Capítulo 29

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Disfruté como nunca este viaje, pero es hora de regresar. El resto de los días visitamos restaurantes y pequeños lugares de turismo. Mi madre aunque no lo crean se volvió a encontrar a el señor del restaurante. De hecho dieron un corto paseo.

El avión despegó y comencé a sentir melancolía. Siempre guardaría esos recuerdos en lo más profundo de mi ser.

-Mamá había olvidado mencionarte que Dereck me invitó a salir después que regresara.-

-Mm... estás autorizada, pero te quiero de vuelta a las doce.

-Vale.- sonreí y observé a través de la ventanilla del avión.

DERECK.

Despedirme de Zaphira fue más complicado de lo que creí. Cada paso que ella daba para alejarse era un paso de angustia. Pero ese era su sueño y si ella era feliz entonces yo por mi lado también lo sería. El resto de la semana la pasé junto a Alex y en algunas ocasiones con Zean. Aunque no lo crean la relación con Zean mejoró lo suficiente.

-Por fin regresa mi paisa.- Zean aplaudió y yo rodé los ojos.-Si sales con mi hermana ojo.

-Zean jamás pensaría en lastimarla. Relajate hombre.- dije mientras conducía en dirección al aeropuerto

-Propongo que un día de estos salgamos todos juntos. -

-No es mala idea.- repliqué.

-A Zaphira le hará bien despejar la mente. Pronto iniciará el tratamiento de quimioterapia. -Apreté el volante y mi mandíbula.

-Debemos tomarlo en cuenta.-llegamos a nuestro destino y aparqué el auto.

-Estoy hiperventilando.- reí a carcajadas y entramos al interior de edificio. Comencé a ponerme trémulo.

-Ya llegaron.- Zean se puso de pie. Observé al exterior y una multitud de personas salian del avión. Intenté localizar a Zaphira, pero fue imposible. De repente una Jazmín gritona corrió hasta Zean y se le abalanzó. Mi corazón latió con fuerza al ver a Zaphira conversar con su madre. Al parecer no me había visto. Levantó la mirada y ensanchó una sonrisa. Le dejó la cartera a su madre y corrió con fuerza. La subí a la altura de mis caderas y la besé.

-Te eché de menos.- confesé.

-Y yo a ti.- carraspearon la garganta y Zaphira bajó. Le sostuve de la cintura haciendo que mi pecho quedará pegado de su espalda.

-Zaphira querida tú te irás con Dereck. Zean, Jazmín y yo iremos con Rafa.

-Pero...-

-Vienes conmigo.- dije.

-Esta bien- obtuvo de regreso su cartera y se despidió de su madre y su hermano. Sostuve su mano y entrelaze nuestros dedos. Subimos al auto y Zaphira me habló de los lugares que visitó.

-Tambien conocí un chico que trabaja en Bloemenmarkt.- apreté el volante y Zaphira rió.-Celoso.- sonreí de medio lado.

-Quiero ver las fotografías. -

-¿A dónde vamos?-

-Espera y sabrás.

(...)

-¿Qué es este lugar?- Zaphira observaba el lugar con detenimiento.- Es hermoso.- pasó sus dedos alrededor del marco de un cuadro.

-Te aclaro que está no es la salida de la que habíamos conversado.

-¿No?- negué con la cabeza.

-No, sígueme.- sostuve su mano y la dirigí a la gran pecera. Habían peces de todas clases.

-Debería de entrar con ellos.- reí ante la ocurrencia de ella.-Mira a Nemo.- señaló un pez anaranjado.

-Ven. -la guíe en un extenso pasillo mientras ella observaba todo con detenimiento. Abrió los ojos al ver que se trataba de un restaurante. El mesero nos guío a una mesa y hicimos el pedido.

-Si esta no es la salida de la que habíamos conversado entonces cuál es.

-Esta es una parte, pero tendrás que esperar por la siguiente. - sonrió de oreja a oreja y admiré sus oyuelos.

-Mañana inicio el tratamiento.- de repente sus ojos se apagaron.

- Estarás bien. - dejé un beso en su mano. El mesero regresó con nuestro pedido. Mientras saboreabamos la comida Zaphira me mostraba fotografías. Sin duda era lugar hermoso.

-Y mi madre tuvo una pequeña salida con el dueño del restaurante.-

-Eso estuvo bien.-

-Supongo, pero a veces pienso que aún quiere a papá.-

-¿Porqué lo dices?-

-No lo sé. Quizá sea ese brillo en sus ojos al verlo. Después de papá no ha habido ningún hombre. -

-Entonces quizá sienta todavía algo por él.

- Supongo.-

-Max quiere verte.-

-¿A mí? Creí que no me extrañaría.-

-De hecho sí. No sabes lo miserable que hizo mis días.- rió.

-Si fue así como cuentas entonces tendré que verle.-

-¿Quieres verle hoy?-

-Si.- asentí y llamé al mesero. Pagué la cuenta y nos dirigimos a mi casa. El viento de repente provocó que el vestido de Zaphira se subiera un poco. Me miró pícara y dejé una mano sobre su muslo mientras hacia pequeños círculos.

Al entrara a la casa cubrí los ojos de Zaphira.

-¿Porqué cubres mis ojos?- Max apareció cargando una rosa roja. Deshice las manos y sonrió al ver a Max.

-Muy lindo y muy romántico Max.- tomó al cachorro en sus manos.

- ¿Sabes lo que costó enseñarle eso?- Zaphira rió.

- Lo entrenaste toda una semana pobre Max. - le quité a Max la rosa y Zaphira lo bajó de sus manos. Acorrale a Zaphira en una pared y acaricié su rostro con la flor.

-Buscaste el mejor pretexto para traerme hasta aquí.-

-¿Funcionó o no?-

-Si.- besé sus labios y la tomé en mis brazos hasta llegar a mi habitación. La bajé despacio en mi cama y profundicé el beso. Con sus dedos empezó a desabotobar mi camiseta hasta quitarla. Acaricié sus piernas y me deshice de su vestido.

-Estas a tiempo de detenerme.- acarició mis labios y dijo:

-No te detengas.- sonreí y besé sus labios. Sus manos delicadas acariciaban mi piel haciendome estremecer. Cerró sus ojos cuando hice un camino de delicados besos hasta su abdomen. Le miré a los ojos y me dediqué a desabrochar su sostén. Observé su pecho desnudo y Zaphira se acercó a besarme. Nuestros pechos ahora estaban juntos disfrutando de nuestra cercanía. La ropa nos faltó.

-Mírame- Zaphira me miró a los ojos y me perdí en ellos mientras la hacia mía. Se relajó cuando acaricié su piel.

-Eres hermosa Zaphira.- echo hacia atrás su cabeza y me acerqué a su oido. Acaricié su cabello y le susurré cosas al oído mientras ella sonreía y reía. Jamás olvidaría aquel momento. Zaphira se había convertido en lo más importante para mí.

Después guardamos silencio. No sabía que decir al respecto. Ella sólo se dedicaba a mirarme a los ojos.

-¿Esta fue la segunda parte de tu romántica salida?- tomó en sus manos mi cadena.

-Esto es parte de la primera parte.- dije pícaro.

-¿Qué tramas?- entrecerro los ojos.

-No lo sé. Espera y sabrás.- hizo un puchero y observó a mi lado. Max subió a la cama.

-¿Max estuvo aquí adentro?- preguntó aturdida.

-No lo creo.

-¿Y cómo entró?-pregunta más histérica.

-La puerta estaba un poco abierta.- Zaphira sonrió y acarició mis brazos y mi rostro....

El secreto de Zaphira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora