36🌺 "¿Novios?"

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Era muy difícil.

Michael Respiró hondo y dejó escapar un poco de aire.

Los pensamientos lo estaban agobiando, él se sentía agobiado, pero estaba seguro de que eso era lo que quería y era lo mejor, Aunque eso no dejaba de convertirlo en algo complicado. Además, nunca antes había terminado con una chica.

De pronto, él estar frente a Laine, La chica que lo había enamorado, o por lo menos, eso creyó sentir, lo hacía sentirse terrible. Era ella, con su cabello rubio, sus mejillas cubiertas de rubor y una sonrisa en sus labios ¿cómo es que de un momento a otro simplemente ya no sentía más que aprecio por ella? ¿Acaso alguna vez realmente la quiso?

Difícil situación.

Pero no podía mentirle, No la amaba.

- Laine… – vociferó dudoso. Ella se sostuvo de pie frente a él sosteniéndole la mirada y luego hizo la sombra de lo que fue una sonrisa falsa en sus labios. Era falsa, tanto, como su supuesta serenidad.

- Michael – Murmuró al Fin - ¿Por qué te ves tan serio?

Esa era una buena pregunta ¿Por qué no podía cambiar esa expresión de sí mismo? Bueno, estaba clara la respuesta. Se sentía como un mentiroso, ¿No lo era? Claro que sí, antes de empezar con Laine él ya se había dado cuenta de lo que sentía por Valentina, el solo hecho de tener una idea sobre sus sentimientos lo convertía en un mentiroso, mentiroso por permitirse una oportunidad con ella cuando ya esa oportunidad no tenía cabida en sus sentimientos, en lo que era él.

- Debes creer que he estado muy alejado estos días ¿No? – Laine se le acercó con quedo y dejó escapar un poco de aire pasando una de sus delgadas manos por las mejillas de Michael, lo conocía. Y esas eran las palabras con las que iniciaría aquella conversación que ya sospechaba, Empezó a sentir la realidad de la situación y no era agradable. Todas las mujeres tenemos el presentimiento de cuando las cosas no van bien, las cosas no iban bien, ella lo sabía, y tenía el presentimiento de que ese día terminaría… Sola.

-Es por Valentina Zenere ¿Verdad? – le soltó de repente dejando caer la mano de la mejilla de Michael. Y Claro que lo pilló desprevenido, no se lo esperaba, ¿Por qué iba esperárselo? La miró de inmediato y tragó gordo. Con tan solo sostenerle la mirada a la rubia y ver en ellos ese brillo que reflejaba decepción, empezó a sentirse como basura, una basura formada por él mismo y sus confusiones aclaradas fuera tiempo, tarde, aunque… ahora que lo analizaba quizás si fuera una basura ya que no deseaba ni por lo más mínimo, Alejarse de Valentina, pero en aquel momento, con las cosas de ese modo, era preferible ser una basura que fingir.

-Si – respondió - ella es la razón. - Laine ni siquiera pareció sorprendida. Era como si lo hubiese esperado.

-¿La quieres? – Le preguntó, pero su expresión se había tornado algo rígida ahora. Michael bajo la mirada. Ella se lo estaba haciendo más difícil de lo que ya era ¿Acaso quería lastimarse a sí misma buscando esa respuesta innecesaria?

-No hace falta que responda lo que ya sabes, Laine.

-¿La quieres? – repitió la rubia sin vacilar.

-La Amo - Terminó por decirle – La amo, y por eso estoy aquí, Ahora, seguir con esto, con lo nuestro es estúpido.

-¿Lo nuestro? – repitió ella otra vez y esbozo una sonrisa irónica – Creo que nunca hubo un nosotros realmente, Michael, Ahora que lo analizo, todo fue por ella.

-No…

-Déjame terminar – le exigió con muchas más firmeza - ¿Creíste que no lo notaba? Como la mirabas, como… tratabas de tener sentimientos más fuertes hacia mí y el intento siempre era en vano, Incluso esa tarde cuando empezamos en el campamento ¿Lo recuerdas? solo me besaste porque te sentías demasiado dolido de que ella se hubiera atrevido a hablarte del modo en que lo hizo ¿Me equivoco? – él no pudo decir nada porque esa era la verdad, no se equivocaba - Lo sé, siempre ha sido por ella y ¡No es Justo para mí, Me lástima que solo hayas tenido el valor de decírmelo hasta ahora, me sorprende tu crueldad! - Michael se quedó completamente en silencio y de pronto, le pareció increíble escucharla, ya que si se ponía a comparar las situaciones, era ella quien había sido cruel con él desde el principio, cuando aun sabiendo lo que sentía por ella, nunca avanzaba y lo hacía permanecer en un punto medio, No le decía que si lo quería, pero tampoco le decía que no sentía nada por él entonces ¿Cómo se atrevía a decirle cruel por decirle la verdad?

-Quizás la crueldad es una palabra con la podríamos ser llamados ambos, Laine, porque cruel o no, yo solo fui sincero contigo, fui al principio cuando te dije que te quería, y lo soy ahora cuando te digo lo que me pasa con mis sentimientos, pero dime ¿tú fuiste sincera conmigo? Tú siempre me mantuviste al margen, Me brindabas la mano y me hacías tener esperanza, pero luego me la quitabas y me hacías a un lado cuando creía que por fin podía haber algo entre nosotros ¿Quién es más cruel ahora? Tu misma me alejaste y no te estoy culpando por eso porque fui yo quien se equivocó al creer que todavía había una oportunidad para ti y para mí, pero no puedo mentirme, y no quiero me suceda lo mismo. No quiero dejar pasar mi oportunidad con Valentina y lamentarme luego por haberla perdido, por haberla dejado ir.

-Yo te dejé ir al no decirte mis sentimientos – Laine miró a Michael y una lagrima se asomó en sus ojos azules, era tonto, pero el chico le estaba rompiendo el corazón. Y todo había sido por su misma culpa - y ahora te he perdido.

- Lo siento. – Murmuró él

- Yo también lo siento.

Pero no era suficiente un “lo siento” y el silencio incomodo que se adueñó del lugar después de eso, lo decía todo.

- Me has perdido a tiempo, Laine – la voz de Michael volvió a escucharse, pero aun así, ella no lo miró – Sé que habrá alguien mejor que yo para ti, alguien que, aunque tu dejes pasar la oportunidad, nunca pierda la fe. Yo la perdí o quizás, no te quería lo suficiente

Y así acabó. Laine salió del salón y lo dejó solo.

Cuando estuvo en la cafetería no dejaba de sentirse… extraño. En cierto modo, estaba feliz, pero que su felicidad lastimara a Laine era algo muy difícil de llevar y lo llenaba de culpa, se sentía culpable pero feliz, Y la combinación no quedaba muy bien.

★☆★

¿No le quedaba muy bien presentarse con la cara lavada delante de Ian, verdad?

Valentina se mordió una de sus uñas y se dejó caer en una silla del salón de música. Estaba desesperada. Y sentía una vergüenza terrible con Ian, y no se limitaba al hecho de haberlo dejado plantado en esa reunión importante de la noche anterior, iba más allá, ya que había estado ignorando sus llamadas esa mañana. Es que… Dios, no tenía el valor para mirarlo a los ojos. Él se había comportado tan bien con ella y ¿Cómo le había pagado? Haciéndolo quedar como un ridículo al no aparecer frente a esas personas que querían conocerla. Era una egoísta.

Aunque… era una egoísta Feliz. Michael. De ahí se derivaba todo.

-¡Ya cálmate de una buena vez, Valentina! – Era la tercera vez que Carolina se lo pedía, la estaba volviendo loca – y dime ¿Qué fue exactamente lo que sucedió anoche? – la rubia vaciló. Aun no le contaba a ella lo de Michael. Pero ¿Debía? No, todavía no era el momento - ¿Por qué no fuiste al hotel?

-Tuve Algo que hacer.

-¿Mas importante que tu posible éxito en el futuro?

-Podría ser – Caro no podía creérselo.

-¡Estás Loca! – le dijo después y Michael agradeció que no preguntara “Que cosa era lo que había estado haciendo” - de cualquier modo – continuó ella - no puedes huir de Ian, Ya algo se te ocurrirá para salir de esta - ¿”Algo se te ocurrirá”? ¿Enserio? Lo decía como si fuera tan fácil ¿Qué cosa? Había estado pensando desde la madrugada que podría decirle y nada se le había ocurrido ¡Nada! y francamente, nada tenía en mente. Se suponía que ella la ayudaría a pensar en algo, por eso la sacó de la cafetería. Una vez Michael se había alejado ¿Por qué no la ayudaba a pensar? Seguramente era por el enamoramiento – Y espero que sea pronto – La escuchó decir después ¿eh? ¿Pronto? ¿Qué quería decir? Michael Volteó a verla y entonces lo comprendió… Vaya sorpresa. Ian estaba en la puerta.

Como si un balde de agua fría le hubiese caído encima.

Si, así se sintió.

No tenía nada para decirle, aun no estaba lista para verlo. Encima, ahora necesitaba otra excusa “Porque no contestaba el teléfono” mierda, mierda, mierda. Estas eran tipo de cosas que detestaba de su suerte.

-Hola, Valentina - La saludo seco. Ni un biso de "Me agrada verte" pasó por su rostro. Seguramente estaba muy molesto y razón tenía para estarlo – He estado buscándote hace bastante – Caminó hacía ellas con quedo y se quedó de pie junto a Caro – Hola – La saludo también.

-Hola Ian – Caro Devolvió las palabras de Ian y miró a Valentina. Valentina le asintió con quedo y ella lo entendió todo, no era tonta, sabía que el momento de irse, además, seguramente Agustín estaría esperando por ella en la cafetería, donde se suponía debían estar – Iré a buscar a Agus ¿Okay?

-Okay – Murmuró la rubia y segundos después Carolina salió por la puerta, dejándola sola con Ian. No tenía nada en la cabeza ¿Qué carajos se suponía que iba hacer?

-Eres buena escondiéndote cuando lo necesitas ¿No? – Esa No era una buena pregunta para empezar la conversación.

-Supongo que… Tú eres bueno encontrándome – Ian dejó escapar un sonrisa y la miro. De repente Ya no parecía tan molesto. Y es que no podía estarlo, los ojos de Valentina, su solo mirar lograban hacerlo cambiar de humor tan rápido que ni siquiera se entendía a sí mismo.

-¿Qué sucedió ayer? – Le preguntó - ¿Por qué no fuiste? – Bueno, y aquí iba otra vez.

-Algo pasó, Lo siento.

-Sé que algo pasó, Valentina - él pelinegro se le acercó un poco más y se sostuvo de pie frente a ella, quien estaba sentada en la silla mirando hacía la ventana del salón - me lo has dicho por teléfono anoche, Quiero saber ¿Qué fue exactamente “eso” tan importante que te impidió llegar? – para esto, precisamente para esto, era para lo que no tenía respuesta.

-No importa.

-Sí importa - replicó él - Jamás en mi vida le había quedado mal a personas tan importantes ¿Comprendes? En estos momentos somos como un equipo, No se trata de ti solamente, se trata de mí también. Si tu fallas yo falló, Anoche Era mi palabra y no llegaste nunca – ahora se sentía peor que antes… él ni siquiera estaba molesto realmente. Y ella no sabía que eran un equipo.

-Lo siento.

-Dime que te impidió llegar. – insistió y Valentina se mordió el labio inferior, ¿Podría decirle…? ¿Por qué tenía que complicarse tanto por esta razón? Trago gordo y liberó su labio inferior de la cárcel en la que lo tenían sus dientes, había tomado una decisión y bueno, después de todo no le gustaban las mentiras. Atrapó el aire en sus pulmones por unos segundos y luego lo soltó, rápido e imprevisto:

-Fue Michael.

¿Michael? Ian levantó una ceja y la miro con el ceño fruncido ¿Michael? Aun No lo comprendía.

-¿Te encerró o hizo algo para que no salieras? - Valentina abrió los ojos como platos y soltó una sonrisa, sorprendida por la ocurrencia del ojos azules ¿Qué cabeza podría pensar semejante barbaridad? Entonces recordó que para él, Michael podía ser capaz de hacer cualquier cosa.

-No, nada de eso - se levantó de la silla y se acercó ahora a la ventana de vidrio, recargando su espalda en él y mirando a Ian - lo encontré en la calle cuando me dirigía al hotel a verte, alguien lo golpeó y estaba inconsciente sobre la acera, No podía dejarlo allí. Lo lleve a casa.

-¿Me estás diciendo que eso importante era Michael? - No se lo podía creer. Esto iba más allá de todo y… no podía negarse que lo hacía sentirse… Extraño.

-Somos un equipo ¿No? – Murmuró Valentina con voz suave - Tenía que ser sincera – “Tenía que ser sincera” y si, Quizás tenía que sincera y contarle la verdad, pero… mierda, Para él…. La sinceridad en ese momento no le iba muy bien.

Ya sabía que no se sentía extraño. Estaba enojado, tan enojado que no sabía si podía disimularlo.

-Ni siquiera te das cuenta de lo que dices ¿Verdad? – le soltó fríamente, con una falsa serenidad, Valentina frunció el ceño algo confundida y lo miró dejando escapar un poco de aire. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué se veía tan… agitado? – “Michael” – continuó - ¿Desde cuándo te importa lo que le pase? ¡Era tu Gran oportunidad, Valentina! Y La dejaste pasar, la dejaste por quien, por un… ¿Por ese niñito que solo sabe molestarte?

-No es un niñito, Ian – Renegó ella cruzándose de brazos frente a él al escucharlo lanzar la expresión. No se lo podía permitir, Y si, puede que Ian tuviera razón en cuanto a Michael y sobre como disfrutaba el verla hundida, pero eso era antes, Ahora todo era diferente, además, ella no veía aquel mundo en donde la habían obligado a usar vestido largo y tacones como una “Gran oportunidad” Para ella era solo una oportunidad. Una oportunidad que podría no llegar a ser lo que realmente esperaba, porque ¿Qué clase de futuro te puede beneficiar, cuando tienes que cambiar para gustarle a los demás? – Y me necesitaba - continuó diciéndole ahora con un marcado tono de… irritación - ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué lo dejara allí? No podía hacerlo y no lo iba hacer.

- ¿Lo estás defendiendo? – esa era otra cosa que no se podía creer ¿Qué había pasado con Valentina en tan solo una noche?

- Estoy intentando hacerte entrar en razón - la castaña dejo caer sus brazos del pecho y respiro profundo - aunque no hubiese sido Michael, Ian ¿Cómo podía dejar a una persona en la calle si estaba lastimada?

- Puedes tener razón, Valentina - Dijo - y entiendo que no podías dejarlo allí tirado, pero ¿Por qué llevarlo a tu casa?
- Porque No sabía dónde era la suya. – el ojos azules tragó gordo. La miró de nuevo.
-Y ¿Por qué no lo dejaste allí y luego fuiste a reunirte conmigo?
-¿Cómo lo iba a dejar solo en mi casa, golpeado e inconsciente? – Ahora fue ella quien se notó impresionada ¿Qué era lo que estaba pasando por la cabeza de Ian en ese momento? En cierto modo, no lograba entender su extraño comportamiento, aunque tampoco lo culpaba por su actitud puesto que todo se lo tenía bien merecido… pero ¿No podía actuar normal? Es decir, como era él, El hecho de que se presentara frente a ella molesto, cambiara su actitud y se mostrara como si no lo estuviera, para luego mostrarse con esta actitud de un despiadado sin corazón, simplemente la estaba volviendo loca. Era un hecho, Nunca entendería a los hombres ¿De qué manera funcionaban sus neuronas? Más allá de todo eso, lo único que quería sinceramente, era estar bien con él ya que después de todo, Ian había estado allí para ella cuando Michael no lo estuvo.

Valentina levantó la vista. Ya habían pasado unos minutos de silencio.

-¿Durmió allí? - ¿eh? ella frunció el ceño, esta pregunta si la había tomado desprevenida - ¿Durmió allí Contigo?

-No toda la noche – le respondió, aunque dudaba de que esa información tuviera que interesarle - pero si se quedó hasta la madrugada.

-¿En tu cama? – preguntó él otra vez, Y esta fue la gota que… definitivamente lleno el vaso. No sabía porque, pero a Valentina no le gustaba el camino que estaba tomando esa conversación.

-¿No son esas preguntas muy personales? – La rubia apretó su mandíbula y luego lo dejo salir, tampoco era de las que se guardaban las palabras cuando debía decirlas - ¿Qué importa dónde durmió? – Ian la miró un poco más… ¿Qué estaba pasando con él?

-Yo… lo siento, Valentina - Se disculpó y dio un paso retrocediendo - No debí preguntarte esas cosas - Valentina percibió el tono de Ian agudo mientras los ojos azules de él estaban sobre ella, la miraba mientras intentaba hacerse una autoevaluación, él era muy profesional ¿Por qué estaba mezclando aquí las emociones que la rubia le provocó con aquella revelación? ¿Cómo Podía reaccionar? Estaba celoso. Mierda si, estaba celoso - es solo que…- prosiguió - simplemente concibo esta excusa como algo muy estúpido.

- No es algo estúpido – Repitió Valentina otra vez y lo miro, luego bajó la mirada avergonzada ¿Qué hacía? ¿No era algo estúpido reemplazar “la oportunidad de tu vida” (Como él lo veía) por un chico? Quizás para ella no lo era, pero ¿Qué podía pensar un caza talentos como él, si le daba esa excusa? Era muy ambigua la respuesta y todo tenía que verse desde el punto de vista de la persona, para su mala suerte, el punto de vista que importaba aquí era el de Ian y bueno… - Lo siento, realmente no quería quedarte mal. Solo sucedió.

-Sucedió – repitió él – Pero no debe suceder de nuevo ¿Esta claro? – Ella asintió, estaba clarísimo - Entonces, Debemos vernos por la tarde para arreglar otro día de encuentro y función con ellos…

-¿”Debemos vernos”? - Valentina alzó una ceja y abrió los ojos como platos. Ella no había dicho nada.

Y era cierto.

La voz llena de sarcasmo que interrumpió a Ian provenía desde la puerta y la pilló fuera de base, Ella conocía esa voz. Pero no se lo esperaba, mierda. Michael.

– No sabía que ahora le decías que hacer a las novias ajenas - Sonrió - Eso es gracioso. – Ian volteó a ver a Valentina de inmediato y le alzó una ceja confundido.

-¿Novios? – le preguntó incrédulo.

-Novios – aseguró Michael caminando hacía ella - y esta vez, no lo estoy inventando.

Fin. Este era su fin.

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora