Palabras...Solo eso hace falta para causarte daños o vacíos, efímeras palabras pueden clavar un antes y un después en tu ser.
Puedo desgarrarme mi propia piel, hacerme daño intentando encontrar alivio, ser conocedor de la autodestrucción. Esos vacíos se sienten al sonreír cuando cada noche de tu vida notas las faltas que tienes , piensas en todo buscando respuestas condenadas a no encontrar, ocasos donde estamos vacuos por palabras que nunca dijimos o que debimos evitar escuchar, y es que estoy harto de recibir daño, todo lo malo me a pasado siendo bueno ¿Cuántos podemos decir lo mismo? Muchos, grandes son las almas buenas que siendo puras tienden a ser lanzadas al infierno.
Tienden a ser mortíferos, corrosivos y tóxicos, duelen y hasta cuecen. Pueden ser pequeños pero hasta las gotas más pequeñas con el tiempo rompen una roca.
Escribo desde donde el cielo es rojo siendo un ángel, porque mis cortadas pueden ser físicas pero el horror está en el alma. No es justo perder tu magia por palabras dichas con trucos, con afanes malévolos. Me jode saber que soy algo indeseado para el mundo, un error de sistema y un avería que no lo logran arreglar.
Estamos llenos de vacíos, silenciamos gritos y estamos muertos en carne, caminando como seres sin alma ansiando la vida, aunque muchos estamos conformes al estado en el que deambulamos el camino, la verdad no es lo justo para nadie.
Pondría tu nombre en balas solo para que sepas que tú fuiste lo último que paso por mi cabeza, con simples ideas y acciones rompes al humano más fuerte y este no sabe cuánto puede resistir hasta que lo fuerzas al abismo, y en alguna veces lo empujas a el; lo empujas para ver como cae complaciendo tus gustos y fantasías, matas la inocencia más pura por el deseo del mal.
Ojalá fueran ustedes los que caen a aquel hoyo. No saben lo que se siente buscar una salida sin saber si la hay. Sin ganas de encontrarte porque solo te pierdes más al intentarlo, son tantas carencias lo que te definen y ustedes se han dispuesto a hacerme cada vez una más , cada vez agrandar aquella oscuridad.
Me vicie al mal y a su estado anímico, me vicie a la autodestrucción con mi corta edad, cuando se apagan las luces, dejo lo material en mesa y decido disfrutar la noche por mi cuenta, es cuando dejando todo de lado en el silencio de la noche logro escuchar todo el ruido de mi alma, todo ese ruido que me hace daño y me hace tiritar, sollozo por lo que soy por dentro y la perversidad que me han hecho aquellos a quienes hicieron. No puedo dejar de pensar en todo lo mal que está todo, las personas se están haciendo daños sin darse cuenta, se destruyen por voluntad propia sin consciencia de ello.
Los amarres y la esclavitud mental es la peor de las muertes más lentas posibles, te vicia a defender al agresor y llevar su imagen plasmada en tus ideales y creencias. No puedo creer que las personas sigan caminos marcados, pero desde que tienen memoria fueron creados para soportar unas ideas manipuladoras del ser.
Las personas se vician a los superfluos, a los sin sentidos que los ligan. Salí de esta cárcel mental cuando pude apreciar el mundo desde las profundidades, vi todo desde las alcantarillas y aprecie la vida misma, noté sus errores, noté sus faltas y sobre todo noté las nuestras. Pude ver nuestros fallos como especie y a los que hacen el mundo un lugar fatuo de vida, pude ver los negocios y al rebaño llamado personas, pude ver a las masas dirigidas al vicio y los pude ver haciéndose daño con las fantasías a las que ellos llamaban realidad. Me inculque en la soberbia de los textos y en sus escritores renegados, me centre en aquellos filósofos a quienes les hizo daño la realidad y me pregunte cual era la diferencia de sus vidas con las nuestras. Ellos conocieron el dolor y la realidad pura desde la perspectiva de un camino que tenia un fin predilecto, sus conocimientos les hicieron daño y estos se viciaron a seguir haciéndose infelices, eligieron el camino de la verdad aunque este les matara.
Me pregunte si valía la pena quitarse las vendas y vivir un sendero de conocimientos que al final no te llevarían más que a una verdad con cicatrices que se abrían entre más ibas conociendo de ellas. Vi a las personas no como tales, si no como defectos e intente ayudar a quien tope en mi camino...Me di cuenta que no vale quitar vendas a sujetos ciegos.
Las personas necesitaban aferrarse más allá de sus instintos gregarios, necesitaban cosas que los hiciera sentir completos y no hicieron más que engañarlos con placebos de felicidad, no hicieron más que venderles imágenes de lo que querían mas no el cómo lograrlo, les hicieron creer que venían incompletos, que necesitaban bienes u alguna sustancia con apellido de alegría que al acabar su producto aquellos débiles necesitaron con más ansias; destruyeron su camino a costa de mentiras y vicios que creían que los sentirían llenos y no hicieron más que tragarse un producto con carencias de verdad.
Puedes notar y sentir tu realidad desde el punto de vista más brillante, sin embargo tus acciones empujaran personas al infinito abismo. En tu labor de escapar encontraras la verdad y decidirás si hacerte daño o seguir el vicio, te darán la opción de elegir entre el vino con ese tono asqueroso llamado placebo de verdad o la verdad a secas que pocos pueden tragar en serio.
"No puedes elegir la vida,pero si puedes elegir como morir"
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Carencias Efimeras
Non-FictionEste libro esta hecho para todos y para nadie, si llegas a esto solo encontraras mi epitafio redactado entre capítulos. Encontraras la forma en la que me he estado matando y la iniciativa que encontré para caminar hacia la muerte. Espero que vivas...