La Potencialidad [JohnTen]

Capítulo 15

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To: Johnny

¿Te gustaría salir mañana a una cafetería? Tengo algunas dudas sobre un capítulo del libro.

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From: Johnny

Lo siento, estaré ocupado. Tengo tarea que hacer y seguro tú igual. Mándame tus dudas en un mensaje y trataré de responderlas.

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To: Johnny

Sería más sencillo si te pudiera llamar o mandar un mensaje de voz. Deberías tener Whatsapp.

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From: Johnny

Ok. Llámame, no voy a contestar y así podrás dejar un mensaje de voz en la contestadora. Buenas noches, Ten.

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To: Johnny

Good night, Johnny.

—Ah, este tonto... —bufó mientras dejaba caer el celular a su lado, sobre la cama —Como sea, igual mañana será un día ocupado para mí.

Ten había planeado bien su sábado, incluso había hecho espacio en el dado caso de que por gracia divina John aceptara su invitación. Tenía su rutina de los sábados que constaba de despertar, desayunar, ir a la academia para sus prácticas y después de seis horas de entrenamiento iría de regreso a casa para realizar sus tareas o quizá limpieza. Ese sábado iba a olvidarse de la limpieza para ver a Johnny si este aceptaba, pero como no lo hizo agendó la limpieza de nuevo y además agregó el ver a Doyoung inmediatamente después de sus ensayos. Necesitaba pedirle disculpas.

A la mañana siguiente la rutina se repitió como cada sábado. En la academia él y el resto de sus compañeros practicaron como locos junto a Jongin, tuvieron su merecido descanso en el cual Hansol volvió a molestarle y él volvió a tragarse el coraje. Hansol solo podía dejar de joderlo cuando estaba ocupado bailando, el resto del tiempo buscaba cualquier excusa para molestar a Ten. Normalmente tenía mucha paciencia y soportaba los comentarios burlones de él más alto, pero para ese momento Chittaphon estaba ya muy cabreado como para aguantar que Ji Hansol se burlara porque alguno de sus movimientos era flojo o porque algún paso tardaba más en aprenderlo, ¿no todos tienen puntos débiles? Era un humano, tenía derecho a equivocarse.

Hansol no siempre había sido así con Ten, bueno, quizá sí pero no era tan notorio. Hasta donde él sabía el mayor había estado desde un año antes que él en la academia y era considerado uno de los mejores estudiantes, cuando Ten llegó robó la atención de muchos compañeros y profesores y de cierta manera eso molestó a Hansol. Chittaphon era un tipo tranquilo, mayormente callado y siempre trataba de mostrar una sonrisa amable a todos; Hansol detestaba que el tipo enano de Tailandia quisiera creerse un encanto y que con estos encantos quisiera llevarse la atención de todos. Él, Hansol, era consciente de que el tailandés era extremadamente bueno bailando, tenía una sonrisa muy bonita y qué, ¡joder! El tipo era tan lindo como una chica. Esa maldita nariz respingara parecía encantar a todos. Ah, y no hablar de lo fascinados y fascinadas que aprecian algunas por malas múltiples perforaciones en sus oídos. Sí, el rubio sintió envidia y se dedicó a molestar a Ten. El bajito no le desagradaba, no creía que fuese mala persona y mucho menos pensaba que toda esa atención no la merecía... le molestaba que Ten parecía menos que interesado en esa atención y sin embargo continuaba atrayéndola.