Capítulo 13

61 7 0
                                    

ZAPHIRA.

Encontrar a Dereck en aquel restaurante fue una grata sorpresa. Habían pasado dos días que no hablábamos. Estaba consciente que le había pedido que se alejara y es que era lo más conveniente. Ahora me encuentro en el hospital en una camilla. Viendo la sangre entrar a mi cuerpo a través de un suero. Después de llegar con Zean comencé a sentirme vertiginosa y endeble hasta desmayarme. Por consiguiente me trajeron de emergencia al hospital y encontraron que mi hemoglobina presentaba niveles muy bajos. Están transfundiendo sangre para elevar los niveles de hemoglobina. Mi madre está sentada en una silla que parece muy incómoda. Está cansada y yo puedo notarlo en sus ojos.

-Mamá.- le llamé.

-Dime preciosa.-

-Acuéstate a mi lado.

-No, debes estar cómoda.-

-Hay suficiente espacio. Además pareces incómoda ahí.- sonrió de medio lado y se acostó.  Recosté mi cabeza en su hombro y  acarició mi cabello.

-Estarás bien.- asentí y dirigí mi mirada al televisor. El doctor entró y sonrió.

-Hola bellezas tropicales. Les traigo buenas noticias. Los niveles están aumentando de a poco. La mala noticia es que te quedarás en observación.¿Cómo te sientes?-

-Débil y siento modorra.- el doctor sonrió.

-Es normal tenías la hemoglobina en seis. Hasta ahora a aumentando a ocho punto siete. Llegaron a tiempo es muy peligroso unos niveles tan bajos como tu presenciabas.- el doctor nos explicó las razones y yo observé hacia afuera. Podía ver edificios y autos.

-Asi que...Te veo después Zaphira descansa.- asentí y el doctor se marchó. Los ojos de mi madre se llenaron de lágrimas y sonreí apenada.

-¿Iremos juntas a Ámsterdam como habíamos planeado?

-Iremos a Ámsterdam y celebraremos tus dieciocho años.- sonreí.

-Solo faltan dos meses. -

-Prométeme una cosa Zaphira.

-Dime mamá.

-Hablaras con tu padre y arreglaran su relación de padre e hija.

-Lo pensaré. Cuando sienta que es el momento indicado lo haré.- asintió y dejó un beso en mi frente. Comencé aburrirme allí dentro por lo que le pedí a mi madre que me acompañará a dar un paseo. Podía ver a niños pequeños con cáncer sin cabello. Sus padres con sus cabezas raspadas para apoyar a su hijos. Las niñas jugaban a las muñecas y decidí sentarme junto a ellas.

-Hola - saludó una de ojitos verdes y su piel morena. Sentí un nudo en mi garganta.-¿Juegas conmigo?-

-Por supuesto. - jugué con la niña y mi madre nos tiró una foto juntas. La madre de la niña y la mía hablaban amistosamente.

-¿Qué te paso ahí?- tocó mi cicatriz.

- Ahí fue donde hicieron una pequeña operación como la que tú tienes.

-¿Y perdiste el cabello?- asentí.

-Lo perdí como tú.- la abracé y ella me contó muchas cosas. Que tenía un hermanastro que no conocía. Su padrastro era todo un amor según ella lo describía. Me dijo que le gustaban los animales y que adoraba las muñecas. Su padre falleció después que naciera y me mostró una fotografía. Sin duda era una historia triste y difícil.

- También tengo una foto de mi hermanastro. Es muy guapo y vive con su mamá. - me mostró la foto y mis ojos se llenaron de lágrimas. Dereck era su hermanastro y él no la conocía. Abracé a la niña con fuerza y le pregunté:

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora