Llegué con mi nana a la estación a las 10:20 de la mañana.
-Que tengas un buen curso.-Me dijo mi nana con los ojos brillantes de emoción.
Con el corazón palpitante vio como un grupo de Mudblood's. Al parecer estaban buscando el andén 9 y 3/4.
—Mamá llegaremos tarde.— Dijo una chica rubia y mirada pálida.
—¿Desean ayuda?—Preguntó mi nana.
Ella los guió y les hicimos una demostración de como atravesarlo.
Y ahí estaba el Hogwarts Express 5792.
—¿Tienes todo en el baúl?—Preguntó preocupada de que me hubiera dejado algún libro. —Si te olvidaste de algo te lo enviaré por via lechuza.
— Vale nana. No te preocupes.
Me dio un beso en la frente.
—Mi niño ya es grande y tu mamá dice que le escribas seguido.
—Lo haré. Lo prometo.
— Oh cierto tu Lechuza.— Dijo dándome a mi futura amiga.—Portate bien.
—Siempre soy bueno.—Dije ofendido.
—Bueno basta de charla que tienes que subir al tren.
Justamente sono el silbato. Le di un beso en la mejilla y subí corriendo al tren.
Empecé a buscar un vagón vacío pero no tuve suerte. Hasta que había uno solo con dos hombres adultos. Toqué la puerta del compartimiento.
Uno de ellos tenía una mata de pelo azabache y unos ojos esmeraldas. Con una buena musculatura.
El otro tenía el pelo de un color rubio platino, lo llevaba cogido por una cola de caballo. Sus rasgos faciales son finos y marcados, su nariz es ligeramente puntiaguda y sus ojos grises como una tormenta.
—Hola ¿Puedo sentarme con ustedes?— Pregunté cohibido.
—¡Vamos pasa! Además mi novio esta dormido.
—Gracias.
Él hizo una ademán para que me sentará.
—Me gustaría que esto se mantuviese en secreto.
—Claro.—Dije con un tenue sonrojo.
—Por cierto mi nombre es Harry, Harry Potter.
No podía ser estaba con el héroe de toda la comunidad mágica.
—Mi nombre es Ivann Yeltsin. Gusto en conocerlo señor Potter.Miré hacía todos los lados para que no notará que estoy nervioso.
—Quieres callarte cara rajada.—Dijo el peli plateado con un tono muy hosco.— Intentó dormir.
—Déjalo siempre es así. Y bueno ¿Cuál crees que sera tu casa?—Me preguntó el señor Potter ansioso.
—Diría que sería Hufflepuff.
Su cara mostraba escepticismo. —Pues si caes en esa casa espero que sigamos en contacto.
—Y ¿Que hace un héroe como tu en este tren?
— Pues voy a ser el nuevo profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras.
—¿Y él?—Cuestione señalando al dormido rubio.
—Pues él es... El nuevo profesor de Pociones.
El moreno vio su reloj y con un suave tirón de cabello despertó al rubio.
—Prefiero que me despiertes con un beso Potty.
Él se puso rojo al igual que yo.
—Oh. Tenemos compañía.-Dijo con mal humor.—Si abres la boca para esparcir nuestra relación te juro que te lanzare un par de crucius.
—No hablaré, lo prometo. Aunque...
—¿Qué?— Gruño enfadado.
—Enhorabuena por vuestro noviazgo.—Dije con una cálida sonrisa.
Eso pareció alegrar a ambos por la comprensión que les otorgaba. Seguramente los magos no estarían de acuerdo con la relación.
—Tienes toda la razón eres un Hufflepuff.
El rubio rodos los ojos y lo beso apasionadamente.
—Y tu un tonto León.—Él me miró.—Largo que queremos intimidad.
Seguramente querían estar solos así que sin más preámbulos me levanté para irme.
—Cuándo estes en problemas puedes acudir al Profesor Malfoy o a mí.
—Gracias y hasta luego.—Cogí otra vez mis cosas y sin darme cuenta se me había caído el giratiempo que me regalaron mis abuelos.
Iba paseando por la locomotora hasta que un chico me cogió del brazo.
—¡Hey! Perro donde está la Marca Tenebrosa.
Intenté soltarme pero eso lo enfureció más. Acabé recibiendo un golpe en la cabeza contra el marco de la puerta.
Quizás si que haya sonado porque muchos de los otros alumnos formaron un círculo. Los prefectos intentaban saber la causa del golpe. Incluso Draco y Harry estuvieron presentes.
Me senti patético y sin ganas de levantarme.
—¡Venga mini mortifago atacame!— Me seguía gritando.
—No tengo ninguna marca de verdad.—Dije antes de que me empezará a estrangular.
—Claro...Seguro. Por tu culpa la mayoría de mi familia está bajo tierra.
—¡Basta!—Gritó el señor Harry Potter.—Petrifucus Totalus.—Pronunció severamente.
—Todos a sus compartimentos.—Dijo el profesor Malfoy.El señor Potter se llevó a aquél chico a la otra punta del tren como castigo.
En cambió el rubio tiro de mi y me llevo al compartimento de ellos.—¿Por qué te han atacado?
—Por ser hijo de un Mortifago.
—Te entiendo.
Abrí mis ojos. Negué con la cabeza, tengo la certeza que eso no es del todo verdad.
—Mi padre también fue mortifago en cambio yo para demostrarle que podia estar orgulloso de mi decidí entrar en las filas de quién no debe ser nombrado.—El señor Malfoy lo decía como si hubiera sido producto de su imaginación.
No conseguí tragar el nudo que se había formado en mi garganta.
En ese momento entró el Señor Potter.
—¿Te encuentras bien?
—Sí, no se preocupé estoy acostumbrado.
Lo que dije puso el ambiente más tenso.
—Bueno...¿Cuándo llegamos?
—No te preocupes tejon que llegaremos en menos de diez minutos.—Dijo el rubio.—Deberías arreglar tu túnica.
—Espera que lo arregló yo.—Dijo el moreno con emoción mal contenida. Un movimiento de varita arregló mi túnica.
—Por décima vez...gracias.Al llegar un medio-gigante nos daba la bienvenida.
— Él es el guardián de las llaves y terrenos de Hogwarts.
Fui corriendo hacía él. Parecía un enano en comparación con el semi-gigante.
—¿Cómo te llamas?—La pregunta lo dejo un poco descolocado.
—Pues...Mi nombre es Rubeus Hagrid pero me puedes llamar Hagrid.
— Encantado de conocerte Hagrid.
—¡Ivann! —Gritó Harry alarmado.—Creí que... Hola Hagrid. —Dijo dichoso de encontrarse con él. Se abrazaron pero un carraspeo por parte de rubio los separó.
—Tenemos que irnos.—Artículo con afiladas palabras.—Tenemos que llevar a Yeltsin al gran comedor y a los demás.
—¡Vaya! Es verdad. Los de primero vengan conmigo.
—Bien pues yo voy contigo.—Dije rebosando alegría.
—Claro que no.—Dijo Harry.—No me malinterpretes Hagrid pero los tres tenemos que hablar.
—Por supuesto Harry.—Me sonrió.—Tranquilo sus castigos no son malos incluso pueden ser divertidos.
Asentí y le di una galleta que preparó mi nana. Él aceptó la galleta.
— Gracias pequeño.
— De nada. El placer fue mío.
— Bueno...Ahora si hasta luego.—Entonces se fue mostrando el camino para los de primero.Cuando los tres estuvimos solos y los otros alumnos subieron a los carruajes.
—¿De dónde sacaste esté giratiempo? —Cuestionó con curiosidad el moreno.
—Me lo regalaron mis abuelos.
De ahí el viaje por carruaje fue tortuoso.

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El chico Hufflepuff
FanfictionEl mundo de Harry Potter es de J.K rowling. Solo lo cogí prestado para hacer mi historia. Esto será Drarry. Con algunos personajes de mi invención. Gracias.