Sofia y James

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La pesadez y la migraña que presentaba Hugo desaparecería al día siguiente, por el momento, solo le quedaba descansar y recuperar las fuerzas perdidas.

Aunque todo permanecía en constante calma, el príncipe se encontraba intranquilo, sus pensamientos no lo dejaban descansar. Sabía que James pasaría toda la tarde con Sofía, a pesar de que ellos vivian juntos, presentía que algo distinto pasaría ese día, pero no podía hacer nada para interferir; había perdido la carrera y no podía faltar a su palabra.

Por otra parte, James llegaba a Encantia dirigiéndose inmediatamente al cuarto de la princesa. Al entrar encontró a Amber y Desmond platicando con ella, al verlo los jóvenes se tornaron pálidos, mostrando una sonrisa fingida.

~James.. ¿Qué haces aquí? Habló entre dientes Amber.

~Vine a ver a Sofía, ¿Me permiten?

~Sabes que esa no es la forma de entrar al cuarto de una señorita, debes tocar antes de entrar. Lo reprendió Amber para después salir en compañía de Desmond.

~¿De qué quieres hablarme, James? Titubeó Sofía viéndolo directamente a los ojos.

~Quiero que me acompañes al jardín del palacio, pasemos un tiempo juntos. Sonrió para después ofrecerle su brazo.

Por otra parte Amber y Desmond corrían a la guarida de Cédric, la princesa tenía un plan B para ayudar a Hugo.

~Princesa Amber, que gusto verla por aquí. Habló sarcásticamente el hechicero haciéndolos pasar.

~¡Hola Cédric!, Quiero que nos ayudes, no sé si estés enterado, pero Hugo y James se enfrentarán en una competencia por Sofía. Río emocionada la rubia.

~Y yo...¿Qué tengo que ver con todo esto?, Contestó en tono serio.

~Queremos dejar en desventaja a James, como ambos son muy buenos, queremos que el príncipe Hugo destaque en todas las competencias para que pueda casarse con mi hermanita. Río Amber llevándose las manos a la cara.

~La...princesa Sofía, ¿Casarse? Tartamudeo Cédric abriendo los ojos.

~Si, ¿No crees que es lindo?, Dos gallardos príncipes enfrentándose por su amor.

~¿El príncipe James también la ama?

~Pero claro Cédric, ¿Dónde estuviste todos estos años?, Siempre fue obvio, ¡Ahora ayúdanos!, Gritó la rubia emocionada.

~¿Y si no quiero hacerlo?, Rodó los ojos el hechicero cruzando los brazos.

~Le diré a mi papi que no quieres ayudarme.

~¿A qué hora llevaremos a cabo el plan, princesa? Río nervioso Cédric

~En cuanto Hugo y James comiencen a practicar, harás unos cuantos hechizos para ayudarlo. Río la princesa para después salir de la torre.

Mientras tanto, James y Sofía llegaban al jardín.

~Sofia quiero darte algo, esto lo tenía guardado en mi armario desde hace mucho tiempo y no encontraba el momento indicado para entregartelo, James extendió su mano dándole un pequeño anillo con una bonita piedra en forma de corazón.

~¡Es tan bello!, muchas gracias James .

~Me di cuenta que combina perfectamente con tu amuleto, por eso, no pude evitar comprarlo.

~Lo llevaré siempre conmigo, tenlo por seguro. Sonrió Sofía para después darle un beso en la mejilla.

~Te ví hablando la otra noche con George, ¿Hay algún problema? Susurró James para después tomar la mano de Sofía.

~Nada en especial, él me ayuda cuando más lo necesito, es mi mejor amigo y alguien especial para mí.

~¿Qué tan especial?

~Puedo hablar con él de cualquier cosa, además en ocasiones siento como mi corazón late fuertemente cuando estoy a su lado. La princesa se llevó las manos a la cara intentando esconder su rubor.

~Eso me suena a que sientes algo más por él. Habló el príncipe con seriedad.

~Si siento algo por él, una gran amistad, ha estado a mi lado mucho tiempo. Sonrió Sofía para después poner su mano encima de la de él.

~No me mires de esa forma Sofía porque siento la necesidad de....

~¿De qué James? Preguntó confundida, mientras su mirada se clavaba en los ojos del príncipe.

~De... de besarte.
Apenas terminó la frase cuando sus labios habían dado un pequeño roce con los de Sofía, para él era un sueño hecho realidad, había soñado con este momento durante años, por otra parte, Sofía mantenía los ojos abiertos ante la impresión.

Al separarse de ella, la cara de Sofía aún tenía un aire de extrañeza, sus ojos se mantenían abiertos y sus manos permanecían posadas en sus labios.

~¡Debo irme James!, Pronunció parándose rápidamente.

~Sofi, ¡lo siento mucho!, No... no se qué pasó conmigo, yo solo...

~No te preocupes James, realmente debo irme, ya es muy tarde y mañana tengo que levantarme temprano para recibir a Hugo.

La princesa corrió rumbo al palacio, mientras James intentaba no llorar. La impotencia se apoderaba de él, jamás se había sentido de esa manera, si tan solo ella le correspondiera, la haría feliz y no la dejaría nunca. Le dolía que incluso George había tenido más suerte que él. ¿Qué había hecho mal?, Quizás todo esto pasaba por ser su hermanastro, aunque no había un lazo sanguíneo que los uniera, ella siempre lo había visto como un verdadero hermano.

Al llegar a su habitación, Sofía observó aquel hermoso anillo que le había regalado James. Como le prometió, lo llevaría siempre consigo.

Le dolía que su hermano sufriera por su causa, ella jamás haría algo para lastimarlo, pero lamentablemente, las cosas resultaron de esa manera.

Al bajar su vista, encontró una carta de su amiga Vivian posada sobre el escritorio.

Le dolía leer las palabras de su amiga, siempre tan pendiente de su hermano y guardando la esperanza de algún día ser correspondida. Ella más que nadie estaría feliz de que Vivian y James estuvieran juntos, pero él se negaba a tener un tiempo a solas con ella, si tan solo se diera la oportunidad de conocerla, su forma de verla cambiaría.

Fue en ese momento, cuando Sofía pensó que podría lograr que ambos jóvenes tuvieran un tiempo a solas, quizás de esa forma James podría ver lo maravillosa que es Vivian.

Al día siguiente después de la práctica de los príncipes, llevaría a cabo su plan.

Un amor inesperado (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora