Enamorada de mi primo (contada por Alberto)

Capitulo 22

Me muerde los labios mientras la tomo de las caderas, la cargo no pronuncio una palabra más y salgo con ella en brazos, en corto directo al cuarto que compartimos y la pongo en la cama  y me subo encima de ella mientras la beso, es un beso continuo y siento que me quedo sin aire, nos separamos y ambos tenemos la respiración agitada, yo sonrío es hermosa.

Me acerco a ella le deslizó los dedos por su mejilla y la sostengo, se estremece ante mi contacto, mi pene se empieza a hacer notable y a la vez doloroso.

Pero no me importa y le sostengo una ves más la barbilla y me acerco a ella, me humedezco los labios esta noche la haré mía y no podrá ser de nadie más nunca.

Mis pensamientos son posesivos pero no me importa ella es mía me pertenece cualquiera que se atreva a tocarla lo mataré con mis propias manos.

Me muerdo los labios y me acerco a ella—sabes que te haré  ¿verdad? —digo ya que no quiero hacer nada que ella no quiera, ella asiente y eso significa luz verde, la vuelvo a sujetar de la barbilla, odio que baje la mirada.

Veo sus labios una vez más y la beso con fuerza y después voy disminuyendo la intensidad haciéndolo un beso suave y dulce en el que ella se pueda adaptar, me gusta tocarla, sus caricias son realmente bonitas hacen que me estremezca ante su contacto.

Veo a bajo y le desabotonó la blusa uno por uno y después más rápido por qué yo me comienzo a desesperar y le saco la blusa lo más rápido posible.

Me quedo unos minutos admirándola, me quiero calmar no la quiero lastimar será su primera vez y me aseguraré que después no vuelva a estar con nadie más solo conmigo y nadie más.

Abro un cajón de alado de la cama y saco algo de mis épocas de fuckboy una caja de condones al ver la cara de ally evitó reírme se ve muy tierna, me lo pongo sin que ella me haga una pregunta.

Me aparto para tomar un poco de vista de ella y sonrío su ropa interior me gusta es sexi —que hermosa la ropa interior que traes —no me guardo el comentario y la admiro solo es la parte de arriba pero no me imagino más abajo.

Tocó su abdomen y su piel es suave —ally tienes una piel preciosa es perfecta —digo mientras le empiezo a dar besos en el cuello hasta terminar en el abdomen.

La veo es bellísima me acerco a ella para quitarle aquellos pasadores que le sostiene el cabello se vera mejor sin ellos.

Pasó mi mano de tras de su cabeza y la sostengo y la acerco a mi boca y eso provoca que ella suelte un gemido, la sigo besando y entre espacio y espacio le doy besos en el cuello.

Ella baja un poco la mirada y se pone roja y eso hace que yo voltee a ver también y puedo ver el bulto que se está formando.

Me gusta como huele es como chocolate o dulce es embriagador. Veo como su mano se acerca a mi pelo y lo jala, no puedo evitar soltar un gemido me gusta que ella me toque.

La pego aún más a mis caderas y le beso el vientre y succiono dejando pequeñas marcas rojas que al rato se tornaran moradas, ella se tensa y siento que su respiración se vuelve a un más pesada—y eso que aún no empezamos muñeca—susurro para que no me escuche.

Todavía trae sus pantalones ya no los ocuparemos por el momento, sus ojos están cerrados y su boca está entre abierta mientras jadea por lo que le ocasiona mi tacto.

Desabrocho sus pantalones y ella me mira, su mirada muestra preocupación yo solo la miro calmado para indicarle que todo está bien y que no haré nada que ella no quiera.

Cuando terminó de sacar sus pantalones pongo las manos en la parte baja de ella, humedezco mis labios y fijo mis ojos en los de ella, es preciosa y me gusta como es.

Pongo mi cara en su cuello y su aroma me vuelve loco desearía estar con ella así siempre de esta manera—Hueles tan bien —digo y con eso me quito los pantalones junto con lo demás.

La empujó con cuidado en la cama y me posicionó encima de ella y reparto besos y chupetones en todo su cuerpo nuestro cuerpos están juntos somos solo pieles pegadas y la puedo sentir totalmente mía.

Veo su mirada y es totalmente lujuria como la mía, me vuelve loco esta chica. Si supieras que jamás permitiré que te separes de mí princesa.

En este momento me molesta pensar que alguien más la pudo haber tocado, aprieto sus caderas para dejar algunas huellas, ella es mía y se lo haré saber.

Me acerco a ella—Te das cuenta que eres toda mía ally —le digo en su oído ella se estremece pero no dice nada —toda mía de pies a cabeza —digo para hacerla saber que cada parte de ella me pertenece.

La acomodo debajo mío y me subo en ella pero ella se hace para bajo y yo la tomo de abajo de los brazos o no muñeca eres mía y no te escaparás.

Está jugando conmigo lose pero no lo permitiré—ven para acá muñeca —le digo y le doy un beso entre sus muslos.

—Eres hermosa —le digo mientras le doy cada beso con más lentitud que el otro.

Ella ante mi tacto comienza a gemir y eso es música para mis oídos. Bajo mi mano hasta su parte íntima y meto un dedo en ella, ella se remueve y eso me indica que tengo que ser cuidadoso no la quiero lastimar.

Le doy tiempo y me meto en ella de una embestida, grita y yo me preocupo de inmediato.

—¿estás bien? —me apresuro a preguntar y ella solo asiente y yo puedo respirar. Me quedo unos minutos dentro de ella para que se acostumbre.

—voy a moverme —le indicó y ella solo asiente salgo y vuelvo a entrar continuamente y voy aumentando la velocidad , veo como ally se está poniéndo más roja y sé que está a punto de llegar a su punto.

Ella grita y yo igual y se que a llegado junto conmigo, estoy exhausto pero sé que ella lo está aún más.

Junto mi frente con la de ella mientras salgo lentamente—¿te e lastimado? —le preguntó, ella sonríe irónica —estoy bien —me dice y yo le sonrió.

La acomodo al lado mío y me le quedo viendo y pienso en lo afortunado que soy al tenerla —eres la más hermosa muñeca —le digo y la cubro con una manta junto conmigo, la pego a mi cuerpo y la abrazo de la cintura.

—eres mi vida entera muñeca—digo y la volteo a ver se a quedado dormida.