"Le conoces mejor, tal vez tenga más confianza contigo."
"No tiene confianza con nadie, y yo no le daría la opción de salir libre aún si confiesa todo lo que sabe. Jon, es peligroso. No sabemos lo que puede haberle contado a Ramsay."
"¿Sigues pensando que ha usado los cuervos?"
"Lo sé. Sé que lo ha hecho" afirmé, girándome hacia él, dejando de prestar atención a las piedras de la pared como si me fuera la vida en ello. Su perfil se tornaba dorado con el fuego de la chimenea. "Todo esto fue premeditado. No sé desde cuándo. Supongo que se corrió la voz más de la cuenta sobre tus pactos con los salvajes y Ramsay no podía venir aquí, poner a su ejército en la puerta y matarte con sus propias manos. Todas las casas del Norte se pondrían en su contra, nadie quiere que el Muro quede desprotegido."
"Y después de hablar con Heath y descubrir qué es lo que ocurre, ¿qué haremos?" Preguntó.
"¿Me lo preguntas tú?"
"Ahora eres Lord Comandante de la Guardia de la Noche. Quiero saber qué opinas."
Manejé las palabras adecuadas en mi mente, organizando la información y recordando los acontecimientos, rompiendo el silencio cuando un nombre rompió mi ensoñación.
"Sansa. Es lo único que le ata a ser el dueño de Invernalia."
"Si lo que dijo era verdad."
"No podemos tomarle a la ligera."
***
Jon abrió la puerta que conducía al calabozo. El olor espeso de la humedad golpeó mi cara, guiándome hacia el haz de luz que atravesaba la pequeña ventana que ayudaba a que Heath no se volviese loco del todo.
"Dichosos los ojos" exclamó el chico que estaba sentando en el suelo, acomodando su espalda a la dura pared, haciendo que las cadenas que le ataban las manos a la piedra resonasen. "Si es Lady Invierno y su perro."
"Ahórrate los halagos" espeté. "Necesitamos saber algunas cosas, cosas que tú sabes y que vas a decirnos."
"¿Cómo cuáles?"
"¿Desde cuándo mantienes correspondencia con Ramsay?" Preguntó Jon esta vez, incapaz de abandonar su puesto por mucho que lo hubiera delegado en mí.
Heath le miró un par de segundos, boquiabierto, debatiendo si iba a decir la verdad o mentir."No lo sé. Tal vez fuera después de que me recuperase de la herida."
"Viniste aquí con un propósito" interrumpí. "Ramsay sabía que el Muro estaba flaqueando, y quiso tener las primeras noticias de primera mano. Fue una ventaja tener un desertor de la Guardia de la noche entre sus hombres, así que te mandó aquí, con unas cuantas magulladuras y una puñalada en la espalda. Una forma rápida y segura de que alguien se compadeciese de ti. En este caso, la idiota fui yo." Dije, desatando la capa que cargaba en mis hombros, dejándola apartada en el suelo. "Corrígeme si me equivoco."
"Saco lo peor de ella" se dijo a sí mismo. "Una lástima no haberte conocido en más profundidad, apuesto a que debes ser una fiera en..." Antes de que pudiera terminar la frase Jon ya se había encargado de propinarle un puñetazo en su mejilla derecha, viéndome obligada a agarrarle del brazo y acariciar su espalda, intentando aliviar la ira inmediata que se había apoderado de él.
"Trátala con respeto. Eres un desertor, no lo olvides." Dijo el chico, removiendo un torbellino de emociones en mi cuerpo que no podía permitirme en aquel momento.
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Lady Invierno | Juego de Tronos
Fanfiction¿Qué habría pasado si las cosas no hubieran sido de aquel modo? Si el maestre Aemon no hubiera querido cuidar de ella, habría muerto congelada o devorada por las horribles criaturas que se encontraban al otro lado del Muro. Algunos lo llaman 'suerte...