Amor perdido

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James se encontraba al otro lado de la puerta, escuchar esto le había causado un gran pesar. Ver a su hermana tan deprimida todos estos años, lo hacía sentir mal, tanto que en ocasiones quería buscar a Hugo y entregarle a Sofía, aunque después recordaba lo que el chico le había hecho y desistia de este pensamiento.
¡Había arruinado la vida de Sofía!, era la peor persona del mundo. Se reprendia internamente, pero ahora no podía hacer nada, Hugo se casaría pronto y las cosas nunca volverían a ser igual.

El príncipe se dirigió a la habitación de su hermana con la cabeza baja, al verla solo pudo lanzarle una mirada llena de melancolía.
Hace unos años que había desistido de enamorarla.
La princesa jamás mostró ningún interés en él, pese a sus múltiples insinuasiones, ahora solo eran lo que siempre habían sido “Hermanos".

~Sof yo... Me enteré que Hugo se casará, discúlpame. Murmuró el joven bajando la cabeza.

Sofía solo se acercó a él y tomó su cara para levantarla en dirección a ella.

~No te disculpes, las cosas pasan por algo. Sonrió la chica intentando que su hermano notará que estaba bien.

James salió de la habitación e inmediatamente se encontró con Amber en la puerta.

~¿Por qué todos piensan que me encuentro mal por la boda de Hugo? Gritó Sofía acercándose a la ventana.

~Quizás no todo sea como piensas Sofía, tu odio hacia Hugo puede ser solo un mal entendido, ¿Nunca lo pensaste? Contestó Amber acercándose a su hermana.

~¿Un mal entendido?, Nunca lo pensé, quizás deba hablar con él, por lo menos me gustaría recuperar su amistad. Susurró Sofía.

No estaba segura de quién era su prometida, probablemente se trataba de Hildegard ya que, la chica le había jurado que se casaría con él y ahora nada se lo impediría. Sabía que desde 6 años atrás la caprichosa princesa había roto su compromiso con Zandar.

En ese momento, iba llegando George al castillo de Encantia, dirigiéndose directamente a la habitación de la princesa. Al verlo entrar, Amber le hizo una reverencia para seguir con su camino.

El príncipe de Kiev se acercó a Sofía dándole un pequeño beso en los labios para después ofrecerle su brazo. Sofía lo tomó y juntos salieron a caminar al jardín.

~ Llegó una invitación al castillo. Mencionó el joven rompiendo el silencio.

~Déjame adivinar... La boda de Hugo. Alzó la voz Sofía haciendo que el chico se extrañara.

~¿Llegó una también aquí?, ¡Qué descaro!

~No, pero si llego una a Zatin y Amber la recibió.

~¡Me acompañarás!, Solo de esa forma podrás comprobarme que realmente no sientes nada por él y que soy el único en tu corazón. Habló George con cierto recelo.

~Pero...¿Qué?, ¿Acaso estás loco? Gritó Sofía tratando de esconder su nerviosismo.

~Solo así me sentiré seguro de lo que sientes por mí y podremos casarnos tranquilamente.

~¿Casarnos?

~Si Sofía, quiero que te cases conmigo, llevamos dos años de noviazgo y creo que ya es tiempo de formalizar. Sonrió el chico tomando su mano, mientras le ponía un bello anillo de compromiso en el dedo.

Sofía solo abrió los ojos, intentando articular una palabra cuando George le tapo la boca.

~No me respondas ahora, piénsalo, vendré a verte mañana. Sonrió el príncipe guiñandole el ojo.

Al verlo alejarse, Sofía tomó un caballo del establo real y voló rápidamente a Albuquerque. Conforme iba avanzando sentía que su corazón se agitaba cada vez más. Al estar frente al castillo, una indecisión se apoderó de ella escondiendose detrás de la reja.
En ese momento aparecieron dos siluetas en el jardín, un joven alto de pelo castaño oscuro y una joven de pelo castaño claro ondulado y ojos verdes. Sofía quedó extrañada, la chica se paró de puntitas dándole un pequeño beso en los labios al chico para después subir a su carruaje.
Cuando las puertas se abrieron, inmediatamente Sofía corrió a esconderse detrás de los árboles, sin darse cuenta que su vestido era demasiado amplio para esconderse por completo. La joven notó la presencia de Sofía brindándole una sonrisa amable, Sofía se la devolvió y vió como se alejaba el carruaje con rapidez.

Unas manos se posaron en su hombro haciendo que Sofía temblara de miedo.

Al volver su vista diviso a un guardia del palacio, el hombre enseguida la hizo entrar llevandola directamente al estudio del rey Garrick. Sofía quería desaparecer en ese momento, entonces recordó que su amuleto le permitía hacerse pequeña.

~¡Quiero ser pequeña!, Pronunció con voz firme sintiendo como su tamaño disminuia.

Al llegar al jardín y serciorandose de que nadie la observaba, volvió a su tamaño original.

~¡Oye! Gritó una voz.

Al voltear, notó que se trataba de aquel chico que había visto unos minutos antes.

Sofía buscó rápidamente su caballo y emprendió el vuelo lo más rápido que pudo, sin darse cuenta que aquel joven la seguía, ¡Era igual de buen jinete que ella! y eso hacía más difícil su escape.

Al sentirse atrapada Sofía bajó a pique escondiendose entre los árboles.
Al aterrizar corrió con todas sus fuerzas notando que se encontraba en el lugar donde había sido su primera cita con Hugo, aquella cascada permanecía igual de hermosa, con esas bellas aguas cristalinas y esa cueva... ¡La cueva! Gritó Sofía escondiendose detrás de la caída del agua.
El joven que la perseguía, jamás podría encontrarla en ese lugar.
Sofía apenas podía ver entre las aguas la silueta de aquel muchacho, la sombra comenzó a acercarse a la caída del agua. Sofía mantuvo el aliento esperando que no la viera. Al notar que el chico se alejaba exhalo adentrándose más en la cueva.

Cuando pensaba que estaba a salvo, sintió una mano jalar su brazo. Al voltear, notó que era aquel chico que la perseguía, Sofía solo bajó la cabeza e intento no decir nada.

~¿Por qué huyes de mi? Alzó la voz haciendo que Sofía subiera la cabeza.

~No estoy huyendo de ti. Pronunció notando enseguida “esos hermosos ojos color avellana que le robaban el sueño".
¿Hugo? Titubeó con la voz cortada.

~¡Claro que soy yo Sofía!, te reconocí desde el instante en que te vi montar a caballo, tú eres la única chica que ha podido ganarme en una carrera. Sonrió el príncipe llevándose las manos a la nuca.

Un amor inesperado (Sofia y Hugo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora