Un amor inesperado (Sofia y Hugo)

Adiós a todo

Sofia salió corriendo de la habitación para dirigirse al establo, tomó al primer caballo que se encontró y emprendió el vuelo.

Su respiración se sentía agitada y su corazón latía fuertemente, dándole la sensación de que en cualquier momento se saldría de su pecho.

Al divisar a lo lejos el castillo de Albuquerque, Sofía comenzó a acelerar el vuelo, aterrizando de golpe frente a la puerta del palacio.

La princesa tocó repetidas veces sin recibir respuesta. Cuando estaba a punto de retirarse, unos pasos se escucharon en el interior y la puerta se abrió lentamente.
Sofía sonrió cuando divisó a Hugo del otro lado de la puerta.

~S.. Sofía, ¿Qué haces aquí? Tartamudeo el príncipe, al notar el estilo desalineado de la jovén.

~Hugo ¡Tenemos que hablar!, Acompáñame al jardín. Habló agitada tomando el brazo del joven.

Al llegar al jardín Sofía se acercó a una pequeña fuente. Al asomar su rostro notó su reflejo en aquellas aguas cristalinas, con un suave movimiento comenzó a jugar con el agua, moviendo su mano de un lado a otro, viendo cómo su reflejo se desvanecía, para momentos después volver a aparecer.

Hugo apareció detrás de ella y el agua se torno turbia, Sofía se asusto al pensar que se podría tratar de un mal presagio.

~¿De qué quieres hablarme, Sofía? Murmuró el príncipe cruzando los brazos.

~Hugo... Yo te sigo amando. Gritó Sofía corriendo a recargarse en su pecho.

Hugo envolvió sus brazos alrededor de su espalda, para después caer en lo que estaba haciendo y alejarla rápidamente de él.

~Sofia... Sabes que yo te amaba con intensidad... Espere día tras día a que aparecieras en el castillo, yo no podía acercarme a ti, porque siempre te encontrabas vigilada por guardias, pero siempre estaba cerca, observandote. Tu dulzura y amabilidad me mantenían con fuerzas, añoraba que un día te escaparas y pudiéramos irnos lejos de aquí, pero jamás lo hiciste.

~Hugo, Hildegard me engañó y caí en su trampa, no entiendo cómo pude ser tan tonta.

En ese momento Alice se dispuso a salir del castillo, Hugo aún no volvía y le preocupaba que algo malo le hubiera pasado.

Mientras recorría los alrededores, escuchó una voz femenina saliendo de uno de los jardines reales.
Alice abrió un poco la puerta encontrándose a Hugo frente a una chica desconocida.
Estaba apunto de retirarse cuando escuchó algo que llamó su atención.

~Por favor Hugo, ¡Empecemos de nuevo!, ¡yo te amo!, quiero estar a tu lado todos los días de mi vida. Lloraba Sofía tratando de acercarse nuevamente a él.

~Sofia yo no puedo, me casaré en un mes. Hay ocasiones en la vida, en las que se debe seguir adelante y no quedarse estancado, lo lamento mucho, pero lo nuestro no funcionó y ahora cada quien tiene su vida hecha y la mía es al lado de Alice.

~¡Por favor cancela el matrimonio!, ¡Yo te amo!, Mis pensamientos nunca se alejaron de ti en estos seis años, yo añoraba volver a verte.

~¡No lo haré Sofía!, ¡Ya está decidido! yo me casaré con Alice y tú te casarás con George, sé feliz a su lado, sé que el te quiere y tú también lo haces, sigue tu vida y olvídate de mi.

~No seré feliz a su lado, pero te deseo mucha felicidad. Sollozó para después retirarse, ¡Entendía todo!, ¡Había sido muy claro con ella!

Alice seguía observando desde la puerta, no entendía muy bien la situación pero sentía pena por aquella mujer, imaginaba que ella estaba enamorada de Hugo y que él la había rechazado de una manera un tanto brusca, le daba tristeza verla en tan mal estado. Si tan solo pudiera hablar con ella, pero seguro arruinaria más las cosas.

Su vista se desvío notando a Hugo caminar alrededor del jardín con las manos en la espalda y la cabeza baja, Alice imagino que se sentía mal por haber tratado de esa manera a la pobre joven.
Lo que le extrañaba era que él hacía gestos de negación, volviéndose repetidas veces hacia donde se había ido la princesa.

No entendía que estaba sucediendo, pero definitivamente era muy extraño, así que decidió acercarse para hacer que se sintiera mejor.

~Hugo. Susurró la joven haciendo que el príncipe se sobre saltara.

~Alice... Abrió los brazos recibiendo a la chica en un abrazo.

~¿Qué te ocurre? Te siento tenso, es como si estuviera abrazando a una piedra. Titubeó la princesa viéndolo directamente a los ojos.

Su mirada mostraba un gran nerviosismo, intentando no hacer contacto directo con ella.

~No me sucede nada. Contestó Hugo mientras dirigía sus pasos al castillo.

Al día siguiente, llegó una invitación a la fiesta de cumpleaños de la reina Amber de Zatin, Alice la recibió corriendo emocionada a entregársela a Hugo, el príncipe se asusto al ver el remitente.

~No iremos, Habló Hugo en tono serio.

~¿Por qué no? Quiero conocer a la reina Amber y a su familia, mi padre siempre nos hablo maravillas de ellos.

Hugo no podía volver a estar frente a Sofía, a pesar de que sabía que ella era muy buena, la pena se apoderaría de él, ¡Había sido tan duro con ella!, pero las cosas no eran tan sencillas como parecían.
En cuanto a Amber seguro lo fulminaria con la mirada por hacer sufrir a su hermana.

~No creo que sea lo mejor.

~¡Anda Hugo!, Sonrió Alice haciendo que el príncipe no pudiera negarse.

~Solo un rato, la conoces y nos vamos.

~¡Si!, salto Alice dándole un pequeño beso en los labios, Hugo solo tosió haciendo que la princesa se alejara de él.

Amber tenía casi todos los preparativos listos, moría de ganas por conocer a la chica que se casaría con Hugo, seguro no podía compararse con su hermana, aún así quería comprobar ese supuesto parecido del que le había hablado James.

Las horas pasaban lentamente para Sofía, estando parada junto a George a orillas de un balcón.

El príncipe de Kiev notó que algo le ocurría.

~Sofia, ¿Qué pasa?

~No es nada, ¿Nunca te has imaginado que hubiera pasado con tu vida si las cosas se hubieran dado de otra manera?

~Muchas veces Sofía, pero estoy feliz de que sucediera de esta forma, porque puedo estar a tu lado como siempre soñé. Contestó George tomando su mano.

Sofía le brindó una sonrisa y quitó su mano de ahí.