Resumen

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Bien bien, hace mucho que no les cuento de mi vida, ¿no? Deben morirse por saber que ha pasado después de estos 8 meses, pues bien, les haré (o trataré) de hacer un pequeño resumen de lo que ha pasado en mi miserable vida.

Monserrat y yo dejamos de hablarnos, y ella hablaba con una chica que se sentaba al otro lado del salón, hasta que llegó el día... Ese día, Monserrat y su amiga llegaron a donde yo estaba en mi asiento, me pidieron que me cambiara de lugar, ya que yo ya no hablaba con Monserrat.
Accedí con dificultad. Yo estaba nerviosa por que me pasé al otro lado del salón, habían chicos y chicas que nada que ver con mi personalidad en ese entonces (en ese entonces, yo apenas hablaba con mis compañeros de clase, era callada y bastante conservada).

Ahora, agradezco mucho haberme cambiado de ese asiento, conocí a personas que jamás creí conocer, una de esas personas es Abisaí, un chico que no puede definirse, un chico que cuando piensas en el y llevas conociéndolo lo suficientemente como para quedar asombrada de la manera en la que ve la vida, la forma en la que ve y afronta los problemas, ese carisma y profundidad que hay en él. Abisaí es un chico de los que no te encuentras dos veces en la vida, y debo admitir que estoy orgullosa en decir que el es Mi mejor amigo, mi mejor amigo de verdad.

Junto a el, conocí a varias personas geniales, Brenda: ella es una chica bastante inteligente y noble, aunque su humor es bastante pesado, es una persona bastante alegre y responsable; Benito: el es una persona demasiado impredecible, nunca sabes que es lo que piensa o dice, si te llevas con el te aguantas, y si no, también. En ocasiones puede causarte jaqueca, pero detrás de eso, hay un chico noble y genial.

Ahora, Benito y Brenda son pareja, y yo la mal tercio.

Al final está Uriel: El es un chico guapo, con un parecido increíble a Daí, aunque Daí parece ser más tierno. Antes los confundían demasiado, y a Uriel le molestaba mucho que lo hicieran, tanto, que podía dejar de hablarte, el en serio es el rey del drama. Pero, cuando por fin hablé lo suficiente como para tenerle confianza a Uriel, el fue quien sacó el tema de Daí, y quizo conocerlo, no se me hizo difícil juntarlos (fue como ver a dos hermanos gemelos re-encontrarse después de haber sido separados al nacer). A primera vista, Uriel parece ser un chico con egocéntrico y con el ego demasiado elevado, es inteligente y es el tipo que es difícil sacarle la tarea para que te la pase, pero fuera de eso es bastante agradable estar con el, una vez que le conoces y hablan, es una persona grandiosa. Debo agregar que, se hicieron muy amigos. Pararé aquí con Uriel, tengo bastante de el para hablar...

Daí y yo seguimos hablando a lo largo de los meses pasados hasta que llegó Diciembre, específicamente en Año Nuevo, esa noche discutimos por razones que ahora no recuerdo; dejamos de hablar y volvimos a reconciliarnos como a mediados y finales de Abril, yo todavía estaba desconcertada y era cortante con el (de hecho, el 14 de Febrero hubo un festejo en mi Preparatoria, y el hizo demasiadas cosas para lograr captar mi atención, cosa que falló). Aún después de la reconciliación, las cosas ya no son como antes, pero seguimos en contacto, salimos a comer, quedamos de vernos en mi casa y haciéndonos constantes bromas; de hecho, fue gracias a Uriel que decidí dejar de hacerme la "difícil" y hablar bien con el, también lo de 》seguimos en contacto, salimos a comer, quedamos de vernos en mi casa《 lo hacemos con Uriel, somos unidos, solo eso.

La adolescencia de una chica mexicana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora