Ella era una diosa, hija de Zeus y la reina de las amazonas, su nombre es Camila, durante su vida se dio cuenta que este planeta esta lleno de criaturas, que las personas comunes solo ven como mitos, sabía que los Licántropos eran seres muy territoriales y sus batallas solían ser muy sanguinarias y caóticas, ella se encargaba de ser una mediadora entre las manadas, que habitaban una cerca de la otra pero no siempre podía evitar las en más de una ocasión vio a muchos de ellos morir, sin duda de todas las criaturas que habitan la tierra los licántropos y los humanos son su favoritos, ella daría su vida por protegerlos.
1999 Este año surgió una de las peores guerras entre dos de las manadas más grandes e importantes, por el dominio de los bosques del norte de U.S.A. Camila intento detener esa masacre sin embargo cuando llegó al lugar de la batalla ya era muy tarde la tribu Tlingit había ganado la batalla pero perdieron a sus líderes los Jauregui, Camila estaba impactada con todo el caos que dejó esa guerra cuando encontró a un cachorro intentado hacer que su madre muerta se levantara. -Pol favol mami, vámonos los demás ya no están aquí.- decía mientras alba la oreja de su madre.- Mami, ya no juegues, quielo il a casa no se como reglesal yo sola, me poltale bien solo vámonos. La pequeña loba lloraba, Camila no sabía que hacer era verdad su manada ya estaba lejos y ella era muy pequeña para regresar sola. -Hey, pequeña ¿Como te llamas?.- ¿Por qué puedes entenderme?.-Bueno yo soy especial, digamos lo así. Ella la veía, parecía asustada pero cualquier cosa era mejor que quedar se en ese lugar sola. -Soy Laulen, ¿Mi mami mulio?.- preguntó sollozando.- Ho nena, tranquila te llevaré con tu manada.- NOO! Pol su culpa, mi mami y mi papi ya no están ellos no quelian peleal. Tenía carácter, se lo estaba demostrando además se veía adorable enojada aún con su aspecto de lobo, si tenía su forma animal.
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-Muy bien ¿y qué haces entonces?, no te pueden dejar aquí sola.- Lleva me contigo yo te cuidale, soy muy fuelte y no ocupo mucho espacio. Eso hizo sonreír a Camila, la pequeña había robado su corazón tal vez sería la hija que había esperado. -bien Lauren para que te pueda llevar conmigo tienes que estar en tu forma humana.- Esta bien pelo no me gusta. Lauren se transformó, y obviamente la pequeña no tenía ropa, Camila se quitó la chaqueta y envolvió a Lauren con ella.
-Bueno ahora podemos irnos, yo cuidaré de ti nada te hará falta.- Ahora eres mía, y sólo mía.- dijo Lauren para después lamer su mejilla.
Al llegar a la cabaña que Camila tenía en un pequeño pueblito leñador al que se había mudado hace apenas un par de años, Lauren de inmediato reclamó el lugar como suyo orinando por todo el lugar era obvio que sus instintos salvajes estaban muy acentuados en ella, pero a Camila no le molesto ya le enseñaría a la pequeña a comportarse.
-Dolmile afuela pala plotegel nuestla casa.- No bebé no puedes dormir afuera nadie va a entrar aquí para eso son las cercas. Lauren francio el ceño, pero hizo caso y siguió a Camila hasta habitación. -Esta es mi cama, en unos días compraré una para ti esta bien.- No yo puedo dolmil aquí no necesito nada, mi pelaje me ploteje no hagas nada.- Esta bien pero hoy dormiras en la cama conmigo. Lauren salto a la cama ya trasformada en lobo, era verdad que su forma humana no le agradaba nada.
