Asuntos Malfoy.

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P.o.v. Ivann.

-Flagrate. - Gritó un chico de Gryffindor.
Pusieron: "Mortifago."
-¡Basta!
Luego sentí como mi cuerpo ardía y convulsionaba de dolor. Mi garganta seca y ronca por mis gritos.
Les hacía tanta gracia verme así.

Fin p.o.v. Ivann.

P.o.v. Draco.

Íbamos caminando por los pasillos. Mientras le expliqué la situación dónde se había metido.
-Harry ella te ha dado la mano de su hijo.
-Pero yo no me quiero casar con él.
-No lo entiendes dar la mano significa ser el hermano mayor.
A veces me parece gracioso lo ignorante que es.
-Espera, no, Draco cállate. - Me pidió algo irritado. Fue ahí que se escucharon los gritos y las risas nítidamente.-Pongámonos la capa de invisibilidad Draco. Cuando nos la pusimos fuimos a ver que ocurría y lo que vimos nos dejó helados.
Ivann esta en el suelo tirado con las palabras grabadas:" Death Eaters."
Su falta de respiración y sus ojos inchados nos hizo quedarnos en una especie de paralización involuntaria.
-Esto es malo Oscar, está muy mal. -Entró en pánico aquella chica.
-Cállate Estefanía que nos pueden escuchar.
-Creo que sus gritos los pudieron escuchar a varios metros de distancia.
-Ella tiene razón Oscar.
-Cállate Arón.
-No, me he hartado. -Dijo ese tal Arón.-Y no me mandes a callar James.
Un frío carraspeo de otro rubio, uno mucho más adulto interrumpió la conversación.
-¿Quién es usted?
-Soy Malfoy, Lucius Malfoy.
Todo ese pequeño séquito tembló por la voz fría de mi padre.
-¿Qué hace aquí?
-Por unos asuntos que no le incumben a un crió.
-Debería ir a Azkaban.-Susurró Estefanía.
Mi padre no hizo nada contra esa nacida de muggles.
-Suelten a mi mascota ahora mismo.
-Ha dicho ¿mascota? -Me preguntó Harry en voz baja.
-Creo que sí. -Respondí.

Ellos lo soltaron y aún temblando se atrevieron a pedir un trato.
-Usted no dice nada y nosotros lo dejaremos en paz durante un año.
Pero mi padre se acercó amenazadoramente y les dijo un par de cosas en sus oídos.
Poco después de la amenaza se fueron corriendo.
-Agradece. -Le ordenó mi padre.
Ivann aún con los ojos llorosos y demasiado adolorido le empezó a lamer el zapato derecho. Y aquél hombre tan desconocido para mi en ese momento solo sonreía.
Harry y yo decidimos mostrarnos.
Pero a él no le importaba vernos o no.
-Déjalo Malfoy. -Dijo un amenazador Harry.
-Así le hablas a tu SUEGRO.
-Avisaré a la Directora. -Le dije al patriarca de familia.
-¿Avisarme que cosa?
-El señor Malfoy lo está tratando como una mascota.-Le comentó Harry.
-Ya lo sé Sr. Potter pero no puedo hacer nada.
Harry apretó sus puños y cerró sus ojos esmeraldas para calmarse.
-Por favor vayan a sus respectivos cuartos.
-Por aquí amo. -Dijo Ivann con naturalidad.
Una vez se fueron el rostro de la Directora McGonagall un manto de tristeza la cubrió.
-Yo no tengo las respuestas pero siempre pueden preguntarle a la madre del señor Yeltsin. - Dijo antes de irse.
Sabíamos que lo del cuarto era para Ivann cuando nos dimos cuenta fuimos corriendo hacía nuestro cuarto para coger ese bendito mapa.
Al llegar tocamos la puerta. Nos abrió un semidesnudo Ivann. Miré mal a mi padre.
-Su madre me lo entregó Dragón.
Esa respuesta hervia nuestra sangre.
El sonrojo que cubría sus mejillas lo hacía ver adorable.
Los cuatro bajamos al gran Comedor. La verdad, es que al menos yo, cené sin ganas.
Fin P.o. v. Draco.
P.o.v. Ivann.

Al día siguiente...
Había dormido con Lucius y no era tan malo. Lo único malo era...
Un Examen de Filosofía mágica a primera hora del lunes.
1. Explica las diferencias del mito y el Logos.
2. ¿En que consiste el mito de la caverna? Explica su significado.
3. ¿En que consiste la metáfora de la Paloma? ¿Qué pretende ilustrar Kant a partir de está metáfora?
4. Ejemplifica las cuatro herramientas del conocimiento.
5. Indica las principales diferencias entre los principios empiristas y racionalistas.
Había estudiado pero la profesora suplente me odiaba. Si nada menos que Hermione Granger, me había ganado su odio.
-¿Pasa algo? -Preguntó ella.
Preysler y Jazmín se pasaban las respuestas del examen en un papel de tinta invisible.
Si le decía algo no me creería.
-No, nada. -Le contesté.
Dio más de diez vueltas alrededor de mi.
-Profesora Granger no voy a copiarme.
-Lo lamento pero no te creo.
Esto iba de mal a peor.
Al salir de la clase muchos alumnos hablaban del nuevo cotilleo.
Era el esclavo del señor Lucius Malfoy.
Obviamente eso no era cierto. Pero decir que él era mi pareja me parecía algo irónico.
Pasé mi mano por mi cabello y con un suspiro me fui a la otra clase.
Seguramente al señor Malfoy-Potter no le agradaría mi impuntualidad.
Pociones era casi la unica materia que me hacía olvidar que existía.

El chico HufflepuffDonde viven las historias. Descúbrelo ahora