Capítulo 21

1.3K 213 115
                                    

—¡Johnny, por aquí!

Un muy entusiasmado rubio agitaba su mano en el aire mientras sonreía. La plaza comercial estaba llena de personas que lo escuchaban y Johnny, con cara de pocos amigos, trató de ignorar el hecho de que lo observaban más a él que al otro farol de parque. Realmente Hansol tenía demasiadas energías y demasiado entusiasmo por verle y él, bueno, estaba simplemente hambriento.

—No hay necesidad de hacer escándalo, Hansol. Con tu estatura y color de cabello puedo distinguirte muy bien en medio de la multitud —musitó lo menos molesto posible.

—¿Qué más da? Me gusta que las personas vean lo feliz que me hace ver a mi cita —una risa divertida salió de sus labios y John se encogió de hombros —. Ven, vamos a comer ya.

Ambos chicos entraron al pequeño restaurante donde ordenaron un poco de pasta con camarones, John observó a Hansol revolver un poco su pasta y luego sonreírle. No entendía bien qué debía hacer en ese momento con Hansol, ¿debía solo conversar? ¿Sobre qué deberían conversar? Ahora que lo pensaba era más difícil de lo que imaginaba tratar de salir fin alguien. Era difícil encontrar de qué hablar con Hansol, porque si bien era alguien listo y con buena charla también era un hecho que le gustaba coquetear. Debía haber un balance adecuado.

—¿Cómo fue tu día?

¿Realmente él preguntó eso? Incluso a sus oídos las palabras sonaban extrañas. Pero para Hansol era diferente, podía notar que le agradaba que le preguntara sobre eso ya que estaba muy sonriendo muy amplio. Era increíble que una pregunta así pudiera poner a una persona feliz. El bendito poder de la palabra hablada.

—Estuvo bien. Mis clases han estado tranquilas, aunque la más aburrida es la de teoría... —suspiró —Ya sabes, soy una persona más bien práctica y aunque me gusta leer odio que me impongan qué leer. También almorcé con unos amigos y después de clases fui por un material para una de mis clases... —abultó de pronto sus labios —y esperé ansioso porque me dijeras que sí saldrías conmigo — y nuevamente ahí estaba su brillante sonrisa.

—Me agrada por ti que hayas tenido un buen día. Respecto a la invitación... —suspiró —lamento haber parecido tan cruel en mi respuesta, es solo que yo tengo mi rutina bien establecida y...

—Salir conmigo no está incluido en la rutina —Johnny asintió, Hansol se mantuvo sonriendo —. Lo sé, pero no te preocupes que con el tiempo te irás acostumbrando a salir conmigo.

—Sí, eso creo.

Un momento de silencio se hizo presente y John comenzó a comer su pasta, la cual estaba deliciosa. Realmente buena. Hansol comía y lo miraba de vez en vez, sonreía y luego le guiñaba el ojo en ese intento sutil de coqueteo. Youngho debía admitir que no lo ponía nervioso con eso, pero si era algo extraño debido a que no estaba precisamente acostumbrado a que las personas le coquetearan. No genuinamente y sin intención de recibir un trabajo bien hecho a cambio.

Johnny estaba pensando en distintas cosas mientras comía y observaba de vez en cuando a Hansol. Se preguntaba si había leído lo suficiente sobre el tema del cual sería el examen de mañana, se preguntaba si su mamá le habría mandado dinero como le había prometido y se preguntaba si Chittaphon estaba haciendo sus tareas y estudiando lo suficiente. El bajito parecía realmente afectado por el hecho de tener un trabajo importante, había salido casi corriendo de la biblioteca y lo dejó solo. No es como que no fuese común para él estar solo en la biblioteca, no es como si ya se hubiese acostumbrado a la compañía del bajito en aquella mesa en el fondo de la biblioteca, no es como si ya fuera normal el tenerlo ahí sentado con el rostro lleno de dudas. No es como si John sintiera un ligero vacío en aquel espacio cuando el pelinegro simplemente no estaba ahí. Era extraño encontrarse pensando en el tailandés y la compañía que le brinda en la biblioteca y era aún más extraño pensar en que estaba un tanto preocupado sobre si el menor descuidaba sus estudios por estar con él en la biblioteca leyendo libros de filosofía, pero también, ¿por qué seguía yendo Chittaphon a la biblioteca? ¿Realmente pensaba que estudiar la potencialidad y el acto con él lo ayudarían a ser un mejor él? ¿Era porque ya eran amigos y el bajito no encontraba otra forma de pasar tiempo con él? ¿Podría ser que el pelinegro se sentía comprometido en pasar la tarde en la biblioteca a su lado? No estaba seguro de nada de eso.

La Potencialidad [JohnTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora