Capítulo 26

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Entré al colegio y abrí de mala manera el casillero.

-¿Estás bien?- cerré con fuerza el casillero y estalle.

-¡No! No estoy bien. Nada está bien. Estoy enojado y no encuentro el motivo. Alex se la pasó toda la noche contradiciendose. - un chico rubio observaba a Zaphira. - ¿Se te perdió algo imbécil? Soy su novio y si no quieres que...- Zaphira sostuvo mi rostro en sus manos.

-Cariño relajate. Estás muy alterado porqué mejor hablamos en otro lugar. - observé los ojos de Zaphira e inmediatamente me relajé.

-Ven.- la llevé hasta el servicio de hombres y ella no protestó.

-¿Qué sucede? ¿Hay algo que te preocupa o...

-No lo sé. Está bien te diré... soy bipolar.- Rodeé el lavabo con mis manos. -Puedo controlarlo.- Zaphira se acercó.

-Todos tenemos problemas. He aprendido que reservarse los sentimientos no te conlleva a nada. Debes hacer lo que sientas. Si quieres reír hazlo, si quieres llorar hazlo, si deseas gritar debes hacerlo. A veces intentamos ocultar los dolores del pasado, pero con el tiempo nos damos cuenta que siguen ahí.

-Sabes lo imbécil que me siento. Parezco una niñita.- Zaphira sonrió.

-Créeme Dereck he estado peor que tú. Mi madre no lo sabe, pero yo no bebo mis antidepresivos.

-¿Antidepresivos?

-Los comencé a ingerir cuando pase por toda la situación de la pérdida del cabello y ya sabes. También voy a un psicológo y un psiquiatra. Así que no te sientas mal por ser bipolar. Así me gustas y te quiero. - le miré a los ojos y lentamente apareció una sonrisa.

-No sé qué haría sin ti.- rió.

-Cuando creas que el problema es muy grande recuerda que quizá haya alguien más que pase por una situación mayor.- se acercó y dijo:

-Cierra los ojos.- a penas fue un murmullo. Alcanzó que mi piel se erizara.

-Zaphira.- advertí.

-Cierra los ojos.- obedecí y estampó sus labios con los míos. Me empujó y salió del baño. Cuando Observé mi mano había dejado otra píldora.

- No todo está perdido.- sonreí y guardé la cápsula. Al salir afuera todos estaban rodeando un cuerpo. Me acerqué con el corazón palpitando en mis sienes y garganta...

-Zaphira.- me arrodillé a su lado mientras Jazmín acariciaba su cabello.-¿Qué le ocurrió?- se me nublo la vista.

-No lo sé. Conversábamos y de repente se desplomó. Sucedió muy deprisa.-

-Llama a Rafa. - Jazmín le marcó y acaricié el el rostro de Zaphira. ¿Cómo es que estaba así? Hacía menos de tres minutos sonreía a mi lado. Estaba muy pálida.

-Estaras bien preciosa. - minutos después Rafa estuvo allí. Sostuve a Zaphira en mis brazos y la subí al auto.

-Jaz yo voy con ella quedate.  Te llamaré.-

-Pero...

-No quiero dejarla.- confesé. Jazmín asintió y subí al auto. Rafa conducía lo más rápido que podía y Zaphira abrió débilmente sus ojos.

-Tranquila amor ya vamos en camino al hospital.- sostuvo mi mano y sus ojos se cerraron de nuevo. Parecia que todo sucedía en cámara lenta. Lento y doloroso.

El Tiempo pasaba y no teníamos ninguna noticia. El doctor después de casi una hora se hizo presente.

-¿Doctor qué tiene Zaphira?-respiro profundo.

-Lo primero es su hemoglobina otra vez corre con niveles bajos. Estamos transfundiendo sangre. Lo segundo nuestro amiguito ha crecido en las últimas semanas. Lamento tener que decirles esto, pero tendremos que iniciar las quimioterapias. - La madre de Zaphira  se desmayó y yo me quedé en shock. Mis ojos se llenaron de lágrimas y quise salir de allí lo antes posible. Salí al exterior y busqué un lugar solitario. Dejé salir un sollozo de dolor, no quería perderla. No ahora que después de tanto sufrimiento había encontrado un ángel. Las lágrimas recorrían mis mejillas y unos brazos me rodearon.

-Estará bien Dereck. Ella es más fuerte de lo que crees.- habló Jazmín. Ella a pesar de que le pedí que se quedara llegó hasta allí. Es la mejor amiga que Zaphira puede tener.

-No quiero perderla Jaz. La quiero demasiado.

-¿La quieres o la amas?- Jazmín intentó bromear. Force una sonrisa y limpié mi rostro. Jazmín a pesar de estar destrozada estuvo allí hablando conmigo y relató anécdotas sobre ellas. Me reí en medio de aquella tormenta. Sabía que sería difícil para ambos.

-Dereck Zaphira quiere verte.- La madre de Zaphira salió hasta afuera para darme el recado.

-Yo...permiso.- caminé por un largo pasillo y respiré profundo antes de entrar. Sonrió al verme y yo estaba quebrandome por dentro en mil pedazos.

-¿Vas a quedarte ahí parado?- force una sonrisa y di varios pasos. Me senté en el borde de la camilla y dejé un beso en su frente. Coloqué mi frente junto a la suya y ella cerró sus ojos. Una lágrima recorrió su mejilla.

-Lo siento.- sollozó. Mis ojos ardían y es que no me había percatado de que corrían lágrima silenciosas.

-No te disculpes preciosa. Estaremos bien. Lucharemos juntos.- besé su frente y escondió su rostro en mi cuello. Deshice mis lágrimas y disfruté de su rico aroma a vainilla. Aquello era algo peculiar en ella.

-He conversado con mamá y adelantaremos el viaje.- se movió un poco incómoda.

-¿Cuando te irás?-pregunte. Podría haber protestado. Quería estar con ella el mayor tiempo posible, pero sería egoísta de mi parte.

-En una semana. Cuando esté de regreso iniciaré las quimioterapias.- explicó. Me miró con los ojos desbordados en dolor.

-¿Dos semanas?-

-Eran dos semanas porque iba a ir a Ámsterdam y París, pero solo iremos a Ámsterdam.-

-Entonces te tendré de regreso antes.- asintió y sostuvo mi cadena en sus manos.

-Es muy linda.- sonrió de medio lado.

-Si, me la regaló mi papá cuando a penas tenía seis años. - sonrió y acaricié su rostro. Su nariz estaba rojiza al igual que sus ojos.

-¿Sabes que me gusta?- preguntó.

-¿Qué?-

-Tu perfume.- sonreí y ella río. Cerró los ojos y me acurruque a su lado. Acaricié su cabello hasta quedar plácidamente dormida. Anduve algunos quince minutos acariciando su rostro y su cabello. Cuando me pareció prudente regresé a la sala de espera.

-Dereck ve a tu casa. Rafa te llevará. Necesitas descansar. Yo me quedaré con ella.

-Prefiero quedarme.- dije. Quería asegurarme de que estaría bien.

-Escucha Zaphira estará más cómoda sabiendo que fuiste a descansar. Hazme caso. Mañana puedes venir a verla. Te llamaremos si ocurre algún imprevisto. Jazmín ya se ha ido.-

-Esta bien. Vendré mañana a verla.- la madre de Zaphira me abrazó.

Rafa me llevó a mi casa y converse con mi madre. Desahogarme en un cierto aspecto me hizo bien.

-En la vida pasarás por muchas pruebas Dereck, pero debes ser fuerte y confiar plenamente en ese hombre que te ama y te cuida siempre.- abracé a mi madre una vez más y ella fue a su habitación. En ese momento me di cuenta que no tenía fotos con Zaphira y las necesitaba.

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora