¿Quién entiende a los hombres?

18🌺 "La Profesora"

Maratón 7/?

Michael caminaba sin rumbo fijo por los pasillos de Dreams. Se sentía un poco consternado, así como malhumorado y harto. ¿Qué había hecho? Tan solo había conseguido que los chismes alrededor de él se incrementaran de forma estelar. Y ahora, tenía que aguantar a todo un séquito de chismosos sin vida social que tienen que basarse en el para poder tener algo de que hablar.

Sin embargo, había algo más que a Michael lo sacaba de Quicio... Y era Valentina. ¿Por qué Valentina no dejaba en paz a ese tal Ian? ¿Que tenía Ducasse que Ronda no? Madurez, amabilidad, cortesía, caballerosidad, Guapura, Serenidad... O bueno, eso era lo que Valentina decía cuando se lo preguntaba en su cabeza.

Mientras que Ronda caminaba entre los pasillos, Valentina se encontraba oculta entre sus manos, sentada en una de las bancas del patio libre. No quería que nadie la viera, Que nadie se le acercara; ¿Por qué Michael Me besó? ¡Ahg! - gritó dentro de su cabeza. - ¡Idiota Inmaduro e Impulsivo de Ojos lindos!

Michael vio a Valentina desde el edificio, recargado en las vistas de la pared. Se cruzó de Brazos, y la observó... Quisiera admitirlo o no, era muy hermosa. ¡¿Qué?! - se retractó. - ¿Hermosa? ¡Es una Ogra con Cabello Rubio! - la miró otra vez, y suspiró. - Supongo que, algunas ogras son Lindas... Y ese fue el momento, en que Michael se sintió más débil ante una mujer. La primera vez. O quizás, segunda, todo dependiese del punto de vista desde que lo vez. En cierto modo, Michael sabía la verdad, una verdad que con cada latino resonando en las venas de su cuerpo intentaba cumplir la promesa de Salir a la Luz. Y la Verdad era que, esa Castaña causaba cierta sensación de él que lo volvía frenético... Y esa sensación, le parecía molestamente Encantadora. ¿Sería su rebeldía? ¿Sus muecas con sus labios? ¿Su sedoso y abundante cabello que movía con el tintinar sensual de un cascabel? No lo sabía. Solo sabía que la locura de Valentina llevaba a su vida, le llegaba a Gustar... Michael a Veces llegaba a ser Bastante Masoquista.

- ¿Michael?

La voz femenina que salió del pecho de la Profesora De Canto Laine, tan angelical y con el tono de un arpa celestial - como Michael se la había llegado a Imaginar una que otra vez - Provocó que el corazón del castaño se quedara congelado en medio de un latido de Valentina. Y le decía "Latido de Valentina", porque su corazón Latió fuertemente al ver como ella echó un vistazo sobre su hombro, sin notar la presencia del Joven.

Michael dio media vuelta sobre su mismo eje Quedando frente a Frente esa hermosa y madura mujer de cabellera Rubia y Ojos Azul Turquesa, tan preciosos que Brillaban y resaltaban de entre los de cualquier otra persona. Se miraron mutuamente, hasta que la Maestra volvió a tomar la cordura, y empezó a Balbucear mientras intentaba hablarle claramente a Michael.

- Am... - La Profesora Cerró los ojos. - ¿Gusta pasar a Mi Salón, Señor Ronda? - preguntó Ella, nerviosa intentando mantenerse al margen. - Me gustaría tocar algunos temas sobre su ensayo. - El Profesor Duncan pasó Justo detrás de Michael, y saludó a la profesora con una enorme sonrisa. Continuó su camino.

La profesora no podía hablarle de "tu" a los estudiantes, y eso, le gustase o no, incluía a Michael. Por lo que, dentro y fuera de la Academia, Michael y la Profesora tenían que mantenerse al margen de todo.

- Em... claro. - Michael asintió su cabeza, serio y neutral, como siempre lo estaba, claro, menos cuando Ian Ducasse estaba cerca. Irónicamente, esa era la postura que necesitaba para poder enfrentarse con un engreído como el que se sentía altamente superior tan solo por unos cuantos logros en su corta vida. Pero Michael sabía muy bien que se engañaba a si mismo... No eran "Unos cuantos", eran "Unos Muchos Bastantes."