Capítulo 9

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Lamento decirles que compartí mi día con la soledad. Jazmín se la pasó con Alex todo el día. Me encuentro sentada en las escaleras esperando a Rafa que por alguna extraña razón no llega. Frente a mi se paró Dereck impidiendo que tuviera visibilidad de los autos.

-¿Esperas a alguien?-

-Dereck haste a un lado.- rió por lo bajo y sacó las llaves de su costoso y lujoso auto. Se me encojió el estómago. Sentí cómo mis manos empezaron a sudar. No iba a subirme con él en su auto. ¡Solos! Además dejaría plantado a Rafa.

-Vamos.-

-¿Qué?- fruncí el ceño

-Te dije que vendrías conmigo. Lamentó decirte esto, pero Rafa no va a llegar.- mi corazón empezó a palpitar con fuerza. 

-¿Qué hiciste?- me puse de pie.

-Le dije que irías conmigo a mi casa.-

-Escucha ya yo hice mi parte y aquí la tienes.- saqué los documentos de la mochila y se los restraye contra su pecho. Pasé por su lado y preguntó:

-¿A dónde vas?-

-A mi casa.- no pasaron ni dos minutos cuando sus manos rodearon mi cintura y me subió a su hombro como un saco de papas. ¿Que carajos? Golpee su espalda y empecé a gritarle. ¿Porqué insistía? No quiero estar cerca suyo. Tengo que arreglar las cosas con Jaz.

-Dereck bajame.

-Lo siento pero vienes conmigo.

-O me sueltas o te juro que...- demasiado tarde ya estaba dentro de su auto. Intenté abrir la puerta, pero fue más ligero y puso seguro.

-Lo siento Zaphira, pero le prometí a Rafa que vendrías conmigo.- me crucé de brazos y le ignoré.

DERECK PATERSON.

Cada día que pasaba más difícil era. Josh se las arregló para que cumpliera con mi palabra.  Solo tenia que obtener las fotografías y me daría el dinero que necesito.  Pero estaba comenzando a sentir interés por su vida y aquello no podía ser. Alex ya había logrado el objetivo y el miércoles saldría con Jazmín. Yo por mi lado Zaphira la pone cada vez más difícil. Escuché su discusión con Jazmín y hay cosas que no logro comprender. Una de las cosas que Zaphira no sabe es que le pedí al profesor que nos asignara realizar el trabajo juntos. Todo es parte de un plan. ¡Maldición! ¿Porqué vendí esas pildoras?

Hace unos meses estuve vendiendo sustancias controladas. Josh me las entregaba y yo las vendía. Necesitaba el dinero para poder irme una vez terminara la high school. Mi padre quería que tomara mi puesto como su segunda mano. Ser empresario no es lo que deseo. No quiero vivir encerrado en una oficina, dejando de lado mi vida y familia. A pesar de que teniamos mucho dinero, mi padre estaba dispuesto a congelar mis cuentas bancarias sino estudio empresarismo.

-Hemos llegado.- soltó el cinturón y bajó del auto molesta.

-Escucha se que no sabías...

-Terminemos el trabajo y listo.- se dirigió a la entrada. Abrí la puerta a punto de perder la paciencia. Entramos y la guíe hasta mi habitación. La observó con detenimiento, pero no dijo nada. Su móvil comenzó a sonar y se quedó viendo la pantalla. Lo dejó sobre mi escritorio y pregunté:

-¿No contestarás? -el móvil comenzó a sonar de nuevo y finalmente contestó .

-Hola. Estoy bien gracias por llamar cuando estuve en el hospital y por llamar después de casi cinco meses. Espero que estes bien porque yo si lo estoy y lo estaré aunque sepa que estoy podrida por dentro.- colgó y apagó el móvil. Me quedé paralizado por su manera de responder. Colocó las manos en su rostro. Cubriendo el mismo. Noté como sus mejillas se tornarón de rosa. ¿Estaba llorando? Apartó sus manos y sí. Sus ojos estaban humedos.

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora