y yo. Verla patinar con aire de libertad me hizo admirarla. Su sonrisa y su risa quedaron grabadas en mis recuerdos. Zaphira alegra mis dias con tan solo ver su sonrisa.

Gracias a mi ángel pude conversar con mi padre después de dos años sin la más mínima comunicación. Enterarme de que mi hermanastra sobrepasa la misma situación que Zaphira me hizo recapacitar. Emily  no tiene la culpa de nada. Si mis padres se decidieron divorciar fue porque era lo correcto.

Cuando leí el contenido del pequeño papel que Zaphira ocultó en la cápsula mi corazón latió desbocado de alegría.En determinadas ocasiones deseaba tenerla sola para mí, pero eso sería muy egoísta. Ella merecía cualquier cosa para ser feliz.

-Hijo bienvenido. La cena está lista.

- Cenaré cuando regrese. Zaphira quiere quedarse con Max unos días.

-Genial no sabes el gran favor que me hace.- sonrío. -Estas muy feliz últimamente. De lejos se nota que ustedes se quieren.

-Siendo honesto la quiero demasiado.-

-Espero que sigan bien.-

-Espero...pero voy por Max. Te veo luego.- besé su mejilla y después de ir por Max conduje hasta la casa de Zaphira. Toqué el timbre y pocos minutos después Zaphira abrió la puerta mientras sostenía en su mano un vaso con jugo de naranja.

-Hola.- sus ojos brillaron de alegría. Sonreí al ver que llevaba una dona alta en su cabeza.

-Aquí tienes a Max.-

-Pasa - la obedecí y dejó el vaso en una mesa de la sala.

-Max ven aquí.- el cachorro se acercó y Zaphira lo sostuvo en sus brazos.

-Jovencita terminé de beber sus vitaminas.

-Amanda eso sabe asqueroso.-

-Bebala.- Zaphira hizo un gesto de desagrado y se terminó de beber lo que habia supuesto que era jugo. Me obligó a subir a su habitación y rodé los ojos rendido. Cerró la puerta prácticamente en la pobre cara de Max.

-Siéntate. - me senté el la silla de su escritorio. Allí por primera vez vi una fotografía cuando no tenía cabello. Estaba en el hospital y al parecer habían personas vestidas de personajes de Disney.

-¿Qué ves?- preguntó parada frente a mí.

- Sabes que sin o con cabello eres hermosa. - me dedicó un gesto pensativa.

-Es bueno saberlo.- dejé la fotografía en el lugar correspondiente. Observé sus piernas y lo corta que era su falda del colegio.

-Zaphira esa falda es muy corta.-

-¿Tú crees?- observó su falda fingiendo no saberlo. Mordí mi labio al darme cuenta de lo que quería hacer. Arrastré la silla y acerqué a Zaphira.

-Dereck-se quejó.

-Ven hagamos algo divertido.- sonreí malicioso. La hale y se vio obligada a rodearme con sus piernas. Abrió sus ojos por la posición en la que nos encontrábamos.

-¿Quieres hacer algo diferente?-

-¿Diferente?-asentí y besé sus labios. Siguió mi ritmo y besé su cuello. Con mis dedos solté tres botones de su camiseta y pude ver su sostén. Solté su cabello y hice a un lado la tirilla de su sosten para besar su hombro. Su piel era suave como el pétalo de una flor y delicada.  Zaphira sostuvo mi rostro en sus manos y enredó sus dedos en mi cabello.

-Dereck quie..ro.- Desabotono mi camiseta y la tiró alguna parte de su habitación. Nuestras respiraciones eran ligeras y deseábamos más.

-¿Qué quieres Zaphira?- le pregunté al oído.

- Yo...quiero...-sonreí y dejé un beso en su cuello antes de mirarle a los ojos. Sus mejillas estaban rojizas y el cabello cubría la mitad de su rostro.

-¿Quieres?- arreglé su cabello.

-Nada olvídalo.- se puso de pie y recompuso la compostura.

-Puedes confiar en mí lo sabes.-

-Si pero voy a sonar como una necesitada. - sonreí al comprender lo que quería decir.  Tendió mi camiseta y me la puse.

-¿Sabes que Alex y Jazmín terminaron?- se acostó en su cama. Solté una carcajada y dirigí mis pasos hacia ella. Coloqué mis manos en el colchón a la altura de su cabeza y pregunté:

-¿Quieres hacer el amor conmigo? ¿Eso quieres?- sus mejillas se tiñeron de rosado y desvío la mirada. Volteé su rostro despacio y fui persistente.

-No tienes que avergonzarte yo también quiero, pero será en el momento indicado y cuando tú estes lista.

-Gracias.- acarició mis labios. Max comenzó a ladrar desde el otro lado de la puerta y Amanda estaba alterada.

-Señorita o se hace cargo de su mascota o...-abrió la puerta y Zaphira me empujó.

-Creo que entre en un mal momento. Si van hacer algo indecente al menos póngan seguro a la puerta.- nos guiñó un ojo y cerró la puerta. Zaphira estaba como un tomate y me miró a los ojos para luego sonreír.

-No dirá nada.

-Yo mejor me voy. Te veré mañana en el colegio. -

- Hablaré con Amanda.- sonreí y dije:

-No te preocupes.-

-Esta bien te acompaño.- como es de costumbre nos despedimos en la salida y sonreí mientras conducía. Mi móvil sonó y respondí.

-Dereck más vale que llegues tenemos que hablar.- El tono de voz de Alex parecía molesto.

-Ya voy en camino.- colgué.

(...)

-Puedes creer que me dejó por el hermano de Zaphira.

-Al menos fue sincera.-

-Dereck enserio me gustaba.

-Tu lo has dicho gustaba.- le di un trago a la cerveza. Alex estaba con mal de amores y al parecer quería embriagarse.

-Y me gusta. No sabes lo diosa que es en la ca...

-Dereck no quiero detalles y recuerda que una relación no se basa simplemente en el sexo. Tiene que haber confianza, respeto y etcétera.

-Estoy de acuerdo quizá lo mejor sea que la deje ir. Soy muy capullo para ella. Es demasiado buena para mí.

-Respeto tu punto de vista.

- Es lo más conveniente para ambos.-

-Has repetido lo mismo aproximadamente veinte veces. Me duele la cabeza. - fui al baño y busqué analgésicos. Lo decía literalmente no simbólicamente. No lograba comprender a Alex. Primero declaraba que dejaría ir a Jazmín luego decía que era una diosa y no se que discursos más.

-¡Dereck!- gritó desde la sala. Estaba muy ebrio y provocando que perdiera los estribos.

Le quité la cerveza y lo obligué a dormir.

-Cállate la boca y duerme.- le pegué con un cojín varias veces y después le dejé allí tirado.

La alarma repetía su sonido una y otra vez taladrando mis tímpanos. La arrojé al suelo molesto y realicé la misma rutina diaria.

Alex seguía dormido en el sofá y le golpeé en la mejilla para que despertara.

-Levantate.- grité molesto. Realmente desconocía el porqué mi mal humor. Conduje en silencio mientras Alex masajeaba su pómulo. Le había golpeado más fuerte de lo debido.

-Golpeas duro.-comence a reír a carcajadas y Alex extrañado por mi comportamiento golpeó mi cabeza. Le dirigí una mirada de muerte y se tensó...

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora