Capítulo 6

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—En serio, Johnny... ¿Puedo irme ya?

— ¿Mhm? ¿Por qué? Recién van 40 minutos desde que llegaste.

—Tal vez, pero no es nada placentero estar sentado aquí tan solo viéndote leer empecinadamente.

—Bueno, si fuera placentero para ti verme leer creo que sería algo... preocupante... —por primera vez desde hacía cerca de media hora Johnny elevó su mirada para observar a Ten —Significaría que tienes extraños fetiches —una suave risa escapó de aquellos labios y después su mirada volvió al libro.

—Ah, por favor... estoy demasiado aburrido.

Ten tiró su cabeza hacia atrás dejando ver su largo cuello y su notoria manzana de Adán. Estaba demasiado aburrido y en verdad quería irse ya, hacía 40 minutos que había llegado para hablar con Johnny, de los cuales a lo mucho 10 estuvieron hablando y acordando que él se encargaría de asistir a susodicho a partir del lunes... O bueno, más bien Johnny había impuesto su voluntad y él no tuvo ni siquiera la osadía de negarse con firmeza a ello. Pero a pesar de que acordaron que el lunes empezaría ahí estaba Ten, sentado en la silla frente a Johnny viendo como este devoraba aquel libro de filosofía ¿Por qué? Bueno, porque a Chittaphon se le había ocurrido mencionar que el lunes había quedado de ir con su amigo Doyoung a comprar el regalo de cumpleaños de la mamá de este y que por ello no podría asistir a la biblioteca, así que aquél chico de gran estatura muy "amablemente" le dijo que no había problema, que podía quedarse ese mismo día a comenzar con su ayuda, para no desperdiciar ni un solo día.

—Ten —musitó Johnny — ¿Por qué no haces algo en tu móvil para no estar aburrido?

—Porque, apreciable compañero, mi móvil está descargado... —suspiró desganado — ¿No tienes tú un cargador?

—No, no tengo un cargador conmigo.

—Aish... ¿Qué clase de estudiante no trae un cargador para móvil a la escuela? —replicó el pelinegro sumamente frustrado.

—No lo sé, tú dime...

Si Johnny hubiera podido ver hubiese visto el casi puchero de Ten, casi como si estuviera haciendo berrinche consigo mismo, auto reprendiéndose por no traer un cargador.

— ¿Por qué eres así? —preguntó ladeando su cabeza mientras le miraba.

— ¿Así? ¿Así cómo? —cuestionó Johnny cerrando aquel libro finalmente terminado y dejándolo a un lado para tomar otro, sin siquiera mirar a Ten.

—Pues... así como eres.

— ¿Tan inteligente, alto y atractivo? —una suave risa escapó de sus labios mientras abría aquel nuevo libro.

—Más bien tan altanero y petulante.

— ¿Qué? —Johnny finalmente alzó la cabeza para observar al tailandés a los ojos y después esbozó una sonrisa — ¿Me consideras así? ¿Esa es tu opinión sobre mí?

—No, esa es mi impresión de ti. Es la impresión que me has dado estos 40 minutos —dijo sin más Ten, sosteniendo escasos segundos la mirada del americano, no podía hacerlo demasiado.

—Oh, vaya... Pues no es así —simplemente se encogió de hombros y recargó la espalda en el respaldo de aquella silla —. A decir verdad, solo es que tengo una buena autoestima y seguridad... pero como no es tan común ver a alguien así las personas lo consideran como egocentrismo, altanería, prepotencia, petulancia, etcétera.

— ¿Qué quieres decir con eso? ¿Qué yo soy el del problema? —rió casi con incredulidad —Ahora resulta que el mundo está mal y tú bien.

—Sí. Es decir, Ten... tú eres un chico muy amable y cordial, tienes buenos valores y principios inculcados por lo que eh visto, te gusta estar en paz con el mundo, me pareces alguien positivo y no quieres dejar malas impresiones —mencionó Johnny mientras miraba el techo de la biblioteca —. Pero también eres muy sumiso, te cohíbes, eres miedoso, muestras tu inseguridad, eres torpe al hablar, no sabes defender tus opiniones, te cuesta bastante ser firme con tus decisiones, al parecer te es difícil socializar y realmente eso es molesto...

La Potencialidad [JohnTen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora