41🌺 Te amé, te amo y te amaré

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Capítulo 41 ~ Final ~ Te amé, te amo y te amaré hasta que mi corazón deje de tener la capacidad de amar a cualquier cosa.

Para Valentina, la tristeza que cargaba en los hombros era intolerable. Apretujó un poco más aquella deforme almohada - deforme ahora por tanto estirón - y sollozó sobre de ella unos cuantos minutos más. Sentía el pesar de sus hinchados e irritados parpados, y su nariz le dolía de tanto que se la limpiaba de modo nada femenino. No le importaba.

Solo pretendía que esa almohada no lo era, y que era alguien.

Solo pretendía que el olor a enjuague suavitel era el dulce aroma del cuello de ese alguien.

Solo pretendía que no estaba sola.

¿Cómo podría sobrellevar lo que vendría después de eso? Los dos se verían en la academia, y conociendo a Michael y a su indiferencia, ser víctima de sus modos de ignorar y de sus malas caras le dolería más que nunca. Pero esta vez, porque detrás de esas malas caras aún hay varios "Te amo" escondidos, y ciertos "Lo siento" ocultos. Bueno... Valentina estaba bastante segura de que, por su parte, el amor parecía intensificarse aunque estuviesen lejos, y por la parte de Michael, le gustaba pensar que pasaba lo mismo. <<Solo está dolido>> se decía, <<Dolido, terco y Ciego>>.

Entonces, Valentina en momentos de masoquismo, recordó su último beso. ¿Quién diría que sería el último? Ella simplemente los tomaba como otro más, sin nada que sobresaltar aparte de que cada uno era extremadamente bueno a su modo. Pero ahora que sabía que ese iba a ser su último contacto, el último registro, el último recuerdo de un "Nosotros" entre ellos dos, ese beso parecía una leyenda, un mito o un sueño divino. Sintió el palpitar de sus labios cada vez que veía que los de Michael se acercarían a los suyos, y supo entonces que esa sensación le tomaría toda una vida para olvidar.

¿Cómo es que Valentina se vio engatusada por el chico más idiota, narcisista y ególatra de la academia? En ese momento, cuando amarlo se sentía tan mal, pensó que odiarlo podía hacerla sentir mejor. El odio era el único sentimiento tan intenso como el amor, tanto que son lo mismo, pero en diferentes sentidos. Pero, ¿Cómo odiar a alguien que te dio tanto de que amar? ¿Que hizo que de algún modo, notaras que el amor rige nuestras vistas? Valentina se encontraba en un dilema.
Michael no escucharía, y ella sabía. Él había visto la foto, una jodida foto que malinterpretó todo lo real y lo bueno. ¡¿Por qué mierda esos jodidos niñitos del primer semestre estaban tan interesados en sus vidas?! ¡Dios!

- Estás mal. - Agustín se cruzó de brazos, y giró su cabeza de derecha a izquierda y en viceversa bastantes veces. Michael no lo miró antes de empinarse una cerveza en la garganta. - ¡Todo esto está muy mal! Sabes que lo quieras o no terminarán volviendo, ¿Cierto? Ustedes dos no son personas de olvidar fácil.

- Ella optó por Ducasse, y fue tan canalla como para negarlo. - Agustín rodó los ojos, y gracias a toda la tensión acumulada en el cuerpo de Michael, no se le hizo nada difícil aplastar la botella y resumirla a un pedazo de aluminio deforme. - Valentina ya está grandecita como para hacerse cargo de sus errores.

- Creo que estás juzgando muy rápido. - Las precavidas palabras del chico tomaron a Michael desprevenido. - Estoy seguro de que debe de haber una explicación más allá de esta foto. Quizás si logras hablar con alguien del periódico tú...

- Agustín, ¡No quiero que nadie me vuelva a decir que Valentina se estaba besando con Ducasse! ¡Ya lo vi!

- ¡Tú eres el primer testigo de que Chismes Dreams es más falso que el cabello artificial del profesor Brons! - Agustín echó un bufido al aire, exasperado. - ¿Cuántas veces no te han inventado chismes ellos a ti y han hecho que parecieran otras cosas? ¿Eh?

¿Quién entiende a los hombres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora