Buenos amigos

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Princesa Sofía, alguien espera por usted en el salón principal. Habló Balleywick guiñándole el ojo.

La mirada de Sofía se iluminó imaginando que se trataba de Hugo. Él siempre era tan impredecible, seguro que había recibido su carta y en lugar de enviarle una respuesta prefirió darle una sorpresa.

Su cabello se encontraba enredado y su cara pálida, al notar ésto corrió a arreglarse tomando un baño corto y arreglando su imagen.

Lo más rápido que pudo, bajó al salón y cuando abrió la puerta encontró una gran silla de espalda a ella, Sofía solo corrió a taparle los ojos al chico que se encontraba sentado.

El chico solo río y ella quedó asustada, ¡No era Hugo el que la esperaba!

Inmediatamente le destapó los ojos y  giró hasta quedar frente a él.

~¡George! Gritó para lanzarse a sus brazos.

~ ¿Esperabas a alguien más? Dijo levantando una ceja.

~Claro que no, siempre supe que eras tú, pero...¿Qué te trae por aquí?

~ Estaba preocupado por ti, en el compromiso de Hildegard te veías muy mal y como no te comunicaste conmigo, pensé que debía visitarte.

~Te lo agradezco mucho, estos días no me he encontrado bien, le escribí una carta a Hugo, pero aún no recibo respuesta. Creo que el mensaje es muy claro, seguramente no quiere volver a verme, pero aún así, siento la necesidad de hablar con él una vez más.

~ No sé que pasa con ese hombre, ¿Cómo puede hacerte esto?, Eres una chica maravillosa, no puedo creer que no arreglara las cosas contigo.

~ No lo sé... Hildegard fue su primer amor, seguramente la prefiere, yo no soy nada en comparación con ella.

~ ¡No!, Yo no sé que haya en la mente de ese chico, pero si prefiere a Hildegard por encima tuyo es un completo idiota, eres una chica maravillosa, mucho mejor que ella, yo la conozco muy bien, nunca me agradó, en la escuela real siempre nos peleábamos por todo.

~Lo sé George, Amber siempre intercedia por ti. Río Sofía recargándose en el hombro de su amigo.

~ Tú y yo siempre hemos estado juntos, tú enamorada de Hugo y yo de ti.
Suspiró el príncipe bajando la cabeza.

A pesar de que Sofía lo sabía, no pudo evitar sentir una presión en el pecho.
Tomó la mano del joven y le brindó una sonrisa, inmediatamente el príncipe se sonrojo, este tipo de cosas eran las que lo mantenían enamorado de ella.

~Gracias por apoyarme siempre George, puedo confiar incondicionalmente en ti, si Hugo no se hubiera cruzado en mi camino antes que tú, seguramente estaría loca por ti.
Aún recuerdo cuando llegaste a la escuela real, Fue durante el segundo año de secundaria, yo tenía 14 años y mi cabello era un desastre.

~Amber siempre te molestaba por eso. Río George burlándose de Sofía.

~ Sí.. lo hacía, recuerdo que en el momento que entraste al salón de clases, todas las princesas comenzaron a murmurar que eras muy guapo, no puedo negar que yo también lo pensé, te sentaste a mi lado y Hugo se burló diciendo que era mucho más guapo y talentoso que tú, yo solo le solté una mirada de molestia y él hizo una de sus irritables sonrisas altaneras.

~Hugo y yo jamás nos llevamos bien, aunque era tu amigo yo nunca lo soporte, siempre lo envidie por tener tu amor, además ¿Recuerdas el día que lo encontramos en el jardín de tu palacio?, ¡Ni siquiera me reconoció!, tuviste que presentarnos de nuevo. George se llevó las manos a la barbilla recordando lo que había pasado.

~ Si, ambos cambiaron mucho, supongo que fue eso.
Menos mal que no lo conociste de niño, después de nuestro recital de baile sobre hielo, él cambio, al menos conmigo, fue más dulce y agradable, jamás volvió a molestarme por practicar Derby volador.

~Yo recuerdo que desde el primer momento que te ví, supe que debía ser tu amigo, tu cabello esponjado llamó mi atención y esos ojos azules me mataron, cuando me acerque a ti Hugo solo hizo una mirada de desagrado. Yo siempre pensé que estaba enamorado de ti.

~Sabes que eso me hubiera encantado, recuerdo que después de un tiempo tú y yo nos hicimos amigos, pero al terminar la escuela, mi padre nos envío a estudiar fuera y perdí contacto con todos ustedes durante 4 años, al regresar me encontré con la sorpresa de que Hugo estaba perdidamente enamorado de Hildegard e incluso al principio, se portó igual de frío que cuando era niño.

~ Sé que te lo he dicho mucho pero.... No creo que él te merezca, aún así quiero verte feliz, me gusta mucho recordar contigo los viejos tiempos. Murmuró el príncipe de Kiev.

~¡Sofia! Necesito tu ayuda, el sombrero verde o el azul. Gritó Amber señalandole los sombreros.

~El azul Amber, sonrió Sofía para hacerla pasar.

~¡George!, Qué gusto verte por aquí. Pronunció la rubia con una gran sonrisa en su rostro.

~Hola Amber, desde que te comprometiste casi no convives con nosotros. Río el chico.

~Es que mi querido Desmond roba toda mi atención, por cierto llamaré a James para que te saludé, le agradará verte.

Después de un rato el príncipe entró al salón, saludando a George y sentándose junto a Sofía.

~¿Cómo va todo en tu reino? Pronunció James

~ Bien, pronto mi padre se retirará y me dejara a cargo.

~ También en un par de meses seré el rey de Encantia, podemos tener alianza si gustas.

~ Eso me agradaría James.

~ ¿Te quedas a cenar? Gritó Amber emocionada.

~Si Sofía está de acuerdo lo haré, susurró George viendo a la princesa.

~¡Por supuesto! Alzó la voz Sofía.

Después de una tarde llena de recuerdos, era hora de que George volviera a su reino, pero no podía hacerlo sin antes decirle a Sofía todo lo que sentía.

~Debo irme ya, me alegra que por esta tarde hayas podido olvidar todo lo que te pasa, no me gusta verte triste, ahora brindame una sonrisa, como las que solo tú sabes hacer.

Sofía sonrió y George tocó su mejilla, para quitar pequeños residuos de lágrimas que se asomaban por sus ojos.

~Si las cosas con Hugo no sé arreglan, ¿Me darías una oportunidad? Murmuró George para después bajar la cabeza.

Sofía solo asintió y George le dió un beso en la mejilla para después subir a su carruaje.

La chica solo tocó su mejilla y entró al palacio sin saber que James la observaba desde la ventana.
Al día siguiente iría al castillo de Albuquerque para hablar con Hugo, si las cosas no se arreglaban, lo entendería y lo dejaría libre.

Las palabras de George daban vuelta en su mente, él siempre la había apoyado y era su mejor amigo, quizás sí había tenido ligeros sentimientos hacia él todo este tiempo.

Un amor inesperado (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora