El chico Hufflepuff

Halloween.

P.o.v. Harry.
Hoy 31 de octubre. El olor de Draco había comenzado a cambiar, nos volvía lujuriosos excepto a Tobías. Curioso.
El señor Lucius se fue con su esposa para tener una segunda luna de miel, según él para renovar el enlace.
El día 28 de octubre se enterró el cuerpo de el mayor de los gemelos.
Tobías había llorado la muerte de Tommy durante toda la noche.
El funeral no fue tan deprimente como me imagine. Todas las decoraciones eran blancas y azules.
Luego, cuando iban a enterrarlo le dedicaron unas palabras, tanto su gemelo y nuestra pareja habían organizado un pequeño discurso.
Durante los días 29-30 de octubre no supimos nada de Tobías, nuestros instintos pedían enlazarnos con Draco y Tobías pero sentía que no podía acercarme a él, sólo era un año o dos más que pequeño Ivann. Recientemente cumplía los diez, quien en su sano juicio mantiene relaciones con un niño.
La noche del 30. El olor de Tobi era tan agridulce que no podías pensar con claridad.
Al parecer Tobías no estaba mucho mejor. Tenía náuseas y una apariencia afiebrada. Eso me preocupó.
Jenson nos comentó que esto pasaría porqué al contrario de Ivann, Tobías tenía más porcentaje de lobo puro. Pero que tiene la mala suerte de no manifestarse.
Los malestares de Tobías no desaparecían.
Y ahora volvamos con el día 31 de octubre.
Draco cambió su aroma por la mañana aunque Tobías había cambiado anteriormente, el olor era persistente. Conclusión: una tortura.
Luna le pidió a Ivann que se quedará en el Castillo para que no perdiera más clases.
Estuve absolutamente de acuerdo.
Perseguí a Tobías hasta el bosque prohibido, me quedé maravillado viendo la transformación.
Un lobito de color crema o beige suave movía la cola con animosidad. Otro lobo se acercó y comenzó a olfaterlo. En unos pocos minutos el otro macho daba pequeños golpecitos en el morro de Tobías. Y todavía quedé más sorprendido de ver a otro cachorrito de color negro protegiendo al más pequeño.
El lobo más adulto mostró sus dientes. Casi riéndose del cachorro. Y por si fuera poco aquél lobo blanco apareció entre los arbustos. Mimando a los cachorros como si fueran de su manada.

Aquél lobo me había visto. Y no tardo en aullar para que su manada lo encontrará.
En un estado de pánico salí de atrás del árbol.
-Solo quiero a esos dos cachorros.
-Grrrr.- Gruño un lobo gris.
Luego otros lobos aparecieron los otros miembros de la manada.

Cuándo mi último pensamiento fue me van a comer. Solo recibí pequeños mordiscos juguetones. Sonreí aliviado. Jugué con ellos hasta tarde. Por suerte hoy no habían clases normales.
Eran animales asombrosos, salvajes pero con confianza y cariño se muestran dóciles.
Draco estaba en la entrada con los brazos cruzados. Sonreí mientras corría a abrazarlo. Él era único.
Le profesaba todo el amor que tenía. Solo a mi pareja. Hasta que me acordé de Ivann y Tobías.
-Los dejaremos sólos.- Antes de que pudiera decir algo, ellos se habían ido.
-¿Quién era el cachorrito que llevaba Ivann en brazos?- Preguntó Draco.
-Otro sumiso.- Contesté sin pensar.
Ese nuevo dato enloqueció completamente a Draco.
-Es nuestro territorio.-Gruño por lo bajo. -Y tú ¿Eres mío?
-Sí, sólo tuyo.
Eso lo calmó, hasta que un fogoso beso me quitó el aliento.
-Quiero que me reclames.- Susurró con una picante picardía en su tono.
Rápidamente lo llevé a nuestra habitación.
Le quité la ropa delicadamente y despacio. Desplazándome detrás de él para quitarle la camisa. La respiración agitada de mi pareja me hacía olvidar que debía ser más gentil y cortejarlo con lujuriosas caricias.
Casi llegando al punto culminante, el vínculo vibró fuertemente. Solo podíamos sentir dolor. Ahora Draco no lloraba de placer sino de agonía aún así mordi la parte de la nuca, el reclamo estaba semi finalizado. Nos vestimos rápidamente y una vez fuera nos dimos prisa en llegar al foco del dolor. Nos escondimos cerca de la habitación de Tobías.
-¡No, basta!¡Por favor! -Los gritos de Tobías resonaban en la habitación.
Allí se encontraban dominantes, una cantidad bastante grande, reunidos. Haciendo una valuación del sumiso.
Tobías se encontraba atado de manos, abierto de piernas y con un lazo en los genitales.
-¿A que es un bonito regalo?- Dijo uno de los dominantes, era alto y un poco musculoso.
Pink Cat no dijo nada. Fabián solo asintió sin emitir palabra.
-Tiene un olor embriagador.- Dijo otro hombre de cabello castaño.
-¿No tienen pareja?- Preguntó el dominante que estaba más cerca de Tobías.
No podía aguantar más estar sin hacer nada.
-Vamos a salvarlos.- Le susurre a Draco.
-No Harry.- Me dijo acercándose muy cerca mío. -Ya nos hemos reclamado mutuamente, ellos ya no tienen sitio.
-¿Qué?
-Solo te amo a ti a nadie más.
Giré mi cara para ver como violaban a Tobías mientras golpeaban a Ivann.
-Sera mejor que nos vallamos de aquí.-Comenté a Draco. -Como has dicho:"Ellos ya no tienen sitio."
Él me daba besos por la cara junto a palabras tranquilizantes.
Y sin mirar atrás nos fuimos de allí.
P.o.v. Tobías.
Ellos nos sorprendieron en mi cuarto. Luego de habernos desmayado. Me encontraba atado como un regalo.
-No te preocupes estos dominantes son la prueba que tienen que superar tus parejas.- Me dijo tristemente Pink Cat.
-Vale, nosotros confiamos en nuestras parejas.- Dije confiado.
Todo era dolor para nosotros veía como golpeaban a Ivann.
M empezaron a preparar par mi dominante. Era una tradición que varios dominantes valorarán al o a los sumisos. Obviamente la parte dominante de la pareja no sabía que era una prueba y pensaba lo peor de la situación, si el dominante protegía a su sumiso podían enlazarse.
Paro cuando se suponía que nos tenían que "salvar", ellos se marcharon. Abandonandonos como si no fuéramos nada. No pude detener mis lágrimas e hipos.
Eso entristecio a la familia que había formado parte de la prueba.
Al final ellos nos tomaron, "comieron" nuestra carne con salvajes mordidas y se metieron dentro de los dos. Confirmando el rechazo de la pareja.