•s e i s•

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Tal vez JiMin debería odiar a JungKook. Tal vez si lo hizo, pero tal vez fue muy lejos.



—¿Donde está?—preguntó JiMin al oficial que estaba en la entrada de la comisaría.

—Hay muchas personas aquí, Joven ¿a quien busca?—el oficial miró los registros de entrada.

—Jeon JungKook

El oficial buscó en sus registros unos momentos y marcó algo con un bolígrafo en la hoja.

—Última celda en la sala siguiente—JiMin se volvió, estaba furioso. Estaba enojado, impotente, furioso, creo que hasta rabioso.

—JiMin...

—¿Por que tanta gente dice mi nombre de esa manera hoy?—dijo JiMin rodando los ojos—¿Puede sacarlo un momento oficial?

El oficial no vio por qué no y abrió la celda. JiMin entró y lo primero que hizo fue mirar a JungKook a los ojos con el ceño fruncido.

—Yo..—un puñetazo cortó las palabras de JungKook.

—¡Eres un maldito infeliz!—aún más enojado, JiMin se tiró sobre JungKook para seguir golpeándolo—¡Casi matas a mi hermana!

—¡JiMin para!—la voz de YoonGi sonó fuera de la celda.

Pero el pelirosa lo ignoró, siguió golpeando a JungKook, quien trataba de defenderse pero simplemente no podía.

—¡Te dije que paparas!—YoonGi entró en la sala y agarró a JiMin por los hombros. El más pequeño forcejeo por seguir golpeando a JungKook, después de unos segundo se rindió.

—¿¡En que estabas pensando!?—JungKook se levantó con dificultad del suelo, no había palabra para caracterizar el enojo y dolor de JiMin.

—¡No fue mi culpa JiMin!—gritó de vuelta.

—¡Tú ibas en el auto! ¡Estuviste en el accidente! ¡Pudiste haber echo algo!—explotó JiMin—¡Lo único que sabes hacer es dañar a la gente! ¡Solo mira todo lo que has causado!

Vaya que había causado bastantes problemas... No podía simplemente escapar del echo que hubiera causado tanto desorden en las vidas de tantas personas.

—A YoonGi, a tu madre...—JiMin miró un momento a JungKook, su mirada era feroz y llena de odio—A MinHee, a mí y a mi hermana.

JungKook entrecerró los ojos, y comenzó a pensar en eso último.

—¿A ti?—JungKook se acercó a JiMin, ahora haciéndolo sentir pequeño—Yo no te eh echo nada JiMin...o ¿estás resentido por no haber fingido ser gay y rechazarte?

Eso fue como una puñalada en el corazón para JiMin. Claro que estaba dolido por eso, pero su orgullo era mucho más grande para admitirlo frente a JungKook.

—¡No es cier-cierto!—su voz se quebró delatándose el solo. JungKook sonrió irónico, se volvió hacia el oficial de afuera d ella celda.

—¡Usted!—el señor se volvió hacia JungKook—¿No debería hacer su trabajo y dejar de ver porno en su celular, señor?

El oficial apagó su aparato rápidamente y lo guardo en la bolsa de su pantalón. Se acercó a la celda.

—Jóvenes, necesito pedirles que se vayan, por favor—JiMin miró a YoonGi. Ambos salieron de la celda y el oficial cerró la puerta.

Cuando YoonGi estuvo a punto de salir del lugar, la voz de JungKook lo detuvo.

—¡Oye YoonGi!—el llamado paró de caminar—Espero que JiMin pueda servirte de esclava sexual...

JungKook tenía una sonrisa burlona en sus labios, eso había sido a gota que colmó el vaso. YoonGi regresó a la celda y agarró a camisa de JungKook a través de los barrotes.

—¿Que dijiste?—aunque YoonGi fuera más pequeño, JungKook estaba muy débil por el choque.

—Es bastante flexible, tal vez sea un perfecto stripper—YoonGi golpeó al más grande contra las barrotes de hierro.

—Bueno, tal vez lo sea—concluyó YoonGi mirando a JungKook quien estaba en el suelo—Pero yo no lo usare de juguete sexual y después lo dejare que escape de mi a otra provincia.

Eso si dañó a JungKook, MinHee era un tema delicado para el. YoonGi se fue dejando a JungKook pensando aún más en lo malo que había echo.

YoonGi salió del edificio de la comisaría buscando a JiMin. El pelirosa estaba al otro lado de la calle, sentado en una banca de cemento. YoonGi cruzó la calle y se sentó al lado de JiMin.

—¿Estás bien?—JiMin miró a YoonGi con el ceño fruncido.

—No, no lo estoy—dijo de mala gana, YoonGi pasó un brazo alrededor de los hombros de JiMin—¿Por que JungKook están idiota?

—No lo se, aveces me pregunto lo mismo...—ambos suspiraron y se quedaron en silencio.

Vieron a la gente pasar frente a ellos un rato, se hizo oscuro y a JiMin comenzó a darle frío.

—JiMin...se que no es como el momento más correcto de todos pero yo quería preguntarte algo...—el pelirosa se volvió hacia el que lo abrazaba.

—Dime..

—El baile de graduación es dentro de unas semanas y...

—Si—JiMin sabía a dónde iba todo esto y claro que quería. YoonGi fue el único que lo escucho y estuvo con el ¿como no ir al baile con el?

—¿Seguro? ¿No estás muy abrumado por la situación o algo así?—JiMin formó una sonrisa en sus labios.

—Muy seguro, si quiero ir contigo al baile YoonGi—ahora el pelinegro sonrió y abrazó a JiMin.

YoonGi era realmente feliz cuando JiMin estaba su lado. Podía y quería pasar años con el, amarlo y que el también lo amara. ¿Por que JiMin arruinó algo tan lindo?

YoonGi llevó de vuelta a JiMin a su casa. El pelirosa le agradeció miles de veces por lo de hoy, el simplemente respondió que no era nada. Claro que no era nada, comparado con lo que YoonGi estaba dispuesto a hacer por JiMin.

Games; P.jm + M.yg + J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora