❥Segundo capítulo l Segunda parte

452 76 8
                                    

Lana frunció su frente y nariz, ¿es qué Coral no tenía la iniciativa de enviarle un mensaje a su enamorado sin su insistencia?. Quería matarla, la oportunidad estaba en sus narices y la desperdiciaba.

—¿Qué le vas a decir ahora? —insistió la castaña susurrando mientras observaba al profesor escribir algo en el pizarrón.

La rubia se encogió de hombros, restándole importancia.

—Otra vez gracias. —Escribió en su libreta lo que el profesor estaba anotando, para ella, eso era lo esencial por ahora.

Lana bufó, para ella no era suficiente ya que solo tenían tres clases de química a la semana. Y creía que era la única clase donde aquellos enamorados coincidían.

La castaña quería volver a hacer su magia, pero también sabía que hacía mal al interponerse. Sin embargo no dejaría de ser tan insistente.

—Por favor, debes de ser más creativa. Algo lindo, él suele ser muy dulce.

Coral asistió con la cabeza para responder:— esta bien, pero dame unos minutos para pensar en algo ingenioso.

La castaña sonrió feliz, este era el momento de la rubia.

Por otra parte Coral no hallaba algo cursi para decirle, no era romántica, disfrutaba del amor pero no sabía repartirlo. Hasta que luego de un par de minutos el foco de su cerebro encendió.

—Dile que digo yo esto: "Sólo tú puedes hacerme sonrojar".

Lana soltó un ruido con ternura que el profesor escuchó y volteó para mirar a ambas fulminante.

—Señorita Coral y compañía, si es más importante platicar que poner atención en mi clase, me hacen el favor de salir.

La chica ojiazul abrió como plato sus grandes ojos, parecía por poco que iban a salirse de su lugar. Era la primera vez que la regañaban en clase, y por supuesto, también que la sacaban de alguna clase. Avergonzada empezó a recoger todas las cosas rápido y salió del salón cabizbaja.

Pero al salir, se sintió como una chica mala y amenazante, había sido una experiencia algo satisfactoria y nueva. No ser siempre la animadora dulce de calificaciones perfectas y sonrisa brillante. Nunca se sintió preparada para ser la capitana del equipo por ser muy apacible y no firme con sus indicaciones, pero disfrutaba ser parte del grupo. Y jamás lo abandonaría.

Mientras para Lana, tenía una misión: hacer pasar el mensaje a como de lugar, por lo tanto, guardaba sus cosas con lentitud. Para que en cualquier momento ella pueda correr la voz, por lo que se acercó a su compañero de a lado y antes que pudiera responder habló:

—Pasa la voz a Tristan, dile que Coral dice: "Sólo tú puedes hacerme sonrojar".

Victoriosa por haber cumplido su misión terminó de recoger sus cosas para acompañar a la rubia.

—¿Por qué tardaste tanto? —cuestionó curiosa Coral.

—Necesitaba cumplir una misión.

Por otra parte estaba Tristan quien se encontraba feliz porque habían echado a la chica de la clase. ¿Quién es la señorita perfecta ahora?. Pues ella no, pero notó un ligero movimiento entre sus compañeros, estaban corriendo la voz y no dudaba ni un poco que el mensaje era para él.

—"Sólo tú puedes hacer sonrojar".

—"Sólo tú puedes hacerme rojar".

—"Sólo tú eres rojo".

—"Sólo tú eres un tomate".

—"Sólo tú eres un jitomate".

Zack miró confundido a Martín, ¿qué tenía que ver un tomate con todo esto?. Pero ese no era asunto de él, que Tristan se las arreglará como pudiese.

Tristan también se cuestionó sobre el mensaje, así que se inclinó hacia Zack para preguntar:

—¿Qué demonios significa "Sólo tú eres un tomate"?.

Zack se encogió de hombros mientras estaba estático al ver al maestro girarse.

—Señor Tristan, por favor salga de mi clase.

Tristan iba a abrir sus labios para protestar, pero el maestro lo interrumpió: —¡Ahora!.

Sin decir nada, Tristan se levantó de su lugar para recoger sus cosas y marcharse, estúpida Coral. Si su mensaje hubiera sido más claro,no hubiera preguntado, y por lo tanto, y no hubiera sido botado de la clase.

Sin embargo Zack pensaba que era obra de Karma, y eso le sucedían a personas que se burlaban de los demás. Y sí, Tristan se lo merecía por haberle dado gusto que echaran a Coral de la clase.

Teléfono descompuestoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora