32🌺 "Michael: Dos, Valentina: Cero"

292 29 12
                                    

Y se arrepintió enormemente de su decisión al estar tan cerca de esos ojos verdes. Si, se arrepintió al estar tan cerca de Valentina.

¿Por qué no admitir que en verdad era por ella por quien no quería ayudar a su amigo Agustín? Él sabía que no tenía el valor para demostrar eso delante de él, pero Ahora, sentir la presión de esos ojos, que parecían escudriñar en lo más profundo de sí mismo con la intención de encontrar algo respecto a lo que pensaba, sobre él, Lo hacían Sentirse…. inseguro.
¿Inseguro? Si, inseguro. Porque aunque él se sintiera bien al besar y hablar con Laine, No podía dejar de pensar en ella. No podía sacársela de la cabeza aunque lo intentaba. No podía resistir esa mirada. Valentina, ¿Qué te pasa? – Se preguntó en su fuero interno – Ella nunca lo había mirado así… Tan profundo. Y sus ojos parecían distintos esta vez.

-Eh… Caro – Carraspeó Agustín nervioso, haciendo que Michael volviera a la realidad y se acordara del motivo por el que estaba allí, frente a ellas, de inmediato apartó su vista de Valentina, Quien al mismo tiempo hizo lo mismo. Caro Por su parte levantó los ojos hacia Agus y le sonrió. Él… era adorable. - ¿Crees que podamos hablar? – Preguntó, Caro asintió y entonces Agus Frunció el ceño mirando a Valu y a Mike – A solas, si es posible – concluyó, con esa frase que para el idioma de Michael significó al instante una sola cosa. Quedarse solo con Valentina. Ella lo pensó también y esto hizo que el corazón se le viniera a la boca de un solo latido. Literalmente. Quizás esta era la oportunidad que necesitaba para hablar con él.
Esta era la oportunidad para dejarlo permanecer en su vida o por el contrario, sacarlo completamente de ella.

Y esta pudo haber sido una buena idea y en efecto resultaba lógica para saber el porqué de su actitud, pero cuando Caro se alejo de la mesa con su acompañante, ella se quedó impávida y no supo que decirle a Michael, Quien permaneció allí Junto a ella Callado, Solo la miró un minuto y luego se dio la vuelta para alejarse de ella. No le dijo nada. Era como si ella no fuera nadie, como si no hubiera sido la chica a la que había besado en tres ocasiones sin poder explicarle razones. Era todo una mierda.

-Escucha, Michael – Lo detuvo sintiéndose molesta y triste antes de que él pudiera dar otro paso para irse y luego se reprochó a si misma el haberlo hecho, ya que se dio cuenta de que, aunque mucho lo quisiera, no sería capaz de mantener una conversación con él, no sabía que decir, Michael se detuvo al instante y la miro. Y si, se le acercó nuevamente. Aunque para él, lo más lógico hubiera sido alejarse, no pudo con las ganas de verla por un momento más, de escucharla hablar, de escucharla dirigirse a él ¿Cuántos días habían pasado desde la última vez que le dijo su nombre?

-¿Acaso quieres decirme algo? – Valentina sonrió falsamente ¿Hace cuánto que no lo escuchaba ser tan frio? Agachó la mirada e inevitablemente volvió a su cabeza la imagen de él y Laine dándose un beso.

-Solo quería pedirte disculpas – Aludió sin mirarlo - por lo de la playa. – Y esta sí que fue una sorpresa para él. La chica difícil pedía disculpas. Él chico no se las acepta. ¿Qué más para matar su orgullo?

-No debes disculparte por nada – Le dijo con aquel tono tan sutil e hiriente que desbordaba cierto tipo de… Intención. – Debes saber que lo que tú hagas o digas a mí no me interesa y no me afecta. - ¿Por qué de repente todo se ponía así? ¿Por qué sentía como si Estuviera rogándole a Michael para que volviera a ser el mismo de antes?

-¿Por qué estas comportándote así conmigo, eh? - las palabras simplemente salieron de su boca Y Michael torció el gesto al escucharla hablar, esa era ella. No podía tragarse nada – Sé que eres una persona despreocupada, fría e indiferente, pero ¿Por qué me evitas? – Porque se me hace difícil dejar de pensarte cada vez que te tengo cerca- pensó - ¿Qué tanto te dolió lo que te dije en la playa? ¿Por qué lo haces, ah? Tratarme como si no me conocieras ¿Que no dijiste que no te afecta nada de lo que yo haga? Entonces ¿Qué te pasa? ¿Qué está ocurriéndote? Ya ni siquiera has vuelto a molestarme con lo de la apuesta… simplemente no pareces tú.

-No Hables como si me conocieras Valentina - duro como una piedra. Así fue su tono y ella lo sintió – Porque realmente tú no sabes nada de mí, no somos más que desconocidos que por una estúpida razón encontraron algo para hablarse, nada mas eso ¿No estaba claro? o que ¿Acaso estas extrañando que te moleste? No te confundas, que una cosa es lo que yo quiero que veas en mí y otra muy distinta lo que en verdad soy. No me conoces. No pienses que lo haces.

-Realmente… - susurró ella con un nudo gigante en la boca de su estómago. En ese momento arrancarse las pestañas sonaba menos doloroso y era una opción más elegible – eres un cretino estúpido. No vale la pena preocuparse por alguien como tú.

-Tienes razón - Siguió él, sacándose las palabras de la boca. Quería herirla, maldita sea, quería que sintiera lo que él sintió ese día en la playa, pero también quería olvidarse de todo por un instante y simplemente besarla ¿Que tan mal estaría hacer eso? – No vale la pena, así que no te molestes en hacerlo y en cuanto a lo de la apuesta. Estas liberada, Ya no eres mi esclava nunca más.

Nunca Más…

Nunca Más…

Nunca Más…

Sus palabras seguían resonando en su cabeza y esa expresión en su rostro no lograba asimilarla. Michael estaba frente a ella siendo un maldito, Parecía tan…. No era él O tal vez si, tal como lo dijo, Quizás todo este tiempo el solo había estado mostrándole lo que quería que ella viera.

-No me importas si te preocupas por mí, Valentina - Aclaró - Porque me eres completamente indiferente.
¿Le era completamente indiferente? ¡Entonces porque mierda la besó e hizo su mundo un maldito lio?

Después de decirle esto con la indiferencia más grande que alguien le pudo haber mostrado, solo lo vio alejarse. Laine había aparecido por algún lado de la cafetería y él, se había ido Con ella. Toma otro golpe Valentina.

Michael: Dos

Valentina: Cero.

★☆★

Si algo no va bien, lo mejor que puedes hacer es escribir. La rubia sonrió y saco su pequeño cuaderno de Notas.

Esa agenda en donde escribía pensamientos que luego se harían canciones. Su espacio personal de desahogo. Un espacio en donde podía pelear con ella misma, sin que nadie más lo notara y dejar la evidencia plasmada en un papel. Eso era.
Miró hacia el cielo por quinta vez y suspiró. Lo único bueno del día era el clima. Estaba soleado y eso le gustaba.

Aunque lo que no le gustaba mucho era la banca del último jardín de la academia en la que estaba sentada, aunque debía atribuirle a su favor que si le gustaba el sitio en donde se encontraba ubicada. Allí, en el último jardín de la academia Dreams, siempre había soledad. Podía estar Lejos del ruido de los estudiantes, lejos de los edificios y lejos de Justin y Laine. Esto era bueno, le daba la seguridad de que no los vería juntos… la daba paz. Verlos era muy duro.
Lo único que podía ver en un área de 20 metros, era gramilla a su alrededor, flores esparcidas por varios arbustos y muchos árboles, ah cierto, también a unos cuantos metros, el edificio de teatro. Pero allí casi nunca había nadie a esa hora Así que no contaba como nada, Sonrió falsamente y un suave viento le rozo el cabello. Se sentía tan… inexplicablemente dolida.

“Un sentimiento que le causaba dolor

¿Cómo se llamaba? ¿Qué era lo que sentía por él?

“Amor”

¿Era realmente eso?

Confundir un simple beso con algo más…

Algo más que terminó volviéndose…

Difícil.

Difícil para Una chica que podía fingir,

Difícil para una chica a la que le costaba,

Dejar de sentir.

Y Volvía a lo primero…

¿Qué sentía por él?”

-¿Qué sentía por él? – se repitió bajito, y le echó un vistazo a lo que había escrito en su cuaderno de notas.

-Esa es Una buena pregunta, si supiera a quien te refieres cuando dices “Él” - Valentina levantó la mirada rápidamente, para encontrarse con la sorpresa de “Ian Ducasse” Frente a sus narices – Hace mucho que te ando buscando, Valentina ¿Por qué estás tan alejada? - ella solo sonrió falsamente y se quedó callada ¿Qué respuesta podría tener esa clase de pregunta?

-Quería estar sola…- Murmuró luego casi inaudible.

-¿Y Quieres estarlo Aun? - Ian se hizo un espacio Junto a ella en la banca y la miro fijamente, intentando averiguar que había en ella ese día que se notaba tan distinta… Estaba decaída. Algo le pasaba – Puedo irme si quieres.

-No tienes que hacerlo – se apresuró a decir ella - Dijiste que me buscabas ¿Para qué? – Ian soltó un suspiro. No le gustaba verla así, ¿Ese “Él” a quien se refería era la causa de su estado de ánimo?

-Sonríe y luego te lo diré. - eso era lo que menos quería hacer. No tenía ganas de reír.

-¿Es importante?

-¿Acaso Se te hace tan difícil sonreír? – ¿Se le hacía difícil? Valentina le regalo una pequeña sonrisa y lo miró.

-¿Esta bien así? – le preguntó, riendo aun.

-Esta pasable - Le dijo Ian levantándose de la banca - Ahora vayamos a comer algo - ¿eh? La rubia frunció el ceño - es parte de la buena notica ¿Vale?

Entonces se levantó de la banca pensando en que no había nada que perder si salía a comer con Ian. Con Michael ya había perdido mucho, Quizás ese chico de ojos azules, podía ser un respiro…

No lo sabía con exactitud, pero, Le empezó agradar la idea de salir con él. Tal vez, si empezaba a ver a nuevos chicos, todo lo que sentía dentro, que la mortificaba, afligía y la hacía sentirse como un globo inflable cerca de una aguja, Terminaría por cambiar…

Y se fue con él con una falsa sonrisa en los labios Mientras que desde el último piso del edificio de Teatro, Michael observó toda la escena reventándose por dentro del mismo coraje, de la misma impotencia de que ese “Cari bonita con Apellido popular” estuviera cerca de ella.

Su suerte era de perros.

No pudo dejar de mirarla en silencio luego de que en la cafetería se fue con Laine. Si no hacía algo, Laine notaría el interés que sentía hacía la rubia y ya no podía ocultar, Así que solo quería irse a un sitio en el que ella no estuviera, quería escaparse por un momento pero eligió mal el lugar, porque lejos de alejarse de ella, la encontró más cerca, desde allí arriba a pesar de que no había gente, Estaba ella. Ella sentada sola en una banca escribiendo algo y ella sorprendida después de que Ian llego por a buscarla.

Volvía a ponerse como loco de solo verlo con ella. ¡Rayos! Eso No debía importarle. Ella podía salir con quien quisiera hacerlo, cada vez que quisiera hacerlo, además… él estaba con Laine.

¿Por qué darse mala vida? Rio con cinismo para él mismo En ese momento, lo había descubierto.
Estaba con el supuesto Amor de su vida y… No era Feliz

Una sola palabra: Karma.

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora