Valentina caminó más rápido detrás de él ¿Estamos en una competencia y no me entre o qué? - pensó mientras él caminaba a pasos largos y firmes delante de ella, y no, no le importaba que tan atrás fuera o si se perdía. Que era aún peor.
- ¿No me escuchaste? – espetó de repente. Estaba algo molesta. Le molestaba su actitud tan fría aun cuando ella quiso ser amable. Él se detuvo y la miró.
- ¿Qué sucede?
- ¿No puedes caminar más lento? – frunció el seño.
- Y tú ¿No puedes caminar más rápido? – Valentina respiró profundo, en verdad era un tonto ¿No? – Es aquí – le escucho decir mientras abría una puerta.
Ella levanto la vista y lo siguió. El entro al salón y se quedó reclinado sobre la puerta. Esperando.
- Toma la que quieras – le dijo con indiferencia – pero apresúrate. Me molesta estar aquí.
Valentina entro al salón con una expresión de asombro en su rostro. Ella jamás en su vida había visto algo como eso. Una salón lleno de guitarras organizado de una forma tan pulcra y bien cuidada. Tal vez si lo vio, en sus sueños. Aquel recinto estaba completamente organizado y limpio. Y en hileras simplemente perfectas se ubicaban las guitarras desde las normales hasta las eléctricas ¿era un sueño? Movió la cabeza de un lado para otro, pero no, aquello era real. Tomo la guitarra de la hilera 2 y sonrío. Esa guitarra color miel, le parecía simplemente perfecta.
- Elige otra - Valentina giro su cabeza hacia. ¿Fue Michael quien hablo?
- ¿Por qué debo hacerlo?
- ¿No me has oído? Elige otra.
- No quiero. – camino rápido hacia la puerta de salida con una actitud de seriedad pintada en la frente ¿Quién era el para decirle que hacer? Traía la guitarra en sus manos.
¿Recuerdan que Valentina podía ser buena, mala y seria según la situación? Pues bien, en esta situación ella pensó que lo más correcto era adoptar una actitud igual a la de su “Nuevo compañero” eso, si a ese chico podría llamársele así.
- ¿No lo harás? – murmuró él junto a ella cuando llego paso por la puerta.
- ¿No me has escuchado? No lo haré Y apresurémonos, me molesta estar aquí - Valentina rió y lo miro – Contigo.
Michael, dio un respingo y se contuvo ¿Qué le dijo? ¿Qué era molesto?
Esa chica… Había algo en ella. Como sea, eso a él no le interesaba. Ella siguió el paso firme delante de él y no lo miro en todo el camino hacia el salón ni una sola vez. ¿Quién se creía para decirle que no podía tomar esa guitarra?
Todos en el salón quedaron expectantes al ver entrar primero a Valentina y luego a Michael. Pero aún más cuando vieron qué guitarra traía la “chica nueva” en sus manos.
- Y… ¿Cómo estuvo señorita Zenere? - ella miro al profesor con una sonrisa.
- Bien. Es increíble el salón de guitarras. En verdad sorprendente.
Michael entro y se dirigió rápidamente a su lugar. Era tan típico en él. Quien era un chico frio e indiferente. Esta actitud, era la misma que lo hacía tan apetecible para las chicas puesto que mientras más difícil era, más atractivo lo encontraban. ¿Extraña paradoja, no?
Estaba sentado en el último asiento al lado de la ventana. Puso los brazos sobre el pupitre y allí escondió su cabeza… ¿Pensaba dormir? Cerró los ojos. Si, pensaba dormir.
- Señorita Zenere - se apresuró a hablar el profesor. Ella con una mirada inocente, lo miro, en ese momento iba a sentarse. – Ya que estas de pie, porque no nos demuestras un poco de tu talento ¿Qué tal eres en la guitarra, eh? Ven, tócanos una canción.
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¿Quién entiende a los hombres?
Fanfiction«Todos los derechos reservados a su autora original»