La Potencialidad [JohnTen]

Capítulo 25

La cena de Navidad había concluido y la familia de Ten, éste mismo y Johnny habían pasado después de ella un agradable momento conversando sobre experiencias. John hablaba sobre cómo era Chicago, de donde era originario, y los padres y hermana de Chittaphon le contaban sobre Tailandia y su agradable cultura. Youngho incluso había dicho que le encantaría ir algún día a Tailandia, por inercia Chittaphon había musitado un "podrías alojarte en nuestra casa" y el estadounidense había agradecido la oferta.

Durante todo el rato Chittaphon había mirado una y otra vez a su compañero de universidad, cuando hablaba no podía quitarle la mirada de encima y mientras John tenia al padre de Ten fascinado con su conversación sobre el comportamiento consumista del ser humano, Kulisara observaba atenta la forma en que su hermano sonreía como bobo al ver al filósofo. Era perspicaz la joven, para ella era muy evidente lo que ocurría. Deseaba pronto interrogar a su hermano respecto al atractivo, inteligente, solitario y algo misterioso chico extranjero que estaba pasando la noche de Navidad con ellos.

Cuando fue la media noche Youngho decidió retirarse y aunque la señora Leechaiyapornkul le insistió en pasar la noche ahí él se negó. Pero el padre de Chittaphon no lo quiso dejar a su suerte y en el auto rentado se ofreció a llevarlo a casa, oferta que el ahora también pelinegro decidió aceptar. El alto se despidió de todos en la casa, agradeció la hospitalidad y antes de despedirse por completo de Ten le miró unos instantes. Se perdió tras el umbral de la puerta, se escuchó el auto encenderse y luego se fue.

—Kulisara, cariño, iré a ponerme la pijama para dormir. No tarden mucho en ir a la cama, ¿escucharon ambos?

—Esta bien mamá, no te preocupes —asintió el pelinegro.

—Buenas noches, mamá.

—Creo que hará mucho frío esta madrugada, tendremos que usar más frazadas —suspiró el tailandés mientras caminaba hacia la cocina.

—Oye, Ten, necesito que me respondas algo... —cuestionó la castaña mientras caminaba detrás de su hermano.

—¿Qué cosa, Tern? —preguntó mientras tomaba una galleta y comenzaba a comerla.

—¿Johnny te gusta? —al oír la pregunta Ten se ahogó con la comida, comenzando a toser Tomaré eso como un sí —sonrió.

—¿De qué estás hablando, Kulisara? —comentó tras beber un vaso con agua.

—¡Oh, por favor! No te hagas el tonto, Chittaphon —exclamó con una sonrisa —. Se nota a kilómetros que estas babeando por John Suh, alias el guapo e inteligente estudiante de filosofía.

—¿Tanto se me nota? —la chica asintió y el rostro de Ten parecía el de alguien avergonzado —Qué patético soy.

—¡No! Tennie, no lo eres. Pero sí es muy notorio que te gusta —sonrió suave y llevó una mano al hombro de su hermano —. Si tan solo vieras la forma en que lo miras, en que tus ojos brillan, en que tu sonrisa deslumbra cuando él dice cosas graciosas. Dios, realmente te tiene como un tonto por él.

—Johnny es increíble en muchos sentidos, Tern... —suspiró y esbozó una sonrisa —Él no es solo inteligente, es una persona compasiva, muy atenta, siempre se esfuerza, tiene visión y metas, me ha ayudado a entenderme a mí mismo y a superar cosas malas. Él me hace ser mejor, así me siento —la castaña sonreía al escuchar a su hermano, quien fue borrando su propia sonrisa —. Pero no puedo estar con él...

—¿Qué? ¿Por qué no, Tennie? No me digas... ¿Él no es gay?

—No es gay, es pansexual, pero ese no es el problema —exhaló —. Él está saliendo con alguien. Aún no son novios, pero en eso están y probablemente lo sean pronto.