•o n c e•

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JiMin amaba que el frío metal de las navajas acariciara cuidadosamente su muñeca, liberando ese brillante líquido carmesí junto a varias lágrimas.

¿Por qué? JiMin simplemente deseaba saber por qué. ¿Que pasaba con JungKook? Sinceramente, yo también me lo preguntaba.

—¿Por que te sigo amando?—se preguntó JiMin a sí mismo. Después de lo que le había dolido, después de lo que le había causado ¿por qué con un solo beso podía cambiar todo?

JungKook era manipulador, egoísta y un idiota. Siempre cumpliendo sus caprichos, los cuales así como aparecen, así es necesario cumplirlos para estar satisfecho. ¿Nuevo capricho? JiMin.

JungKook no era gay. JungKook no amaba a JiMin. JungKook simplemente era demasiado envidioso de ver a su hermano con el. Pues lo quisiera o no, el y YoonGi habían salido del mismo donador de esperma.

JungKook no lo supo hasta que murió su padre, pero su madre se había metido con el padre de YoonGi, el cual también era su padre. Desde que YoonGi tuvo uso de la razón, odia a JungKook con toda su alma. Peor lo quieran o no, comparten la misma sangre y por lo tanto el mismo capricho de tener a JiMin y destrozarse el uno al otro.

El líquido de las muñecas de JiMin no dejaba de salir y mezclarse con el oxígeno para verse de ese brillante carmesí que tanto calmaba a JiMin. Le encantaba llenar sus manos de sangre, sentirla, olerla y hasta comerla. La satisfacción que la sangre le brindaba le hacía olvidar cualquier otra cosa.

Entonces, JungKook cruzó su mente. Invadió sus satisfactorias sensaciones de sangre, JiMin comenzó a imaginar. ¿Y si fuera su sangre? Muchos pensamientos lujuriosos inundaron a JiMin y lo hicieron disfrutar aún más la sangre que brotaba de su cuerpo.

El teléfono de JiMin sonó acompañado de él vibrador que hizo que se moviera por sí solo. Él peligrosa rodó los ojos, lavó su muñeca y la cubrió con un rollo de gaza. JungKook llamaba.

—¿Que quieres?

—¿Así le contestas a tu propietario?—eso prendió a JiMin. Pero no podía dejar que JungKook le tratase como un objeto.

—No soy un objeto, no soy tuyo ni de nadie JungKook—respondió, JungKook soltó un suspiro al otro lado del celular.

—¿Sabes? Me pone que te hagas el difícil JiMin—él pelirosa también podía ponerse duro con unas cuantas palabras de JungKook, pero no podía acceder tan fácil a cumplir los caprichos de JungKook.

—Sigue soñando Kook—JiMin colgó la llamada y puso su teléfono en la bolsa de su pantalón.

Había pensado en visitar a TaeHyung, tal vez hoy ya estuviera más calmado y podrían hablar. JiMin no quería perder a su amigo. Era el único que le quedaba.

Salió de su casa con un abrigo para esconder la gaza y los cortes, además estaba nevando afuera. Fue en camino a casa de TaeHyung, le entristeció el echo de que la señora Kim ya no le diría que no tenía que tocar la puerta.

Cuando llegó a la casa, dudó en tocar la puerta. ¿Y si cumplía la voluntad de la señora Kim de no tocar la puerta? Simplemente entró en la casa, le sorprendió ver a mucha gente dentro.

Hombres en uniformes de enfermería blancos, algunos con cubre bocas, otros con expedientes y otros recogían cosas de la planta de arriba de la casa. JiMin frunció el ceño. Entonces vio a JungHee hablando con uno de los enfermeros, se acercó y simplemente se paró en medio mirando a JungHee.

—¿JiMin? ¿Qué haces aquí?—ella también se molestó.

—¿Que que hago aquí? Eso te pregunto yo JungHee—le dijo—¿Que hacen con las cosas de TaeHyung? ¿Dónde está el?

—TaeHyung está en camino a un hospital psiquiátrico JiMin—él pelirosa se enfureció aún más.

—¿¡Que!? ¡¿Que autoridad tienes para hacer eso?!

—Soy su novia JiMin, buscó lo mejor para el.

—¿Tu eres la única que toma decisiones aquí? ¡Yo y JungKook somos sus hermanos! ¡Tú solo llegaste a estorbar hace unos años! ¡Ni si quiera le caías bien a la señora Kim!

—¿Ajá? ¿Que hiciste tú cuando ella murió? ¿Hacer un desarmen en su funeral? ¿Que hiciste cuando TaeHyung escapó ayer? ¡Claro! ¡Tú lo hiciste escapar!—aún así, JiMin seguiría reclamando su puesto.

—No discutiré con una hipócrita, lo siento—JiMin se volvió para salir de la casa.

—¿Hipócrita?

—Si, no fui yo el que dice que ama a TaeHyung y cuando se pone difícil, lo mando a que se vea rodeado de locos—salió de la casa y se encontró con una enfermera.

Ella miraba unos papeles, JiMin pudo ver una fotografía de TaeHyung. Se acercó y le tocó el hombro para llamar su atención.

—¿Si joven?

—Disculpe, ¿a que hospital llevan a mi amigo?

—Al hospital regional de Busan ¿por qué joven?

—No se preocupe. Cuiden de las cosas de mi amigo, muchas gracias—JiMin hizo una reverencia y sin dudarlo se fue en busca de su amigo. No dejaría que TaeHyung se enfrentará a un psiquiátrico sin estar loco. No era lo que merecía después de la muerte de su madre. TaeHyung merecía ser feliz y estar en un lugar cómodo para el.

JiMin no tuvo más alternativa que marcarle. Estaba lejos de casa de TaeHyung como para buscarle e informarle de todo.

—¿JungKook?

—¿Vienes a rogar mi cariño, JiMin?—dijo con una voz melosa.

—Nunca Jeon—dijo—Hay cosas más importantes que nosotros JungKook, deja cualquier idiotez que estás haciendo ahora y ven a verme en la estación de trenes.

—¿Para que?

—Hay que hacer algo importante.




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Hollllaaaaa!!❤️

Hay, hace mucho no hacía un nota :'D

Muuuuuuchhaaassss gracias por el 1K de seguidores, de verdad no saben cuan feliz me hace eso.🙈💚

Espero que les esté gustando la historia!👑

Eso es todo, adiós!💕

Games; P.jm + M.yg + J.jkDonde viven las historias. Descúbrelo ahora