Capítulo 2

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Ten terminó de soltar quejas y chillidos de frustración para así salir de aquella aula y bajar hasta el primer piso, buscando salir de aquel edificio. Estaba frustrado, se sentía la persona más estúpida del mundo en aquel momento, se sentía simplemente un gran idiota y aunque quejarse no le iba a resolver nada él seguía quejándose consigo mismo y autonombrándose idiota.

Su mente estaba llena de reproches hacia sí mismo y conforme sus pasos le hacían avanzar por aquel pasillo, que daba como destino la salida del edificio, estos incrementaban y las respuestas menos aparecían. Repentinamente y tan rápido como una estrella cae una idea vino a su mente, haciéndole detener a mitad del pasillo.

—¡Eso es! Ah, ¿Por qué no se me ocurrió antes? —Golpeó suavemente con la palma de la mano su frente y después solo continuó caminando hasta salir del edificio y avanzar por el campus en dirección a la salida más cercana.

Ten simplemente no asistiría a la biblioteca al día siguiente; es decir, no es como si aquel chico pudiera obligarlo a ir y tampoco era como si él se sintiera obligado a asistir a un trabajo en equipo que no le correspondía. Ten no iría a la biblioteca y con ello se evitaría hacer un trabajo que no deseaba hacer, ya después si llegaba a toparse con aquel chico en el campus y este le reclamaba él le diría la verdad... o tal vez huiría. Probablemente lo último.

Camino a la salida Ten pudo visualizar a lo lejos a su amigo y compañero de clases, aquel chico de actitud animada y de cabellos ahora de un extravagante color rojizo, este estaba acompañado de otros dos chicos con los que conversaba animadamente, creía que tal vez los había visto antes por el campus, pero ciertamente no era tan bueno con los rostros como quisiera. El pelinegro estaba dudoso de si seguir su camino y llegar a saludar a su amigo o de simplemente esquivarlo e irse por otro lado, no quería ser impertinente; sin embargo, antes de poder siquiera decidir escuchó la melodiosa voz de aquel joven llamarle y con pasos algo pesados llegó hasta donde se encontraba este en compañía de los otros dos.

—Hola, Doyoung ¿Qué tal?

—Muy bien, gracias ¿Vas ya para tu casa?

—Sí, ya es el final de las clases y más tarde debo ir a la academia.

—Creí que te habías ido antes, como no asististe a clase de Teoría de la Imagen pensé eso.

—Me sucedió un contratiempo que me hizo perder la clase, una total lástima, pero realmente no pude hacer nada.

El tailandés suspiró con pesadez y después observó a los otros dos chicos que acompañaban a su amigo, estos no habían dicho nada desde que él llego y él mismo tampoco se había detenido a saludar al menos con un gesto de mano. Doyoung al notar que su amigo se comenzaba a sentir incomodo con la presencia de aquellos dos decidió introducirlos.

—¡Pero que torpe soy! Ten, quiero presentarte a Taeyong... —Señaló al más bajo de ellos ­—y a Jaehyun —Señaló al joven a su lado —. Ellos son amigos que conocí en un voluntariado durante las vacaciones de verano. También estudian aquí: Taeyong es un mayor que nosotros y estudia Psicología, Jaehyun es un año menor que nosotros y estudia Pedagogía. Chicos, este es mi amigo y compañero de clases, Ten.

—Un gusto conocerles —dijo Ten mostrando la sonrisa menos forzada que podía mostrar en ese momento —. Mi nombre es Chittaphon, pero pueden llamarme Ten como lo hace Doyoung.

—¿Chittaphon? Hmm... Tu acento y ese nombre. Eres extranjero, ¿No?

—Así es, Jaehyun, Ten es extranjero.

—Doyoung, deja que él me responda.

—Bueno, bueno... Responde, Ten.

—Bueno... —susurró Ten, y después esbozó una sonrisa labial tratando de parecer amable y no incómodo con aquella situación —Soy de Tailandia, llegué hace año y medio a Corea del Sur.

La Potencialidad [JohnTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora